"El mundo ya no tiene que temer a Rusia"
VIad¨ªmir Zhirinovski se muestra conciliador con el presidente Bor¨ªs Yeltsin, y afirma que no quiere infligirle una derrota aplastante en una futuras elecciones presidenciales. Le gustar¨ªa ajustar las cuentas al antiguo Partido Comunista de la URSS (PCUS), con Mijaff Gorbachov y Edvard Shervardnadze a la cabeza.Pregunta. VIad¨ªrnir Volfovich, ?quiere usted llegar al poder?
Respuesta. He ganado. Ya lo sab¨ªa antes: La victoria era inevitable. Toda la poblaci¨®n lo ha querido as¨ª. Durante dos a?os y medio viaj¨¦ por todo el pa¨ªs, y s¨¦ lo que desea nuestro pueblo.
P. ?Cu¨¢ntos han votado realmente por su partido en la elecci¨®n por listas?
R. En todas partes, el bloque gubernamental Opci¨®n de Rusia est¨¢ un 10% por detr¨¢s de nosotros. Pero realmente obtuvimos un 701/6 de los votos en todo el pa¨ªs. Ahora se intentan manipular las cifras a la baja.
P. Las cifras oficiales indican que usted tiene un 23,2%, y su adversario Gaidar, un 15,7%.
R. ?Qu¨¦ va! La verdad no puede ocultarse por mucho tiempo. Somos los ganadores.
P. ?Est¨¢ usted convencido de que se est¨¢n falsificando los resultados?
R. Por supuesto, los resultados electorales han sido manipulados.
P. ?Es Bor¨ªs Yeltsin su oponente pol¨ªtico n¨²mero uno? ?Quiere usted ser presidente?R. Bor¨ªs Nikol¨¢ievich ha cambiado en los ¨²ltimos tiempos. Se ha aproximado a las fuerzas patri¨®ticas y se pone m¨¢s abiertamente del lado de Rusia. En los ¨²ltimos a?os, su propio equipo le llev¨® en repetidas ocasiones a cometer errores: Malos consejeros como B¨²rbulis, Gaidar, Chubais, K¨®zirev. El propio Yeltsin no deseaba todos los acontecimientos negativos que tuvimos que vivir.P. ?Podr¨ªa Yeltsin, al final, incluso alegrarse de su triunfo?
R. Dentro de poco ser¨¦ recibido por ¨¦l. Si hay unas elecciones presidenciales, seguro que participar¨¦. Pero no deseo a toda costa infligir una derrota aplastante a Yeltsin. ?l hizo todo lo posible. Los errores son culpa de su equipo.P. Si ahora empieza a alabar a Yeltsin constantemente, sus electores podr¨ªan sentirse decepcionados.
R. Eso no va a ocurrir. Nuestra actitud sigue siendo dura: Estamos contra la URSS, contra la CEI [Comunidad de Estados Independientes], por una econom¨ªa mixta, pero sin destrucci¨®n del sector estatal en la ciudad y en el campo, contra la disoluci¨®n de Jos kogoses. Estamos a favor de la protecci¨®n de todos los rusos, a favor de unas fronteras seguras. Toda la maf¨ªa procedente de las regiones meridionales debe ser exterminada: Todas las ciudades de Rusia deben ser limpiadas de esa maf¨ªa. En nuestro programa no hemos exigido otra cosa, y eso sigue siendo v¨¢lido.
P. ?Tambi¨¦n las promesas a la industria de armamento?
R. Hay que detener inmediatamente la reconversi¨®n a la producci¨®n civil. La industria de armamento tiene que volver de una vez a construir submarinos, que podemos exportar por 200 millones de d¨®lares cada uno.P. Usted ha anunciado el fin de la americanizaci¨®n de Rusia, la recuperaci¨®n de las viejas fronteras del imperio y la recuperaci¨®n incluso de Finlandia. ?Se inspira usted con esos planes en los nacionalsocialistas alemanes?
R. No nos inspiramos en nadie. Hoy no necesitamos para nada a Polonia ni a Finlandia...
P. ?Y ma?ana?
R. Las necesitaremos igual de poco que esas enga?osas im¨¢genes americanas que se le presentan a mi pueblo diariamente en los anuncios de televisi¨®n.
P. ?A qui¨¦n quiere usted a usj
tar las cuentas si llega al poder? ?Qui¨¦n tiene en su opini¨®n la culpa del declive de Rusia?
R. El antiguo Politbur¨® del PCUS, con Gorbachov y Shevardnadze a la cabeza. No queremos un derramamiento de sangre: Que Gorbachov vuelva all¨ª de donde ha venido, a su pueblo de Stavropol, donde antes conduc¨ªa tractores.
P. ?C¨®mo quiere usted cumplir su promesa electoral de elevar en un 100% el nivel de vida de los rusos en seis meses?
R. El pr¨®ximo 11 de enero, en la primera sesi¨®n de la Duma, exigir¨¦ la suspensi¨®n inmediata de la ayuda a los Estados vecinos. Esto supondr¨¢ autom¨¢ticamente una mejora del 30% en el nivel de vida.
P. Sus oponentes envidiaban su amplia propaganda electoral. ?C¨®mo es que su partido tiene tanto dinero?
R. No somos un partido peque?o. A nivel nacional somos el partido m¨¢s grande, con cientos de organizaciones de base, cientos de miles de militantes y millones de simpatizantes. En las cajas del partido tenemos m¨¢s de 1.000 millones de rublos, qu¨¦ proceden en su totalidad. de donativos de gentes sencillas.
P. ?No hay grandes donativos de protectores que, por el momento, prefieran permanecer en la sombra?R. Ni un solo rublo tiene un origen turbio. En las elecciones presidenciales de 1991, 6.211.000 personas me dieron su voto. Si cada uno de ellos donara s¨®lo 200 rublos, la mitad de lo que cuesta un paquete de cigarrillos, tendr¨ªamos inmediatamente 1.200 millones de rublos en nuestra caja. ?Y qui¨¦n no realizar¨ªa ese sacrificio por el l¨ªder al que quiere?P. ?Qui¨¦nes son sus modelos?R. Personajes del gran pasado ruso: Piotr Stolipin, Alejandro II, los generales Suvorov, Kornilov, Shukov. All¨ª est¨¢n colgados sus retratos: Eran aut¨¦nticos patriotas rusos. Hace 120 a?os, nuestra Rusia era as¨ª de grande [se?ala el emblema de su partido, que muestra el imperio de los zares cuando a¨²n inclu¨ªa Alaskal. En aquel entonces, Rusia era el pa¨ªs m¨¢s poderoso y democr¨¢tico del mundo. Estoy orgulloso de ello.
P. Era un pa¨ªs, como escrib¨ªa Iv¨¢n Turgu¨¦nev, "en el que ya no hab¨ªa ley alguna", una situaci¨®n que recuerda a la actual. Su nostalgia de la grandeza territorial asusta a todos los vecinos.
R. Queremos una amistad sincera con los otros pa¨ªses, especialmente con Alemania. Los alemanes y los rusos no deben volver jam¨¢s a luchar entre ellos. Nosotros queremos las mejores relaciones de amistad posibles.
P. ?Un eje nacionalista Mosc¨²-M¨²nich, entre Zhirinovski y su amigo Gerhard Frey, el editor del peri¨®dico de extrema derecha National Z¨¦itung?
R. Bueno, Frey fue amable al invitarme. Antes visit¨¦ al FDP [Partido Liberal de Alemania], pero en 1991 esa amistad acab¨® repentinamente. Y entonces lleg¨® la oferta de Frey. Durante dos d¨ªas estuvimos juntos en M¨²nich y hablamos en profundidad. No pas¨® nada m¨¢s.
P. ?Espera usted recibir m¨¢s atenci¨®n a ra¨ªz de las elecciones?
R. El embajador argentino me acaba de invitar a visitar su pa¨ªs. Tambi¨¦n visitar¨¦ Australia, y a los conservadores de Sur¨¢frica. Pero todas ser¨¢n visitas de cortes¨ªa.
P. ?Tiene usted otras intenciones en pol¨ªtica exterior adem¨¢s de visitas de cortes¨ªa?
R. Fomentar¨¦ la cooperaci¨®n m¨¢s amplia que Rusia haya tenido nunca con el mundo. S¨®lo as¨ª ser¨¢ posible acabar con la confrontaci¨®n militar. Mi deseo m¨¢s ferviente es que los ¨²ltimos soldados rusos abandonen pronto suelo alem¨¢n; pero tambi¨¦n tienen que irse todos los estadounidenses. No puede quedar ninguna base militar extranjera en suelo alem¨¢n. Alemania tiene que ser libre sin limitaciones. Y ning¨²n alem¨¢n de Rusia tiene que emigrar a Alemania. Al contrario: Los campesinos alemanes podr¨ªan encontrar su felicidad entre nosotros.
P. Ahora est¨¢ usted volviendo al siglo XVIII. Los tiempos no parecen muy adecuados para esta petici¨®n de colonos, siguiendo el modelo de- Catalina la Grande.R. S¨ª, a m¨ª me gustar¨ªa que vinieran cientos de miles. Por ejemplo, en la zona de Mosc¨². Dar¨ªamos a cada uno 30 hect¨¢reas, gratuitamente, y nos ocupar¨ªamos de que tuvieran las mejores condiciones para trabajar por el bien de Alemania y de Rusia. Pueden venir hoy mismo. Las casas est¨¢n listas y la infraestructura est¨¢ preparada, incluidas las conexiones telef¨®nicaP. La noche electoral declar¨® usted que hab¨ªa finalizado el tiempo de la inestabilidad. ?Ad¨®nde quiere llevar a Rusia?R. El mundo ya no tiene que temernos. Nunca m¨¢s partir¨¢ de suelo ruso un peligro para los dem¨¢s: no habr¨¢ reivindicaciones
territoriales ni intervenciones militares, y se respetar¨¢n plenamente todos los tratados internacionales. Rusia ser¨¢ un pa¨ªs europeo civilizado, abierto al mundo, sin gulag, sin represalias, sin estalinismo ni, Dios no lo quiera, fascismo. S¨®lo democracia.
P. ?Qui¨¦n va a creer eso cuando usted acaba de animar a los alemanes a recuperar sus territorios orientales en Polonia?
R. Soy un dem¨®crata. Me he licenciado en dos facultades de la Universidad de Mosc¨², y mi padre lo hizo en dos facultades de la Universidad de Par¨ªs. Yo siempre me he comprometido con la democracia.
P. El d¨ªa de las elecciones se refer¨ªa usted a s¨ª mismo como jefe de Gobierno. Ahora ya no aspira a tanto. ?Qu¨¦ papel quiere usted desempe?ar en la direcci¨®n de Rusia?
R. El presidente deber¨ªa darnos un par de carteras ministeriales.
P. ?Cu¨¢les?
R. Las m¨¢s importantes: Defensa, Seguridad del Estado, Polic¨ªa, Relaciones Exteriores... Participaremos en el Gobierno en cualquier forma que se nos ofrezca. Si la gente de Yeltsin trata de enga?arnos, no lo conseguir¨¢ m¨¢s que unos pocos meses. Como muy tarde en primavera ocuparemos todos los puestos decisivos del poder en el Gobierno ruso.P. Con ello entregar¨ªa el Estado a un hombre al que los colaboradores de Yeltsin consideran un fascista.
R. Naturalmente, el equipo de Yeltsin defender¨¢ sus privilegios.
P. En el Parlamento, lo que cuentan son las mayor¨ªas. ?Con qui¨¦n quiere usted aliarse?
R. S¨®lo con el movimiento de las mujeres. Es la fuerza pol¨ªtica m¨¢s neutral.
P. ?No quiere usted unirse a los comunistas?
R. Eso no le gustar¨ªa a Yeltsin. ?Y para qu¨¦ vamos a iniciar un conflicto con el presidente si nosotros mismos no queremos saber nada de los comunistas? Estamos contra los comunistas lo mismo que estamos contra el grupo gubernamental Opci¨®n de Rusia. Pero no tendr¨ªamos ninguna objeci¨®n a participar en un Gobierno de coalici¨®n.
P. Su generosidad nos sorprende. Parece usted un lobo con piel de cordero.
R. Nuestros oponentes han provocado tensiones de forma continua, amenaz¨¢ndonos con la exclusi¨®n de las elecciones, con una reducci¨®n del tiempo de antena en televisi¨®n.... Por eso ¨¦ramos m¨¢s duros. Despu¨¦s de la victoria podemos estar un poco m¨¢s relajados.
P. ?As¨ª que sus ataques durante la campa?a contra enemigos interiores y exteriores no iban tan en serio?
R. S¨ª, s¨ª que iban en serio.
Der Spiegel
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