Nuevos pasos hacia la reforma econ¨®mica

El Parlamento cubano se reuni¨® ayer para analizar los pr¨®ximos pasos de la reforma econ¨®mica y evaluar las primeras consecuencias de las medidas aperturistas aprobadas hasta la fecha, principalmente la despenalizaci¨®n de la tenencia de d¨®lares y la liberalizaci¨®n del trabajo individual, las cuales, pese a su timidez inicial, ya han comenzado a provocar tensiones sociales en la isla.Castro presidi¨® la primera jornada de este segundo y ¨²ltimo periodo de sesiones de la Asamblea Nacional acompa?ado en la tribuna por el ex aspirante dem¨®crata a la presidencia de EE UU, el reverendo Jesse Jackson, y el presidente del Parlamento nicarag¨¹ense, Iv¨¢n Salvador Madrid.

La Asamblea Nacional, que concluir¨¢ sus sesiones de traba o hoy, no aprobar¨¢ ninguna medida concreta, como se esperaba, sino que se limitar¨¢ a "analizar colectivamente" la delicada situaci¨®n econ¨®mica y las v¨ªas para sanearla.

Un punto importante de la agenda ser¨¢ la discusi¨®n de "los principios que deben regir el presupuesto de 1994 para que reflejen la tendencia hacia una econom¨ªa equilibrada, y que los gastos se amparen en ingresos previos y haya disciplina financiera", dijeron fuentes del Parlamento. Hasta el momento, Cuba dedicaba m¨¢s del 50% de sus recursos a financiar sus proyectos de salud, educaci¨®n y seguridad social. Esto s¨®lo fue posible gracias a los v¨ªnculos privilegiados de Cuba con el bloque socialista, y por ello ahora las autoridades de la isla pretenden introducir nuevos patrones econ¨®micos similares a los de la econom¨ªa de mercado.

Por otra parte, las grandes multinacionales de Estados Unidos han encontrado una v¨ªa segura para evadir las restricciones del embargo econ¨®mico contra Cuba al canalizar sus negocios con la isla mediante filiales en el extranjero, seg¨²n public¨® ayer The New York Times. De acuerdo con los datos del Departamento del Tesoro, decenas de compa?¨ªas estadounidenses cierran negocios con Cuba por un valor anual de al menos 700 millones de d¨®lares (casi 100.000 millones de pesetas). La cifra es muy superior a los negocios que se hayan podido realizar con Libia o Irak, actualmente sometidos a una fuerte presi¨®n comercial por dictado de la ONU.