El Gobierno proyecta implantar un servicio civil alternativo a la 'mili' y obligatorio para la mujer
Asuntos Sociales, Justicia y Defensa inician los trabajos de la futura ley del Servicio Civil
El Gobierno ha comenzado los estudios preparatorios de la futura ley del Servicio Civil, prevista en el art¨ªculo 30.3 de la Constituci¨®n. Los trabajos iniciales analizan la viabilidad de implantar en Espa?a un servicio civil que ser¨ªa alternativo a la mili para los hombres y obligatorio para las mujeres. La prestaci¨®n sustitutoria de los objetores de conciencia se mantendr¨ªa,pero con car¨¢cter residual. Desde el pasado septiembre, reci¨¦n iniciada la legislatura, una comisi¨®n viene trabajando en este tema, coordinada por el Ministerio de Asuntos Sociales y con participaci¨®n deJusticia y Defensa. La obligatoriedad para la mujer del futuro servicio civil, sobre la que a¨²n no se ha tomado una decisi¨®n, suscita divisi¨®n de opiniones entre los departamentos implicados.
Para el Ministerio de Defensa, que dirige Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas, la obligaci¨®n de prestar un servicio a la sociedad no puede extenderse a la mujer, ya que causas biol¨®gicas -la maternidad- la sit¨²an en desventaja con respecto al hombre a la hora de incorporarse al mercado de trabajo o desarrollar su carrera profesional. La ley, seg¨²n este criterio, debe discriminar en positivo a la mujer para corregir la desigualdad real de oportunidades.Este argumento no es compartido por el departamento de Asuntos Sociales, cuya titular es Cristina Alberdi. En primer lugar, porque hay muchas mujeres que nunca son madres. En segundo lugar, y sobre todo, porque no se puede avalar legalmente la idea de que la crianza de los hijos, que es lo que realmente interrumpe la carrera profesional y no la maternidad, es responsabilidad de la mujer en mayor medida que del hombre.
Este criterio viene avalado por las reformas legales que se han aprobado en los ¨²ltimos a?os: la ley de 3 de marzo de 1989, que ampli¨® a 16 semanas el permiso por maternidad, estableci¨® por vez primera que hasta cuatro semanas pueden ser disfrutadas por el padre y que cualquiera de los miembros de la pareja puede acogerse a la excedencia para el cuidado de los hijos.
El Ministerio de Justicia no se ha definido con rotundidad, pero su responsable, Juan Alberto Belloch, tiene serias dudas de que puede implantarse un servicio civil y eximir de su cumplimiento a la mujer, por lo que ha pedido un dictamen de constitucionalidad al respecto. El proyecto se encuentra todav¨ªa en fase incipiente y su env¨ªo a las Cortes no est¨¢ previsto hasta la ¨²ltima etapa de la legislatura, que acaba en 1997, y su entrada en vigor para la siguiente.
Mismo servicio
Todas las partes interesadas muestran gran inter¨¦s en subrayar que esta obligaci¨®n no tendr¨ªa nada que ver con el servicio social que el r¨¦gimen franquista impon¨ªa a las mujeres "en tareas propias de su sexo". A diferencia de aquel, este servicio "para el cumplimiento de fines de inter¨¦s general", seg¨²n la Constituci¨®n, no ser¨ªa exclusivo de la poblaci¨®n femenina, sino indistinto para hombres y mujeres.
En cambio, todos los ministerios, incluido Defensa, est¨¢n de acuerdo en que el cumplimiento del servicio civil eximir¨ªa a los varones de la mil?. Aunque las tareas a realizar ser¨ªan muy similares a las de la actual prestaci¨®n sustitutoria, desde el cuidado de personas incapacitadas hasta la lucha contra los incendios forestales, la diferencia jur¨ªdica ser¨ªa sustancial: los j¨®venes no tendr¨ªan que objetar a la mili por razones de conciencia, sino que les bastar¨ªa con elegir entre prestar a la sociedad un servicio de car¨¢cter civil o uno militar.
La opci¨®n podr¨ªa realizarse en el momento en que ahora se hace el alistamiento para la mili, a los 17 a?os, lo que facilitar¨ªa la gesti¨®n del servicio civil. Uno de los problemas con que tropieza la prestaci¨®n de los objetores es que la mayor¨ªa se declaran como tales tras agotar las pr¨®rrogas a la mili, a una edad avanzada. No obstante, la objeci¨®n al servicio militar y la prestaci¨®n sustitutoria deber¨¢n seguir existiendo, ya que figuran en el mismo art¨ªculo 30 de la Constituci¨®n.
El modelo se acercar¨ªa al vigente en Francia, donde hay un servicio nacional ¨²nico que los j¨®venes pueden cumplir en distintas actividades, civiles o militares, y donde el porcentaje de objetores es m¨ªnimo.
No obstante, la implantaci¨®n de este servicio civil tropieza con grandes problemas econ¨®micos y de gesti¨®n. En Espa?a hay alrededor de 600.000 j¨®venes de ambos sexos con 17 a?os, por lo que, si la obligaci¨®n se hace extensiva a la mujer, habr¨ªa que contar con unas 300.000 plazas para cumplir este servicio.
La dificultad que ello entra?a queda patente en el hecho de que Justicia no sea capaz actualmente de dar ocupaci¨®n a 60.000 objetores al a?o y transcurran entre 18 y 24 meses desde que un joven es reconocido por el Consejo Nacional de la Objeci¨®n de Conciencia hasta que se incorpora a la prestaci¨®n sustitutoria. Seg¨²n fuentes de la Administraci¨®n, s¨®lo el 10% de los objetores cumple una prestaci¨®n efectiva.
Por eso, Defensa ha puesto ¨¦nfasis en que el hecho de se proyecte implantar el servicio civil no debe servir de pretexto para bajar la guardia respecto a la prestaci¨®n y que lo prioritario es conseguir que todos los objetores hagan un servicio sustitutorio no meramente simb¨®lico.
Este criterio es compartido por Justicia, que ha hecho una inspecci¨®n del funcionamiento de la oficina de los objetores y negocia la creaci¨®n de m¨¢s plazas con el Insalud y la Cruz Roja. Asuntos Sociales, de su parte, planea incluir el empleo de objetores entre los requisitos a cumplir por las organizaciones que pidan subvenciones procedentes del impuesto sobre la renta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.