"Los socialistas se han sentado a ver pasar el cad¨¢ver de la crisis"
Crist¨®bal Montoro sali¨® a la luz de la pol¨ªtica en la pasada campa?a electoral, cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar le convenci¨® para aceptar un esca?o por Madrid y coordinar el ¨¢rea econ¨®mica del PP. Nacido en Ja¨¦n hace 43 a?os, casado y padre de dos hijas, Montoro es catedr¨¢tico de Hacienda P¨²blica y ha trabajado en servicios de estudios de bancos e institutos econ¨®micos. Su ¨²nica relaci¨®n anterior con la pol¨ªtica fue un breve papel de ide¨®logo del grupo socialdem¨®crata arracimado en torno a Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, antes de crearse la UCD.Pregunta. Ustedes critican constantemente el d¨¦ficit p¨²blico. ?No es parad¨®jico proponer un plan de choque que reducir¨ªa los ingresos del Estado?
Respuesta. Nosotros vemos con gran preocupaci¨®n el d¨¦ficit y su corolario, la deuda p¨²blica, que ronda los 33 billones de pesetas, el 55% del PIB (Producto Interior Bruto) y roza lo insostenible. ?ste es uno de los obst¨¢culos de la econom¨ªa espa?ola para seguir creciendo. La crisis agrava el d¨¦ficit, pero el grueso es estructural, procede de decisiones deliberadas de gasto. En una situaci¨®n de depresi¨®n como la que padecemos, depresi¨®n sobre todo de la demanda, que ha ca¨ªdo m¨¢s de tres puntos este a?o -y decir esto no es keynesianismo-, no es incompatible intentar animar la econom¨ªa y corregir el gasto p¨²blico. Hay que animar la actividad y restringir las decisiones de gasto p¨²blico.
P. ?Qu¨¦ garant¨ªa hay de que la menor fiscalidad anime el consumo y no el ahorro?
R. En econom¨ªa no hay garant¨ªas, lo que debemos intentar es inducir comportamientos. Si los salarios crecen en exceso, como ha ocurrido en Espa?a no es el resultado de una maldad o un capricho, sino de condiciones objetivas. Nosotros no hemos propuesto reducir la progresividad del IRPF; eso vendr¨¢ luego, en una reforma tributaria. Hablamos de devolver renta a las clases m¨¢s modestas, que son las que soportan m¨¢s ese impuesto y las que tienen dificultades para llegar a fin de mes.
P. Si el Gobierno. aceptara su plan, ?qu¨¦ cree que se conseguir¨ªa exactamente?
R. Un est¨ªmulo para el consumo, deprimido tras una ca¨ªda hist¨®rica, y tambi¨¦n para la inversi¨®n, que ver¨ªa c¨®mo la demanda se mueve. Se abrir¨ªan expectativas, y eso es lo que impulsa la econom¨ªa. Deber¨ªamos complementarlo con ayudas a sectores locomotora, como el autom¨®vil o la vivienda. El aumento de la demanda compensar¨ªa con creces la reducci¨®n de ingresos del Estado. Cuando desde el PSOE se dice que nuestro plan costar¨ªa 700.000 millones de pesetas, ese manejo de cifras descalifica al que lo hace. Al justificar la no reducci¨®n del tipo del IRPF para compensar la inflaci¨®n, el Gobierno dijo que, total, eran s¨®lo 80.000 millones. Cuando nosotros proponemos que s¨ª se reduzca, cuesta 350.000 millones en dos a?os. No cuadran los c¨¢Iculos.
P. Al rechazar el plan del PP, el vicepresiente Narc¨ªs Sea dijo que lo que ustedes proponen es justo lo contrario de lo que hay que hacer.
R. S¨ª. Yo interpreto que hemos conseguido transmitir la idea de que se puede hacer otra pol¨ªtica econ¨®mica. Eso es lo m¨¢s significativo cuando existe un agotamiento de la pol¨ªtica actual y el Gobierno no acierta a actuar. Sube la gasolina en agosto para reducir el d¨¦ficit p¨²blico, ?y qu¨¦ se consigue? Reducir la recaudaci¨®n. Es un ejemplo del agotamiento. La reacci¨®n de Serra es la de quien est¨¢ preocupado porque enfrente hay un alternativa seria.
P. ?Hacia d¨®nde cree que va la econom¨ªa espa?ola?
R. Est¨¢ padeciendo una crisis estructural, un tr¨¢nsito, pero por mucho que toda crisis sea inorportuna, ofrece tambi¨¦n posibilidades. La econom¨ªa espa?ola, afortunadamente, est¨¢ abierta al mundo, pero no responde bien. Hay un dato estremecedor: en Espa?a, en 1993 trabajan 1,1 millones menos que hace 20 a?os, pero en ese plazo se han creado 800.000 puestos en el sector p¨²blico. Es el reflejo de un modelo de crecimiento sencillamente equivocado. Cuando se dice que nuestro sector p¨²blico o nuestro d¨¦ficit es como el alem¨¢n o el franc¨¦s, ?de qu¨¦ estamos hablando? ?Es que nuestra productividad es como la alemana? ?Acaso como la francesa?
P. ?Ve indicios de recuperaci¨®n o se trata simplemente de esperar a que escampe?
R. Los socialistas han llegado a un nuevo dogma, el del ciclo econ¨®mico, que equivale al laisez faire, laisez passer, o sea, no hacer nada. Intelectualmente es muy divertido verles instalados en una especie de liberalismo... digamos salvaje. Se han sentado y esperan a ver pasar el ciclo, el cad¨¢ver de la crisis. Los ciclos existen, claro, pero pensar que se superan solos a corto plazo es una frivolidad. Lo que vemos ahora es una desaceleraci¨®n de la ca¨ªda, debida a la profundidad de la ca¨ªda misma. Es un error confundirla con un cambio de tendencia hacia la recuperaci¨®n.
P. Al hablar de reecuperaci¨®n deber¨ªamos referirnos a los niveles de actividad y de empleo de los que se part¨ªa.
R. Exacto. Y me pregunto cu¨¢nto tiempo vamos a tardar, por el camino que vamos. La crisis es un perjuicio, pero tambi¨¦n una oportunidad de resolver los problemas. Los socialistas parece que quieren tapar los problemas con una subida de la marea, cuando se han destruido 750.000 empleos en 12 meses, en vez de preguntarse por qu¨¦ ha sucedido algo tan tremendo. Se est¨¢ perdiendo la oportunidad de atacar los obst¨¢culos de fondo.
P. ?La ca¨ªda del voto socialista y la consolidaci¨®n del voto popular reflejados en las encuestas, en qu¨¦ medida influyen en el escenario?
R. Pol¨ªticamente, estamos en una situaci¨®n complicada para resolver la crisis. En las elecciones gan¨® una opci¨®n que no dijo la verdad sobre la situaci¨®n econ¨®mica y yo sigo reproch¨¢ndoselo. Que se recuerde a Felipe Gonz¨¢lez en el segundo debate con Aznar, en abril, diciendo que ya hab¨ªa s¨ªntomas de recuperaci¨®n del empleo. Adem¨¢s, el Gobierno est¨¢ en plena transici¨®n ideol¨®gica y aplicando pol¨ªticas que no corresponden a su ideolog¨ªa. La lucha de poder en el PSOE es otro factor de distorsi¨®n, porque no se produce en el mejor momento. Finalmente, el Gobierno se apoya en grupos pol¨ªticos que no dan prioridad a la lucha contra la crisis. Comprendo que haya un sentimiento de defraudaci¨®n en el electorado socialista.
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