La OTAN ofrece al Este protecci¨®n sin garant¨ªas
Los aliados acuerdan un proceso evolutivo de integraci¨®n que asuma la seguridad total del Viejo Continente
La Alianza Atl¨¢ntica invit¨® ayer a los antiguos socios del Pacto de Varsovia a integrar inmediatamente una Asociaci¨®n para la Paz, en forma de acuerdos bilaterales de estrecha cooperaci¨®n, que implican la participaci¨®n en maniobras conjuntas sobre operaciones de mantenimiento de la paz. La OTAN no ofreci¨® la "garant¨ªa atl¨¢ntica", es decir, la seguridad de una respuesta fulminante ante el ataque de un pa¨ªs tercero, pero establece un mecanismo de consultas pol¨ªticas para casos de amenazas a la seguridad de los socios para la paz. El presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, asegur¨® en cambio que es imprescindible dar "una garant¨ªa real" a los pa¨ªses soberanos que cuentan con reg¨ªmenes democr¨¢ticos que desean situarse bajo el paraguas atl¨¢ntico.
El portavoz de la presidencia francesa, Jean Musitelli, dio ayer el primer golpe de efecto de la cumbre al indicar que Mitterrand no estaba satisfecho con la oferta de la Asociaci¨®n para la Paz, principalmente en los casos de algunos pa¨ªses perfectamente democr¨¢ticos que perciben el v¨¦rtigo del vac¨ªo tras la desaparici¨®n del Pacto de Varsovia. "Una amenaza de guerra hacia uno de estos pa¨ªses es una amenaza hacia todos nosotros", declar¨® el presidente franc¨¦s que se mostr¨® partidario de ofrecerles una "garant¨ªa real" de defensa mutua. Mitterrand propuso que participen en la UEO (Uni¨®n de Europa Occidental) como pa¨ªses asociados y pidi¨® el m¨¢ximo apoyo al Pacto para la Paz y la Estabilidad en Europa, destinado precisamente a evitar y neutralizar los posibles or¨ªgenes de conflictos.El canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, argument¨® que estos pa¨ªses "tienen la sensaci¨®n de hallarse en una zona gris de la seguridad". "Los alemanes pueden comprender claramente las preocupaciones y miedos de nuestros vecinos", asegur¨® Kohl. ?ste pidi¨® a los aliados el m¨¢ximo esfuerzo. para "apoyar la pol¨ªtica de reformas en Rusia, y con ella al presidente Yeltsin" y a Rusia "una pol¨ªtica de cooperaci¨®n y responsabilidad ante los problemas internacionales".
Carta de invitaci¨®n
La carta de invitaci¨®n a ingresar en la Asociaci¨®n para la Paz fue aprobada y difundida ayer mismo, antes de terminar la primera jornada de la cumbre. Los 16 aliados se muestran partidarios de la ampliaci¨®n de la OTAN hacia el Este, pero matizan que debe realizarse "en un proceso evolutivo, que tenga en cuenta los desarrollos pol¨ªticos y de la seguridad del conjunto de Europa". La Asociaci¨®n para la Paz que proponen es un programa "pr¨¢ctico e inmediatamente aplicable, llamado a transformar las relaciones entre la OTAN y los Estados que participar¨¢n".
Los pa¨ªses invitados son los del Consejo de Cooperaci¨®n del Atl¨¢ntico Norte, es decir, los ex-comunistas, pero deja la puerta abierta a "otros pa¨ªses de la CSCE capaces y deseosos de participar". Los socios para la paz que se sientan amenazados en su integridad territorial, su independencia pol¨ªtica o su seguridad podr¨¢n pedir la apertura inmediata de consultas pol¨ªticas con la Alianza, pero no contar¨¢n con la garant¨ªa de seguridad que caracteriza la plena pertenencia a la Alianza.
El programa de trabajo que se les propone a los socios que quieran integrarse en su d¨ªa en la OTAN, a Rusia y Ucrania, entre otros, se concreta en la transparencia de los presupuestos de defensa; control democr¨¢tico sobre la actividad de los Ministerios de Defensa; planificaci¨®n militar com¨²n; maniobras conjuntas y realizaci¨®n de operaciones de ayuda humanitaria y de salvamento. La invitaci¨®n propone celebrar maniobras militares de mantenimiento de la paz este mismo a?o, sugiere el env¨ªo inmediato a Bruselas de representantes permanentes ante la Alianza y la instalaci¨®n de una c¨¦lula de coordinaci¨®n militar en el cuartel general de la OTAN en Mons (B¨¦lgica).
Los socios para la paz, por su parte, deben comprometerse "a proteger las sociedades democr¨¢ticas y sus libertades contra la coerci¨®n y la intimidaci¨®n, as¨ª como, a defender los principios del derecho internacional". Deber¨¢n, adem¨¢s, "abstenerse de recurrir a la amenaza o al empleo de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia pol¨ªtica de todo Estado, a respetar las fronteras existentes y a resolver las diferencias por v¨ªa pac¨ªfica".
Numerosas intervenciones de primeros ministros europeos insistieron en uno de los principales argumentos del discurso de Clinton y de la propia declaraci¨®n final: la Alianza sigue siendo v¨¢lida, ¨²til y necesaria. Ha sido muy expl¨ªcito en los ¨²ltimos meses el temor de muchos atlantistas a que el fin de guerra fr¨ªa suponga tambi¨¦n una crisis mortal para la Alianza. Su secretario general, Manfred W?rner, record¨® en su discurso de apertura que la OTAN "es en el mundo de hoy la ¨²nica organizaci¨®n de defensa colectiva que funciona".
"La Uni¨®n Sovi¨¦tica ya no existe, pero nuestra comunidad de intereses persiste", asegur¨® el presidente norteamericano. "No podemos ser d¨¦biles ante ning¨²n fanatismo", declar¨® por su parte, el primer ministro espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, al comentar sobre los nuevos enemigos de la Alianza. "Nuestra seguridad futura depender¨¢ de la capacidad de respuesta que tengamos para estas nuevas amenazas", a?adi¨®.
La defensa de la Alianza que realiz¨® el canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, se centr¨® principalmente en la solidez del v¨ªnculo transatl¨¢ntico. Kohl agradeci¨® especialmente a Clinton su compromiso de mantener 100.000 soldados sobre suelo europeo y su apoyo al proceso de integraci¨®n europea y a la identidad europea de defensa.
A nadie pas¨® desapercibido que el primer ministro m¨¢s euroesc¨¦ptico, el brit¨¢nico John Major, se felicit¨® tambi¨¦n del perfil europeo de la Alianza y dio la bienvenida al reequilibrio de fuerzas que se producir¨¢ dentro de la OTAN con la nueva estructura, basada pr¨¢cticamente en dos elementos de casi id¨¦ntico peso: Estados Unidos y la Uni¨®n Europea.
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