La escritura liberada
Escrita y concebida a la sombra, amada sombra, de Vita Sackville-West, en quien se inspir¨® y a quien dedic¨® la novela, Orlando es una de las obras maestras de Virginia Woolf. Publicada en 1928, constituye una espl¨¦ndida fabulaci¨®n del mito del andr¨®gino. M¨¢s de 300 a?os, entre la ¨¦poca isabelina y los a?os veinte, vive -la muerte aqu¨ª no existe, la juventud es la edad del hombre- el protagonista de la obra, Orlando, var¨®n primero, mujer despu¨¦s, Orlando siempre. Es su invenci¨®n m¨¢s notoria, que otros han imitado aunque sin el talento de la gran escritora brit¨¢nica.Novela matriz, germinal, cenital, m¨¢gica, creada en estado de gracia, es, a la vez, un himno vital, un canto a la naturaleza, una reflexi¨®n sobre la literatura, una parodia del g¨¦nero biogr¨¢fico y de los estilos literarios correspondientes a las diversas ¨¦pocas que el texto refleja, un ejercicio de iron¨ªa sabia y liberadora, una exaltaci¨®n feminista, una cr¨ªtica profunda del principio de identidad.
Todo eso es Orlando y m¨¢s a¨²n y por encima de todo: literatura en estado puro, inventiva verbal fastuosa, que se despliega en ideaciones metaf¨®ricas sorprendentes, en desarrollos narrativos muy diversos, en visiones ins¨®litas y siempre sugestivas de hombres y mujeres y paisajes y objetos y estados y situaciones de ¨¢nimo. Orlando representa una demostraci¨®n de genialidad, que rompe con los esquemas previos y los a prioris est¨¦ticos. Novela l¨ªrica, es tambi¨¦n una expresi¨®n depurada de literatura fant¨¢stica: Calvino habr¨ªa sido m¨¢s dif¨ªcil sin Orlando, y Borges admiraba mucho el libro, que tradujo (Edhasa he incluido esta versi¨®n en su cat¨¢logo).
Se trata, en fin, de una obre capital, que ofrece el espect¨¢culo siempre subyugante de la escritura liberada, desenvuelta y feliz, que salta por encima de todas las limitaciones, de todos los obst¨¢culos. "Las palabras hacen el amor", se dijo desde el surrealismo.
Virginia Woolf novel¨® esa proclamaci¨®n con esta f¨¢bula desatada, centelleante, vertiginosa, (por momentos se dir¨ªa que estamos ante una fuga musical) donde el tiempo y el espacio son abolidos, donde el lenguaje funda su verdad, que es la verdad, el mundo suficiente y definitivo de la gran poes¨ªa, donde siempre habla un dios.
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