Pilar Miro vuelve al escenario del crimen

Es como volver al escenario del crimen. No ha olvidado el abucheo hist¨®rico que le brind¨® el p¨²blico del Teatro de la Zarzuela de Madrid cuando se estren¨® como directora de ¨®pera con Carmen hace ya doce a?os. Sin embargo, Pilar Mir¨® regresa de nuevo a este escenario el pr¨®ximo s¨¢bado con la puesta en escena de Der Frisch¨²tz (El cazador furtivo) de Weber, la ¨®pera s¨ªmbolo de los sentimientos rom¨¢nticos alemanes. Y aunque no niega que tiene miedo, dice que aquella sonora pitada no le ha influido a la hora de enfrentarse a este nuevo proyecto oper¨ªstico. "No puedo trabajar buscando el benepl¨¢cito generalizado. Siempre hay un riesgo y lo asumo. Me influir¨¢ lo que ocurra luego".

La ¨²ltima vez que se represent¨® en temporada oficial El cazador furtivo de Carl Mar¨ªa von Weber (1786-1826) en Madrid fue a finales del siglo pasado. Considerada la ¨®pera emblem¨¢tica por excelencia de los sentimientos rom¨¢nticos alemanes, la historia de El cazador furtivo est¨¢ inspirada en una leyenda popular en la que, someramente, un cazador se ve en la necesidad de ganar una prueba de tiro para hacerse con el amor de una joven y en el empe?o no duda en pactar con el diablo y as¨ª conseguir unas balas m¨¢gicas. Ambientada en Bohemia en 1650, poco despu¨¦s de la guerra de los Treinta A?os, la direcci¨®n musical de la obra con la que el Teatro de la Zarzuela abre su temporada oper¨ªstica corte, a cargo de Antonio Ros Marb¨¢, con la Orquesta Sinf¨®nica de Madrid, y la escenograf¨ªa y el vestuario del pintor santanderino Eduardo Mar¨ªa Gruber.Para Pilar Mir¨®, a quien se le encarg¨® la direcci¨®n de esta ¨®pera al mismo tiempo que se le nombraba presidenta del jurado encargado de elegir la escenograf¨ªa para el montaje, es una historia ingenua e infantil, donde hay buenos y malos, y en la que ocurren las cosas que. tienen que ocurrir. La directora ha encontrado en los sentimientos y el miedo a lo desconocido de los personajes de esta historia la clave para hacerla llegar a un p¨²blico alejado de los simbolismos del bosque alem¨¢n y los pactos con el diablo. "Creo que aunque en Alemania y en general en Centroeuropa, esta historia tiene un sentido mucho m¨¢s trascendente y un significado determinado, aqu¨ª se puede encontrar f¨¢cilmente la complicidad y la participaci¨®n".

Mujer diablo

Pilar Mir¨® ha realizado un ¨²nico cambio aunque significativo en el planteamiento del proyecto. Y ese ha sido el cambio del personaje hablado del diablo hombre por una mujer. "Lo tuve muy claro desde un principio. La seducci¨®n o la tentaci¨®n para un hombre es siempre femenina. No quiero hacer ning¨²n tipo de reivindicaci¨®n sino que me parece m¨¢s normal que si un hombre es seducido como en este caso, la seducci¨®n sea m¨¢s eficaz si viene de una mujer. Me gustar¨ªa que no se interpretara como algo feminista niel deseo de realizar hacer un cambio gratuito. Milectura es muy sincera y natural; no tengo ning¨²n inter¨¦s en llamar la atenci¨®n".El pr¨®ximo s¨¢bado se enfrenta de nuevo a ese p¨²blico contradictorio e imprevisible del mundo de la ¨®pera que arroj¨® su Carmen de Bizet al mundo de los infiernos en 1982. "No s¨®lo es algo propio de nuestro pa¨ªs, sino de todo el mundo. Nunca puedes prever cual puede ser el veredicto anteun nuevo montaje", afirma Mir¨®. "Si dijera que no tengo miedo, no ser¨ªa sincera. Soy consciente de que cuando hice la puesta en escena de Carmen hab¨ªa muchas implicaciones, al margen de que la propuesta pudiera gustar o no para que el p¨²blico se produjera un efecto en contra. Una respuesta negativa del p¨²blico la siento como respetable e ingrata, por tanto es una inc¨®gnita. Pero, creo que todo ha cambiado. La propuesta que yo hice en Carmen que en aquel momento podr¨ªa parecer llamativa por falta de folklorismo ahora no lo ser¨ªa en absoluto".

Pero muy por encima de todo est¨¢ su amor por la ¨®pera. "No podr¨ªa prescindir de ella en mi vida personal. Es lo que m¨¢s me acompa?a en los malos y los buenos momentos. Es algo que puedes compartir, pero que tambi¨¦n puedes disfrutar o sentir o llorar en soledad. Es un sentimiento tan hermoso que no puedo trasladar".