El enfrentamiento entre el Cesid y la polic¨ªa esta en su peor momento
Para nadie es un secreto que el Centro Superior de Informaci¨®n de la Defensa (Cesid) y la polic¨ªa mantienen una permanente tensi¨®n que muchos interpretan como l¨®gica competencia entre servicios de informaci¨®n. En las ¨²ltimas semanas, sin embargo, el nivel de enfrentamiento ha adquirido cotas inimaginables que han originado funda das sospechas mutuas de boicoteos personales. Las principales v¨ªctimas con nombres y apellidos son el teniente general Emilio Alonso Manglano, jefe del Cesid "la Polic¨ªa busca su cabeza" afirman personas relacionados con el servicio de espionaje- y el ya ex secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera.
La utilizaci¨®n del traficante de armas Monzer Al Kassar para obtener favores antiterroristas. y la desarticulaci¨®n de la trama de escuchas ?legales en Barcelona ha desatado esta inusitada guerra cuyo final est¨¢ por escribirse.La investigaci¨®n policial sobre la trama de Barcelona a ra¨ªz de la cual han sido detenidos varios ex miembros del Cesid se inici¨® realmente a finales de 1992. En la primavera del a?o pasado, la polic¨ªa acudi¨® al juez de la Audiencia Nacional Carlos Bueren y solicit¨® autorizaci¨®n para pinchar los tel¨¦fonos de tres personas por considerar que pod¨ªan estar involucrados en el env¨ªo de siete paquetes-bomba a empresarios -algunos de ellos murieron- a lo largo de los ¨²ltimos a?os.
Bueren concedi¨® la autorizaci¨®n para espiar telef¨®nicamente a Miguel Ruiz Mart¨ªnez, El Lobo; Manuel Mar¨ªa S¨¢nchez y Juan Rodr¨ªguez Gonz¨¢lez, los tres ex agentes del Cesid. A trav¨¦s de estos pinchazos, controlaron tambi¨¦n al coronel Fernando Rodr¨ªguez -entonces miembro activo del Cesid destinado en Madrid como jefe del ¨¢rea de Econom¨ªa y Tecnolog¨ªa-, y que hablaba a menudo con El Lobo.
S¨®lo unas semanas m¨¢s tarde, el Cesid fue alertado de las investigaciones a trav¨¦s de un topo destinado en la Brigada de Informaci¨®n de la Polic¨ªa, seg¨²n fuentes policiales. La operaci¨®n se detuvo en seco y qued¨® dormida durante todo el verano. Transcurrido el periodo estival, un selecto grupo de polic¨ªas reanud¨® la investigaci¨®n con todo tipo de precauciones para evitar filtraciones.
Gobierno y Cesid al margen
Dirig¨ªa el grupo Jos¨¦ R¨ªos, jefe de la brigada provincial de informaci¨®n de Barcelona. De sus avances s¨®lo tuvieron informaci¨®n el jefe superior, Enrique de Federico; el subdirector general de la Polic¨ªa, Agust¨ªn Linares; el entonces secretario de Estado Rafael Vera, y el ministro Jos¨¦ Luis Corcuera. Ni ¨¦ste inform¨® al resto de miembros del Gobierno -?por qu¨¦ lo ten¨ªa que hacer, si el asunto estaba bajo control judicial?", comentan personas pr¨®ximas al ex ministro-, ni el Cesid supo el chaparr¨®n que se le ven¨ªa encima.
La operaci¨®n culmin¨® el 15 de noviembre pasado con la detenci¨®n de varios ex miembros del Cesid, incluido el coronel Rodr¨ªguez, que caus¨® baja en esa unidad en julio de 1993. Adem¨¢s, cayeron en manos de la polic¨ªa documentos clasificados de secretos por el Cesid y varios de sus directivos -como el teniente coronel Julio Leal y el propio general Alonso Manglano- se han visto obligados a prestar declaraci¨®n ante el juez Eduardo Navarro, encargado del caso.
Hoy, el Cesid acusa a la polic¨ªa de hacerle un da?o irreparable. No s¨®lo han quedado al descubierto varios de sus agentes, sino que se han evidenciado graves fallos de seguridad en el servicio de,. espionaje y, como consecuencia de ello, la permanencia de Alonso Manglano en el cargo est¨¢ en peligro. "Han vuelto a brotar viejas historias y rencores de personas que no le tienen afecto y que buscan su desalojo",afiaden personas que se relacionan con el general.
Pero el Cesid busca culpables de esta supuesta operaci¨®n de acoso y derribo, y empiezan por preguntarse a qui¨¦n se le ocurre iniciar una estrategia contra el Cesid basada en la tesis de los paquetes-bomba. En esas conjeturas apuntan hacia Rafael Vera, de quien vuelven a recordar que siempre dese¨® acceder a la jefatura del Cesid, extremo siempre desmentido por Vera.
La investigaci¨®n de Barcelona, sin embargo, tiene tambi¨¦n otras ramificaciones pol¨ªticas tambi¨¦n molestas para quienes se han sentido hu¨¦rfanos de informaci¨®n. As¨ª, el vicepresidente del Gobierno, Narc¨ªs Serra, y el titular de Defensa, Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas -de quien depende jer¨¢rquicamente el Cesid- se han quejado de que Corcuera no les alertar¨¢ de lo que estaba ocurriendo. El malestar de Serra es l¨®gico si se tiene en cuenta, por ejemplo que algunas de sus actividades no s¨®lo fueron espiadas por trama de escuchas ?legales, sin tambi¨¦n conocidas por agente de la polic¨ªa que investigaban la red. As¨ª, una semana antes de desmantelamiento de la trama Serra se reuni¨® en la sede de La Vanguardia con el equipo directivo del peri¨®dico. Su encuentro fue seguido no s¨®lo por elementos de la trama, sino tambi¨¦n por los polic¨ªas perseguidores.
Este informe ha sido elaborado por los miembros del Equipo de Investigaci¨®n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.