Los expertos creen que los ataques a¨¦reos deben quedar en manos militares sin interferencias pol¨ªticas
Un bombardeo a¨¦reo de las posiciones serbias en Bosnia-Herzegovina debe ser aplIcado exclusivamente por los mandos milItares de la ONU sobre el terreno, sin interferencias burocr¨¢ticas desde Nueva York en la estructura de mando, y requiere una mejora considerable del sistema de comunicaciones de los cascos azules si no se quiere convertir la intervenci¨®n occidental en una farsa, estiman diversos expertos militares.
Al margen de las consideraciones pol¨ªticas sobre los riesgos de la operaci¨®n, los dirigentes de la ONU deben tener claro que una vez encedida la luz verde, la palabra la tendr¨¢n los generales Michael Rose, jefe de las Fuerzas de Protecci¨®n de la ONU (Unprofor) en Bosnia, y su superior, el general Jean Cot, subraya Ken Petrie, analista del Instituto Internacional de Estudios Estrat¨¦gicos de Londres. "Si los comandantes que est¨¢n sobre el terreno tienen que efectuar una llamada telef¨®nica de larga distancia para consultar con un funcionario de la ONU, y ¨¦ste a su vez debe comunicar con Nueva York para dar su asentimiento, toda la operaci¨®n se convertir¨¢ en una farsa", dice el analista independiente Don Kerr.En t¨¦rminos militares, la OTAN dispone del material necesario para golpear con eficacia y da?ar considerablemente la artiller¨ªa serbia: aviones, bombas guiadas por l¨¢ser y observadores en tierra. Los bombarderos Fairchild A-10, los cazas F-16, los Jaguar y otros aviones de combate aguardan en diversas bases italianas la orden de ataque, aunque muchos de ellos vuelan regularmente sobre Bosnia para garantizar la zona de exclusi¨®n. "Es poco habitual, aunque ventajoso a la vez, tener pilotos y controladores a¨¦reos avanzados que realizan operaciones en un pa¨ªs en el que supuestamente tendr¨¢n que utilizar todos sus conocimientos t¨¦cnicos", explica Petrie.
Desde hace meses, bajo el paraguas de Unprofor, controladores avanzados est¨¢n desplegados en Bosnia con visores l¨¢ser que permiten detectar objetivos militares para la aviaci¨®n. Los especialistas afirman que los misiles aire-tierra Maverick, los cohetes o los ca?ones r¨¢pidos que utilizan munici¨®n con uranio reducido son suficientes para destruir las posiciones de artiller¨ªa serbias, los puestos de mando y las defensas antia¨¦reas.
Desde un punto de vista militar, la eficacia de un ataque depende de la celeridad en su ejecuci¨®n -el sistema de comunicaciones es fundamental- para evitar la movilidad de los artilleros serbios. Paul Beaver, director de la revista Jane's Defence Weekly, advierte que "los serbios utilizar¨¢n, probablemente, la t¨¢ctica de dispara y corre: disparar unos proyectiles, cargar la pieza de artiller¨ªa en un cami¨®n e instalarla dos kil¨®metros, m¨¢s all¨¢ u ocultarla".
Las opiniones m¨¢s optimistas sobre las consecuencias de una intervenci¨®n occidental consideran que los sitiadores de Sarajevo son una pandilla de fanfarrones que se batir¨¢n en retirada tras la primera bomba. Es una inc¨®gnita qu¨¦ har¨ªa el potencial militar serbio ante un enemigo superior. No lo ha tenido hasta ahora.
Represalia
La primera preocupaci¨®n es la represalia que podr¨ªan sufrir los cascos azules. Los serbios, bien armados, conocen perfectamente el intrincado terreno por el que se mueven, mientras que los soldados de la ONU carecen de armamento ofensivo. Los expertos creen que tras el primer ataque de represalia de los serbios ser¨ªa muy dificil retirar a los cascos azules sin un elevado n¨²mero de bajas. El ministro de Exteriores belga, Willy Claes, admite este riesgo, pero afirma que hay que dar un serio aviso a los serbios.
Los ataques a¨¦reos borrar¨ªan la imagen de neutralidad que han intentado mantener Occidente y la ONU. Pero la cuesti¨®n clave es la que ha planteado el secretario norteamericano de Defensa, William Perry: "Cu¨¢l ser¨¢ el efecto pol¨ªtico y no si podemos bombardear y destruir algunas posiciones militares y matar alguna gente. Si los bombardeos son el primer acto de un nuevo melodrama, ?cu¨¢l es el segundo acto? ?Y el tercero? ?Cu¨¢l es el ep¨ªlogo?".
Argumentos a favor y en contra
?stos son algunos de los principales argumentos a favor y en contra de bombardear a las fuerzas serbias en Bosnia:A FAVOR
Ser¨ªa un acto de justicia ante los muerte de civiles inocentes en Sarajevo.
Contribuir¨ªa a restaurar la credibilidad de la OTAN, seriamente cuestionada tras las repetidas amenaza de intervenir militarmente en Bosnia, que han ca¨ªdo en saco roto. Si la OTAN no act¨²a en la antigua Yugoslavia, sostienen las voces m¨¢s cr¨ªticas, puede despedirse de ejercer influencia alguna en el resto de Europa del Este.
Doblegar¨ªa la intransigencia serbia y les obligar¨ªa a firmar la paz en las conversaciones de Ginebra. Esta afirmaci¨®n se basa en la idea de que los serbios son unos cobardes que se atreven a bombardear a civiles indefensos, pero que ante una fuerza de combate sena pondr¨ªan pies en polvorosa.
Aplacar¨ªa el malestar creciente en los pa¨ªses isl¨¢micos, cuyos gobiernos est¨¢n cada vez m¨¢s presionados por sus pueblos para que intervengan de una manera m¨¢s directa en Bosnia, en ayuda del pueblo musulm¨¢n de la antigua rep¨²blica yugoslava.
EN CONTRA
Tranquilizar¨ªa a los occidentales a corto plazo, pero ?y despu¨¦s? Si los serbios retiran su artiller¨ªa pesada para reanudar m¨¢s tarde los ataques contra Sarajevo, la OTAN correr¨ªa el riesgo de empantanarse en un conflicto interminable en el que, como ha demostrado Somalia, la superioridad tecnol¨®gica podr¨ªa no prevalecer en determinadas zonas.
Los serbios podr¨ªan atacar, en represalia, a los 9.000 cascos azules desplegados en Bosnia franceses, brit¨¢nicos, canadienses, espa?oles y holandeses, en su mayor¨ªa- oblig¨¢ndoles a una retirada humillante y peligrosa.
Los serbios podr¨ªan retirarse de las' conversaciones de Ginebra, o, como m¨ªnimo, retirar todas sus ofertas efectuadas hasta la fecha, mientras que los musulmanes se ver¨ªan empujados a adoptar posturas m¨¢s radicales. En resumen, la salida negociada estar¨ªa m¨¢s lejana que nunca.
Colocar¨ªa al presidente de Rusia, Bor¨ªs Yeltsin, en una dif¨ªcil posici¨®n ante la embestida de los sectores nacionalistas m¨¢s fanatizados, con VIad¨ªmir Zhirinovski a la cabeza, que son abiertamente proserbios.
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