Karadzic acepta retirar la artiller¨ªa que asedia la capital de Bosnia

Sarajevo De creer a los combatientes que luchan encarnizadamente en Sarajevo desde hace casi dos a?os, la paz puede estallar hoy en la capital de Bosnia. En una reuni¨®n inesperada auspiciada por el jefe militar de la ONU en Bosnia, el general brit¨¢nico Michael Rose, los jefes militares serbio y bosnio se vieron ayer las caras en el aeropuerto de Sarajevo -o lo que queda de ¨¦l- y acordaron un alto el fuego a partir del mediod¨ªa de hoy.

Las fuerzas serbias de Radovan Karadzic que asedian Sarajevo aceptaron retirar todo su armamento pesado y colocarlo bajo control de la ONU, seg¨²n anunci¨® el general brit¨¢nico Michael Rose, comandante de las Fuerzas de Protecci¨®n de la ONU (Unprofor) en Bosnia.El general Rose puntualiz¨® que la iniciativa de la reuni¨®n fue del jefe de Unprofor en la antigua Yugoslavia, el general Jean Cot, y del enviado especial del secretario general de la ONU, Yasushi Akashi, tras la matanza del s¨¢bado.

Por si acaso, por la noche segu¨ªa escuch¨¢ndose en la ciudad el tableteo de las ametralladoras, y espor¨¢dicamente tronaban las piezas artilleras. Los disparos y el sobrevolar de los aviones de reconocimiento de la OTAN son el paisaje sonoro ya habitual de esta ciudad sitiada a sangre y fuego desde hace 22 meses por los serbios desde las monta?as que la rodean.

El acuerdo conseguido inicialmente por bosnios y serbios tendr¨ªa, de llevarse a la pr¨¢ctica, un gran alcance y paralizar¨ªa de hecho las amenazas de intervenci¨®n inmediata de la OTAN. El presidente bosnio, Alia Izetbegovic, precis¨® por la noche en conferencia de prensa algunos de los puntos escamoteados antes por el general Rose, y se?al¨®, visiblemente satisfecho, que el alto el fuego que debe comenzar hoy se extender¨¢ a lo largo de cinco d¨ªas, durante los cuales las fuerzas de protecci¨®n de la ONU desplegadas en Sarajevo deber¨ªan neutralizar la artiller¨ªa pesada serbia que azota la ciudad.

Pasados estos cinco d¨ªas, y seg¨²n los t¨¦rminos del compromiso del aeropuerto de Sarajevo relatados por Alia Izetbegovic, el Gobierno bosnio estar¨ªa dispuesto a estudiar si sus propias tropas iniciaban tambi¨¦n la entrega de sus armas a las fuerzas de Naciones Unidas. El presidente, Izetbegovic entiende que el cumplimiento de este pacto por parte serbia podr¨ªa abocar a unas conversaciones de paz que sirvieran para poner fin al dram¨¢tico asedio de la capital bosnia y transferir directamente su salvaguarda a las fuerzas de la ONU.

Sus alrededor de 300.000 habitantes, los 300.000 de Sarajevo, soportan otro dram¨¢tico invierno privados de lo m¨¢s elemental, con agua y electricidad espor¨¢dicas y arriesgando la vida cada vez que quieren procurarse alimentos, como qued¨® de manifiesto en la reciente carnicer¨ªa del mercado de la capital bosnia, con casi 70 muertos y dos centenares de heridos por una granada de mortero. El tetrarreactor de transporte Ilyushin 76 de la Cruz Roja en que este enviado especial viaj¨® desde Zagreb, la capital croata, hasta Sarajevo, ven¨ªa atestado de estufas de le?a.

Pendientes de la radio

La matanza del s¨¢bado pasado, detonante del aparente basta de Estados Unidos y la OTAN, es la que ha precipitado la reuni¨®n de ayer, con la que los serbios de Radovan Karadzic pretenden desactivar la amenaza de una eventual entrada en acci¨®n de la aviaci¨®n de la OTAN contra sus posiciones artilleras. Los habitantes de Sarajevo estaban anoche pendientes de sus aparatos de radio en dos frentes distintos: por un. lado, las noticias que les llegaban de Bruselas, ciudad en la que el mando atl¨¢ntico pod¨ªa decidir por fin echarles una mano y parar la escabechina de los serbios; de otro, porque no daban cr¨¦dito a la posibilidad de que hoy pudieran dejarse de o¨ªr los ca?ones.

Sarajevo, donde la nieve de la antev¨ªspera era sustituida ayer por una lluvia mansa, va convirti¨¦ndose, entretanto, en una ciudad derruida como las que los archivos cinematogr¨¢ficos de la II Guerra Mundial han conservado para las generaciones futuras. Casas vac¨ªas, ruinas, silencio y calles desiertas, por las que casi exclusivamente transitan, junto a perdidos peatones, los fantasmag¨®ricos convoyes blancos de Naciones Unidas, que, r¨¢pidos para evitar los disparos y con las luces encendidas, dan un aire surreal a la desolaci¨®n.

Y se recordaba ayer, al anunciarse la pr¨®xima visita a la ciudad del presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico, Jos¨¦ Antonio Samarach, que hace s¨®lo 10 a?os Sarajevo era confiada primera p¨¢gina en todo el mundo porque en ella se inauguraban unos esperados Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno. El martes pasado se descubri¨® una l¨¢pida conmemorativa en las ruinas a que los ca?ones han reducido aquel estadio.

Nuevas amenazas

[En su actitud habitual de tender una mano mientras golpean con la otra, el general Milan Gvero, vicecomandante en jefe de las milicias serbias, advirti¨® que sus fuerzas impedir¨¢n la salida del territorio de la autoproclamada rep¨²blica serbia de Bosnia a todo el personal de la ONU, y a?adi¨® que est¨¢ comprobando si los miembros del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados han recibido la orden de abandonar el escenario de posibles bombardeos a¨¦reos de la OTAN, informa Reuter.]