El cubano Guti¨¦rrez Alea entusiasma en la Berlinale con 'Fresa y chocolate'
Jack Valenti, jefe de las 'majors' de Hollywood, ofrece concordia al cine europeo
ENVIADO ESPECIAL Casi dos minutos dur¨® la ovaci¨®n que provoc¨® Fresa y chocolate, una magistral y conmovedora pel¨ªcula dirigida por el maestro del cine cubano Tom¨¢s Guti¨¦rrez Alea. La pel¨ªcula, de una veracidad portentosa y una emotividad contagiosa, era considerada elitista y de poca audiencia, pero ayer se convirti¨® en la estrella del festival y distribuidores de todo el mundo pujan ahora por comprarla. Despu¨¦s, Jack Valenti, presidente de la Motion Pictures Association of America, habl¨® de concordia entre Hollywood y el cine europeo.
En la larga, distendida y vivaz conferencia de prensa que sigui¨® a la proyecci¨®n de Fresa y chocolate se mascaba la premonici¨®n de que hay un lugar importante destinado a esta admirable pel¨ªcula en la lista de premios final. Pero aunque no lo haya, es seguro ya que dar¨¢ la vuelta al mundo y m¨¢s que probable que pase -como han pasado Memorias del subdesarrollo, Las siete sillas, Muerte de un bur¨®crata y otras obras maestras de Guti¨¦rrez Alea- a la historia del arte cinematogr¨¢fico.No es posible apretar en una cr¨®nica de urgencia el vasto entramado de im¨¢genes y subentendidos, la infinidad de signos expl¨ªcitos y escondidos que derrama durante su transcurso el tiempo de esta pel¨ªcula generosa, emocionante, divertida y libre donde las haya. Es una desesperada invocaci¨®n a la esperanza, al mismo tiempo que una estremecedora comedia sobre la supervivencia de la amistad, la tolerancia, el amor, la solidaridad y la libertad en medio de un sofocante clima de opresi¨®n y derrumbe hist¨®rico.
Solidaridad y generosidad
La pel¨ªcula misma existe gracias a un acto de solidaridad y generosidad emocionante. Cuenta Alea: "Cuando la estaba comenzando ca¨ª enfermo. Me dijeron que ten¨ªa que operarme con urgencia y si el rodaje se interrump¨ªa la pel¨ªcula se perder¨ªa. Llam¨¦ entonces a un amigo m¨ªo cineasta, Juan Carlos Tab¨ªo, y le pregunt¨¦ si conoc¨ªa a alguien que pudiera sustituirme. El mismo lo hizo al d¨ªa siguiente: estaba rodando su pel¨ªcula y la abandon¨® en manos de otro amigo para ocuparse de la m¨ªa. De ah¨ª que lleve tambi¨¦n su firma. Existe por ¨¦l y es tan suya como m¨ªa"."La pel¨ªcula", prosigue Alea, "no pretende ser una simple denuncia del acoso que el homosexual padece bajo el sistema pol¨ªtico cubano, como en otras muchas partes del mundo. La homosexualidad es en Fresa y chocolate una met¨¢fora. La f¨¢bula trasciende el pretexto argumental y va mucho m¨¢s all¨¢, porque quiere afirmar antes que negar, exaltar la libertad y la tolerancia antes que rechazar la opresi¨®n y la intolerancia. Pienso que el arte debe afirmar antes que negar. Lo que el artista niega debe deducirse de lo que afirma".
"?Y qu¨¦ pretendo afirmar", afirma Alea. "Yo lo dir¨ªa como me lo dijo a m¨ª una vez un amigo, con un s¨ªmil cinematogr¨¢fico: el socialismo es un gui¨®n muy bueno que ha tenido en Cuba una puesta en escena desastrosa. Quiero decir que yo s¨®lo soy un cineasta cubano y por ello lo que intento es ejercer mi oficio, tener mis ideas y hacer mis actos de manera que en Cuba ese gui¨®n tenga una buena puesta en escena".
Guti¨¦rrez Alea, un cl¨¢sico viviente, considerado por muchos historiadores el m¨¢s grande cineasta de nuestro idioma, tras la sombra de Bu?uel, abandon¨® el podio de los triunfadores sonriente ante los aplausos,- p¨¢lido, muy delgado -lo que agranda sus enormes ojos de sorprendente claridad- y parsimonioso a causa de la fatiga de un intenso trabajo y una dura convalecencia, que simultane¨® detr¨¢s de la c¨¢mara de Fresa y chocolate.
Y acto seguido se encaram¨® a ese mismo podio la peque?a y ¨¢gil estatura de seda negra de Jack Valenti. Y tras la poes¨ªa del arte del cine son¨® la prosa del negocio del cine: ganada en el GATT por Europa -gracias a la firmeza de Francia- la "batalla de la excepci¨®n cultural" el jefe de Hollywood brind¨® acuerdos, negociaciones de paz y concordia para las nuevas e inminentes escaramuzas de la "guerra del audiovisual". Era otro mundo dentro de un mismo universo.
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