Los 'cascos azules' franceses toman posiciones en la cadena de colinas que rodea la capital bosnia
?. S. C. ENVIADO ESPECIAL, "En esos bloques de apartamentos que ve usted all¨¢ abajo aparentemente vac¨ªos, hay dos ej¨¦rcitos. Dentro de las casas hay hombres uniformados y armados no s¨®lo con armas ligeras. Nadie lo dir¨ªa, pero es as¨ª. Yo los veo todos los d¨ªas". El capit¨¢n de los cascos azules franceses de la Fuerza de Protecci¨®n de las Naciones Unidas (Unprofor) se?ala, desde lo alto de una colina que domina el aeropuerto de Sarajevo, en Mojmilo, hacia el barrio de Dobrinja, abajo, escenarios ambos, hasta el mi¨¦rcoles pasado, de dur¨ªsimos combates entre las tropas serbias y las bosnio-musulmanas.
Por primera vez en casi dos a?os la posici¨®n de Mojmilo (a 700 metros de altura y sobre la l¨ªnea del frente, ocupada hasta la se mana pasada por una bater¨ªa de morteros bosnios) y el barrio de Dobrinja permanecen silenciosos. Los soldados franceses de la ONU, en cumplimiento del alto ,el fuego vigente, han tomado posiciones en la colina. Es la primera vez desde 1992 que ojos civiles pueden contemplar este panorama intensamente nevado, a cuyas proximidades s¨®lo es posible llegar en blindados todoterreno.Dobrinja, en las afueras de Sarajevo, es un barrio de bloques modernos de seis plantas, con tejados blancos, ocres o verdes, de alrededor de dos kil¨®metros de largo por medio de ancho. Desde la colina de Mojinilo parece ilusoriamente una gran extensi¨®n urbana desierta, salvo por los esqueletos de cientos de coches correctamente aparcados para siempre junto a los bloques de viviendas.
El barrio est¨¢ dividido a lo ancho por una gran avenida y una rotonda. "La gran avenida, tierra de nadie, separa los frentes: a la izquierda, los serbios; a la derecha, los bosnios. Hasta el mi¨¦rcoles esto era un infierno de disparos de mortero y francotiradores. Ahora, de lado a lado de la calle se hablan entre ellos", asegura el capit¨¢n Yves Simeoni, infanter¨ªa de Marina, Le Mans, y hasta hace unas semanas con las tropas de la ONU en Somalia.
La colina y la zona que domina abajo, en Dobrinja, tiene un enorme valor estrat¨¦gico, porque controla el aeropuerto, en manos de las tropas de la ONU, y es paso obligado hacia Lukavica, m¨¢s al este, donde las fuerzas serbias tienen su estado mayor y concentran una parte de su armamento. En Mojmilo est¨¢ adem¨¢s el principal dep¨®sito de agua de los que abastecen Sarajevo.
"Algo ha cambiado en los ¨²ltimos d¨ªas. La gente aqu¨ª est¨¢ esperando algo, aunque no sabe muy bien qu¨¦". El capit¨¢n Simeoni habla junto a un bunker que domina el alto, recuerdo de la II Guerra Mundial y utilizado ahora como dormitorio hace un fr¨ªo polar- por la patrulla francesa de 16 hombres que bajo su mando vigila 24 horas al d¨ªa desde aqu¨ª el cumplimiento del cese de hostilidades.
Desde la posici¨®n de los cascos azules se divisa un H¨¦rcules de transporte rodando hacia el despegue por la pista del aeropuerto de Sarajevo. Los cuatro d¨ªas de tregua a los que Simeoni atribuye el nacimiento de una esperanza han servido para que en el aeropuerto, sede del segundo batall¨®n franc¨¦s, la alerta est¨¦ en el m¨¢s bajo de sus cuatro niveles. El cuarto es ataque directo y el segundo, "combates espor¨¢dicos en Sarajevo". Tambi¨¦n en el puesto de mando de Unprofor, el nivel ha descendido del amarillo al verde. El rojo es alerta total.
Pero desde donde estamos se ve a lo lejos, al suroeste y entre la niebla, el imponente monte Igman. Y sobre sus nevadas cimas sigue reinando la artiller¨ªa pesada serbia.
Rehenes de un equ¨ªvoco
El coronel Descamps, del segundo batall¨®n franc¨¦s de la ONU en Sarajevo, bajo cuyo control est¨¢ el aeropuerto, no pod¨ªa dar cr¨¦dito a sus o¨ªdos cuando una patrulla bosnia, uniformada a su aire, le pidi¨® que ¨¦l y sus hombres, sus veh¨ªculos blindados y el grupo de periodistas que les acompa?aba en Mejmilo le siguieran hacia un cuartel del Ej¨¦rcito bosnio. Eran las dos de la tarde.El coronel franc¨¦s mostr¨® en vano papeles sellados por el Ministerio de Informaci¨®n bosnio, por los que se autorizaba a la agencia Reuter, a las cadenas de televisi¨®n CNN, IIN y NBC y a EL PMS a visitar por primera vez, y acompa?ados de los cascos azules, esta l¨ªnea del frente en las afueras de Sarajevo.
La comitiva, escoltada por los combatientes bosnios, Kalasnikov en mano, dio marcha atr¨¢s desde la colina y Reg¨® por entre la nieve hasta los veh¨ªculos todoterreno. Con un soldado bosnio en cada uno de ellos, los blindados de la ONU y de los periodistas fueron conducidos al cuartel Ramiz Salgin.
Alrededor de una hora despu¨¦s, y con un caf¨¦ de cortes¨ªa de por medio, el equ¨ªvoco (fallo en las comunicaciones entre los canales pol¨ªticos y militares bosnios) se deshizo. Todos los rehenes pudieron abandonar el cuartel.
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