Las fuerzas de seguridad egipcias detienen a 900 extremistas musulmanes a lo largo de una semana
M¨¢s de 900 detenciones en una semana. Estad¨ªsticas difundidas en El Cairo, revelan ayer la dimensi¨®n que est¨¢ adquiriendo el creciente conflicto entre el Gobierno egipcio y grupos de extremistas musulmanes. La redada contra la Garna¨¢ al Islamiya es una de las m¨¢s vastas operaciones de los ¨²ltimos meses. Si bien en medios oficiales reinaba la euforia, en medios pol¨ªticos hay gran inquietud: el Gobierno de Hosni Mubarak ha pasado decididamente a la ofensiva, pero sus m¨¦todos pueden consolidar el ciclo represi¨®n-violencia que ya hace tambalear el sistema.
Los servicios de seguridad aseguran que entre los arrestados hay 38 militantes de cuidado. Escuetos informes semioficiales indicaban que todos eran interrogados en las mismas prisiones donde organismos defensores de los derechos humanos y el Gobierno estadounidense sostienen que la tortura no es precisamente un recurso de excepci¨®n. La envergadura de la campa?a refleja un creciente nerviosismo oficial. Lo que hasta hace un a?o era descrito por las autoridades como "un fen¨®meno pasajero y sin importancia ni apoyo popular" es hoy el problema m¨¢s agudo y serio para el Gobierno pro occidental de Mubarak. Decirlo as¨ª, sin ambages, irrita cada vez m¨¢s al r¨¦gimen, como qued¨® demostrado hace dos d¨ªas con la admonici¨®n del Ministerio de Informaci¨®n a los corresponsales extranjeros en El Cairo. Desde el punto de vista oficial, el conflicto en Egipto ha sido "exagerado maliciosamente" por la prensa. La m¨¢s reciente v¨ªctima de la suceptibilidad gubernamental fue la agencia de noticias francesa France Presse, a la que el Gobierno amenaz¨® con llevar a los tribunales "por tratar de dar la impresi¨®n de que los grupos terroristas en Egipto constituyen una aut¨¦ntica fuerza". En el actual clima, incluso la menci¨®n del nombre de la Gama¨¢ se est¨¢ convirtiendo en motivo de reprimendas.El Gobierno quiere imponer el uso del calificativo uniformador de "terroristas". As¨ª, a secas, para evitar cualquier asociaci¨®n con los movimientos musulmanes. Mubarak no quiere . ser visto en abierto y dr¨¢stico conflicto con el islam. Apariencias aparte, es indiscutible que los extremistas -que iniciaron su rudimentaria, pero eficiente campa?a militar contra la vital industria tur¨ªstica en octubre de 1992 y que el mi¨¦rcoles dispararon contra un barco con 17 turistas en el Nilo- est¨¢n logrando importantes objetivos psicol¨®gicos.
Uno de los m¨¢s recientes comunicados de la Gama¨¢, amenazando a principios de mes con infligir "terrible castigo" a los extranjeros que no abandonen con urgencia Egipto, consigui¨® que se estableciera cierto paralelo apresurado con Argelia, donde ya han muerto 27 extranjeros a manos de asesinos musulmanes. En a?o y medio en Egipto, tres turistas perdieron la vida en ataques atribuidos a la Gama¨¢.
Entre muchos de los aproximadamente 35.000 extranjeros con residencia en El Cairo hay nerviosismo, pero, que se sepa, todav¨ªa nadie se ha marchado por miedo. La embajada de Estados Unidos est¨¢ evaluando la situaci¨®n con alarma mal disimulada. Los ¨²nicos que aparentemente han tomado medidas concretas son los 23 ingenieros polacos que esta misma semana han abandonado la ciudad sure?a de Asiut para replegarse a la relativa seguridad de El Cairo. La decisi¨®n fue adoptada d¨ªas despu¨¦s de que unos pistoleros ametrallaran un autob¨²s que transportaba a seis rumanos por el Alto Egipto.
La comunidad extranjera no es la ¨²nica receptora de las amenazas integristas. La Gama¨¢ dio ayer un ultim¨¢tum a la poblaci¨®n para que retire, antes del d¨ªa 22, sus ahorros de los bancos nacionales y extranjeros, contra los que el grupo radical ha iniciado una campa?a de atentados. El primero ocurri¨® el lunes en El Cairo, contra el Kuwait Alexandria Bank.
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