El jefe del batall¨®n espa?ol de Medjugorje considera improbable que la unidad sea atacada por los serbios

"De todo el contingente de cascos azules desplegado en Bosnia, las tropas espa?olas son las que correr¨¢n menos riesgos en una eventual represalia de los serbios contra las unidades de Unprofor. Somos los que estamos m¨¢s lejos de las zonas de combate con las fuerzas serbias". El teniente coronel Emilio P¨¦rez Alam¨¢n, jefe de la plana mayor del batall¨®n espa?ol de cascos azules, trata de mostrar una gran tranquilidad en su despacho de la base de Medjugorje, a tres d¨ªas de cumplirse el ultim¨¢tum de la OTAN a los serbios que asedian Sarajevo. La misma tranquilidad que se respira en esta peque?a localidad bosnia, poblada mayoritariamente por croatas de ferviente fe cat¨®lica, en la que un d¨ªa, seg¨²n cuenta la leyenda, se apareci¨® la Virgen.

La amenaza de bombardeos a¨¦reos en los alrededores de Sarajevo no parece haber alterado la vida en Medjugorje. La espesa capa de nieve que cubre el pueblo configura una imagen buc¨®lica que ni siquiera se rompe con la presencia de los blindados blancos de las tropas espa?olas bajo bandera de la ONU. La atenci¨®n est¨¢ centrada en Sarajevo. Los medios de comunicaci¨®n tambi¨¦n. Desde aqu¨ª el frente se ve lejos, cada vez m¨¢s lejos conforme se acerca el d¨ªa 21.En realidad, el escenario de los combates m¨¢s proximo est¨¢ tan s¨®lo a 30 kil¨®metros: Mostar. En esta ciudad es donde los soldados espa?oles pueden correr el mayor riesgo en caso de una intervenci¨®n militar de la Alianza Atl¨¢ntica en Bosnia. Dividida entre musulmanes (encerrados en la parte oriental) y croatas (en la occidental) la ciudad est¨¢ al alcance de la artiller¨ªa serbia desplegada en las monta?as colindantes.

Tras haber machacado Mostar a placer durante largos meses, hoy los serbios contemplan desde su privilegiada posici¨®n como musulmanes y croatas culminan la destrucci¨®n de la ciudad y de las vidas de sus habitantes. Pero los morteros y ca?ones serbios siguen teniendo a su alcance cualquier punto de Mostar, incluida la posici¨®n que ocupan los 30 soldados espa?oles encargados de custodiar los convoyes con ayuda humanitaria que entran en la parte oriental de la ciudad.

Estos 30 hombres son, de todos los uniformados espa?oles a lo largo y ancho de la antigua Yugoslavia, los que quedar¨¢n m¨¢s expuestos a una posible represalia serbia en caso de un eventual ataque de la OTAN. "Es un hecho que lo serbios tienen Mostar a su alcance, aunque no creo que la presencia de cascos azules tenga entidad suficiente para convertir este sitio en el escogido para llevar a cabo una acci¨®n de represalia", sostiene el teniente coronel P¨¦rez Alam¨¢n. "En todo caso", a?ade, "vivimos una situaci¨®n de tension, aunque no mayor que en los momentos de los peores combates registrados en Mostar".

Medidas de seguridad

Cuando se pregunta a los oficiales espa?oles sobre las medidas adoptadas tras el anuncio del ultim¨¢tum a los serbios, la respuesta es siempre la misma: "Estamos en una zona de guerra". P¨¦rez Alam¨¢n confiesa que sus hombres act¨²an estos d¨ªas como si el ataque a¨¦reo se fuera a producir sin ning¨²n g¨¦nero de dudas: "Nosotros siempre nos colocamos ante la peor eventualidad". ?Y si se produce el bombardeo? "La primera cuesti¨®n es si habr¨¢ reacci¨®n de la parte atacada. Ante esta posibilidad tenemos preparadas diversas medidas de seguridad, como los refugios o la dispersi¨®n de los soldados". El repliegue del contingente espa?ol no se ha contemplado, aseguran los oficiales de Medjugorje.A tres d¨ªas de vencer el ultim¨¢tum las tropas espa?olas siguen realizando con normalidad sus misiones: patrullas, reconocimiento, escolta de convoyes, mantenimiento de las rutas. Alguna de ellas, concretamente la protecci¨®n de alg¨²n convoy del ACNUR (Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas) se ha tenido que suspender debido al mal estado de las carreteras tras las intensas nevadas ca¨ªdas durante los ¨²ltimos tres d¨ªas.

Los blindados espa?oles realizan sus misiones de escolta a lo largo de tres rutas: a Mostar (al este y al oeste), de uno a dos convoyes diarios por t¨¦rmino medio; hacia Bosnia central, unos cuatro o cinco convoyes diarios; desde Metkovic a Studena, donde las tropas espa?olas son relevadas por brit¨¢nicas; y la ruta de Jablanica, por la que se protegen convoyes, uno por semana, con destino a Sarajevo. La zona de actuaci¨®n de los soldados espa?oles es, pues, una de las m¨¢s extensas de Bosnia-Herzegovina, solo comparable con la que est¨¢ bajo la responsabilidad de los brit¨¢nicos.

La diferencia, a favor de los espa?oles, es que el territorio por el que transitan est¨¢, en su mayor¨ªa, lejos de los frentes abiertos por los rebeldes serbios.