Rusia recompone su imperio
El Kremlin refuerza su presencia con 30 bases militares en las rep¨²blicas de la antigua URSS
Casi 30 bases militares rusas se crear¨¢n este a?o en la Comunidad de Estados Independientes (CEI). As¨ª lo ha anunciado el ministro de Defensa, P¨¢vel Grachov. Y el tratado de amistad con, Georgia, firmado hace dos semanas, es el primer testimonio de la nueva pol¨ªtica del Kremlin, decidido a tener una presencia militar de primer orden en el antiguo imperio sovi¨¦tico. Sin embargo, esta nueva pol¨ªtica, seg¨²n algunos observadores, va mucho m¨¢s all¨¢ del deseo de Rusia de garantizarse una presencia militar en las rep¨²blicas que integraban la URSS: muestra la voluntad de recomponer el desmembrado imperio.El ataque a un puesto fronterizo ruso en Tayikist¨¢n en el verano de 1993, que produjo la muerte de una veintena de soldados del Ej¨¦rcito ruso, tuvo una consecuencia positiva para los partidarios de revisar la doctrina militar e hizo replantearse el problema de la presencia de soldados rusos en los pa¨ªses que antes formaban parte de la URSS. Hasta ese ataque parec¨ªa que ganaban los partidarios de retirar las tropas rusas acantonadas en la CEI y que el Kremlin estaba resignado a perder las posiciones militares que ten¨ªa en esos pa¨ªses.
Despu¨¦s de Tayikist¨¢n, las cosas cambiaron: los uniformados lograron convencer a los pol¨ªticos de que Rusia no pod¨ªa retirar a sus soldados de all¨ª, puesto que esa frontera no era s¨®lo la de Tayikist¨¢n, sino tambi¨¦n la de la CEI y, en ¨²ltima instancia, la de Rusia misma. Ni siquiera el fantasma de un nuevo Afganist¨¢n -y los partidarios de la retirada de los soldados rusos de Tayikist¨¢n aseguraban que ¨¦ste era un peligro real- surti¨® efecto sobre los dirigentes del Kremlin, que apostaron por fortalecer la presencia militar en esa rep¨²blica centroasi¨¢tica.
Despu¨¦s de los acontecimientos en la frontera tayiko-afgana, Mosc¨² firm¨® un acuerdo con Turkmenist¨¢n para proteger la frontera de este pa¨ªs con Ir¨¢n y Afganist¨¢n. Rusia tambi¨¦n defiende las fronteras de Kirguizist¨¢n y Uzbekist¨¢n.
La Transcaucasia, como el Asia Central, es otra zona clave para Rusia, que algunos dirigentes estaban dispuestos a abandonar hace un tiempo. Pero su abandono encierra el peligro de desestabilizaci¨®n en el C¨¢ucaso del Norte, donde se encuentra una serie de rep¨²blicas monta?osas, primordialmente de cultura musulmana, que integran la Federaci¨®n Rusa. Esto es algo que ahora comprenden en el Kremlin, que trata de recuperar el terreno perdido y afianzar su presencia militar en la zona.
La derrota de los georgianos en Abjazia y las desastrosas consecuencias de la guerra contra los partidarios del ex presidente Zviad Gamsajurdia lograron neutralizar a los nacionalistas, que culpan de todos los males a Rusia, e hicieron posible que Edvard Shevardnadze firmara el tratado de amistad con Mosc¨². Gracias a ¨¦ste, Grachov obtuvo la autorizaci¨®n de Tbilisi para establecer en Georgia tres bases militares. De hecho, en ese territorio, Rusia tiene dos bases m¨¢s. Se trata de los soldados rusos emplazados en Abjazia, autodeclarada independiente de Georgia.
?sta ha sido la primera golondrina de la primavera militar rusa. Otras vendr¨¢n sin falta: ser¨¢n 27 o 30 las bases qu¨¦ Rusia crear¨¢ en la CEI este a?o.
Rusia firmar¨¢ con Armenia un documento similar al suscrito con Georgia, s¨®lo que all¨ª prev¨¦ tener una sola base militar, como ha explicado el general Alexandr Galkin. El Kremlin tambi¨¦n desea tener una base militar en Azerbaiy¨¢n, el ¨²nico pa¨ªs de la CEI cuyas fronteras no est¨¢n patrulladas por soldados rusos. Despu¨¦s de la ca¨ªda del presidente nacionalista azerbaiyano Abulfaz Elchib¨¦i y la vuelta al poder de Heydar Al¨ªyev, las posibilidades de firmar un acuerdo militar con Azerbaiy¨¢n han aumentado considerablemente.
Los pa¨ªses b¨¢lticos -Estonia, Letonia y Lituania- tambi¨¦n se encuentran en la esfera de intereses de Rusia, como ahora el Kremlin mismo ha declarado. Esto se debe no s¨®lo a causas geopol¨ªticas, sino tambi¨¦n al hecho de que en ellos hay un gran porcentaje de rusohablantes, cuya situaci¨®n en las dos primeras rep¨²blicas es por lo menos incierta. Mosc¨² no puede permanecer indiferente ante la suerte de los rusos en el B¨¢ltico y, aunque ha prometido retirar las tropas all¨ª acantonadas independientemente de la situaci¨®n de los rusohablantes, de hecho est¨¢ utilizando su presencia militar para tratar de que Estonia y Letonia modifiquen las leyes que discriminan a ¨¦stos. La nueva pol¨ªtica rusa no ha pasado inadvertida en estos pa¨ªses, y el jueves el Parlamento estonio protest¨® oficialmente por lo que califica de ambiciones imperialistas de Rusia. El Kremlin retir¨® sus soldados de Lituania, pero todav¨ªa tiene unos 13.000 efectivos en Letonia y unos 3.000 en Estonia.
Bielorrusia, Ucrania y Kazajst¨¢n poseen una importancia vital para Rusia, entre otras cosas, por las armas nucleares que todav¨ªa se hallan all¨ª. Con el primer pa¨ªs, el Kremlin pr¨¢cticamente no tiene problemas, como lo demuestra el hecho de la uni¨®n monetaria que han acordado formar Mosc¨² y Minsk. Este acuerdo es visto por algunos analistas como el primer paso real para empezar a recomponer el antiguo imperio.
Las relaciones con Ucrania son tensas debido al problema de la Flota del Mar Negro, cuya principal base est¨¢ en territorio ucranio, y tambi¨¦n al problema de las armas nucleares, que Kiev se muestra reacio a entregar.
Andranik Migrani¨¢n, asesor del presidente Bor¨ªs Yeltsin, considera que Rusia no debe insistir en lograr que Ucrania sea un Estado desnuclearizado, pues en el caso de que ¨¦ste no cumpla los acuerdos de Lisboa, la ratificaci¨®n del START II entre Rusia y EE UU ser¨¢ imposible. Y este tratado da muchas ventajas a EE UU, dice Migrani¨¢n.
Por ¨²ltimo, Rusia firmar¨¢ con Kazajst¨¢n un tratado de colaboraci¨®n militar, cuyo texto est¨¢ "pr¨¢cticamente acordado", seg¨²n el presidente kazajo, Nursult¨¢n Nazarb¨¢yev. El documento regular¨¢ la utilizaci¨®n de los pol¨ªgonos que Rusia tiene en esa rep¨²blica.
Todo lo dicho no significa necesariamente que Rusia absorber¨¢ a las ex rep¨²blicas sovi¨¦ticas en un solo Estado, pero s¨ª que est¨¢ decidida a mantener sus intereses en esta zona y no entregarlos a pa¨ªses potencialmente competidores como pueden ser Turqu¨ªa, Ir¨¢n o China.
La alternativa a una "Rusia imperial" es, seg¨²n el conocido soci¨®logo V¨ªktor Gushchin, "la autoliquidaci¨®n". Y Gushchin advierte: "Pero esto ¨²ltimo ser¨¢ ya una cat¨¢strofe de car¨¢cter global. Y entonces tanto en las rep¨²blicas de la ex URSS como en otros pa¨ªses extranjeros muchos lamentar¨¢n no haber apoyado las aspiraciones imperiales de Rusia".
Los rusos de la di¨¢spora
Pero si los rusohablantes son un dolor de cabeza para los nuevos dirigentes ucranios, kazajos, moldavos y b¨¢lticos, la situaci¨®n en Asia Central es completamente diferente. All¨ª los rusos, que no viven en forma compacta, sino que est¨¢n diluidos entre la poblaci¨®n musulmana, han sido incapaces de adaptarse a la nueva realidad y han comenzado a emigrar en masa de Tayikist¨¢n, Turkmenist¨¢n, Uzbekist¨¢n y Kirguizist¨¢n. Cosa que no preocupa mucho a ciertos partidarios de recomponer el imperio ruso, que opinan que estos pa¨ªses, de todas maneras, quedar¨¢n bajo la influencia de Mosc¨² y servir¨¢n de Estados tampones.El Gobierno de Bor¨ªs Yeltsin tiene preparado un amplio programa para proteger a los 30 millones de rusos que viven en la antigua URSS y que contempla limitar la ayuda econ¨®mica a las rep¨²blicas ex sovi¨¦ticas que no respeten los derechos de la minor¨ªa rusa.
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