El hombre que quiso matar a De Gaulle
Ha muerto Georges Watin, 'Chacal'
Georges Watin ha muerto. El nombre no le dir¨¢ nada al lector espaf¨ªol, que s¨®lo sabe de Watin a trav¨¦s de Chacal, una pel¨ªcula de intriga pol¨ªtica basada en una novela de Frederick Forsythe. Watin le sirvi¨® de modelo a ese fabricante de grandes ¨¦xitos editoriales que es Forsythe. No ten¨ªa el rostro de Edward Fox ni la elegancia fr¨ªa y calculadora del actor brit¨¢nico, que le prest¨® a Watin una profesionalidad en el terrorismo de un orden muy distinto al real. Watin, que ahora acaba de fallecer en Paraguay a los 71 a?¨ªos, hab¨ªa nacido en 1923 en Duperr¨¦, en Argelia.
Ese origen marcar¨¢ la orientaci¨®n de su violencia. En 1956, dos a?os despu¨¦s de iniciada la guerra en Argelia, Watin participa en el secuestro de Mohamed Chaouche, del que se sospecha act¨²a como recaudador de fondos para el FLN (Frente de Liberaci¨®n Nacional). Chotiche muere despu¨¦s de ser torturado. A partir de ese primer asesinato Watin decidir¨¢ que todos los medios son buenos cuando la causa es just¨¢ y para ¨¦l Argelia era francesa y deb¨ªa seguir si¨¦ndolo por los siglos de los siglos.El hombre no estaba para grandes discusiones morales o te¨®ricas, tal y c¨®mo lo prueba que considerase al general Salan, comandante en jefe en Argel, como a un traidor y que, en 1957, atentase contra ¨¦l disparando con un bazzoka contra su despacho. Cinco a?os despu¨¦s, ya dentro de la OAS (Organisation Arin¨¦e Secr¨¦te), estar¨¢ bajo las ¨®rdenes de ese mismo Salan, ahora cabecilla de los generales insurrectos contra De Gaplle.
La OAS, fundada en 1961 por generales rebeldes y de simpat¨ªas pro-fascistas, encontr¨® un buen cobijo en Espa?a, donde se refugiaron varios de sus miembros. En s¨®lo un a?o realiz¨® 751 atentados en Francia, intentando sembrar el caos, propiciar un golpe de Estado y acrecentar el n¨²mero de partidarios de iffla soluci¨®n militar. Watin, que en Argelia se hab¨ªa distinguido organizando acciones criminales contrala poblaci¨®n ¨¢rabe, es expulsado hacia Francia en 1961, donde es detenido y puesto en libertad sin cargos.
La obsesi¨®n anti-gaullista de la OAS har¨¢ que se crea que la soluci¨®n a una guerra colonial pase por asesinar al general. En 1962 Watin forma parte de la llamada OAS-France Mission 111 que, a las ¨®rdenes del teniente coronel Jean Marie BastienThiry y de Andr¨¦ Canal, alias el mon¨®culo, deja el Citro¨¦n DS de De Gaulle convertido en un colador. Es el atentado llamado del Petit Clamart, del que De Gaulle y su esposa escapan milagrosamente ilesos. En Chacal la operaci¨®n es evocada y Watin cree que su fracaso se debe a la participaci¨®n de demasiada gente y a falta de "profesionalismo". Un a?o despu¨¦s, en febrero de 1963, es sirvi¨¦ndose de un fusil con mirilla telesc¨®pica como quiere reparar las balas perdidas de pocos meses antes. La conspiraci¨®n es descubierta en el ¨²ltimo momento y Watin se refugia en Suiza.
La justicia francesa le conden¨® a muerte en rebeld¨ªa pero Watin aprovech¨® que, en la ¨¦poQa, no exist¨ªa un convenio de extradici¨®n entre los dos pa¨ªses, para negociar su posterior traslado a Paraguay, donde viv¨ªa desde mediados los a?os 60. En julio de 1968 fue amnistiado y en 1986 dio a¨²n que hablar al aparecer su nombre envuelto en una estafa de considerables dimensiones.
Frederick Forsythe confiri¨® aWatin una dimensi¨®n heroica y aventurera que poco tiene que ver con la realidad. Sus acciones como terrorista son tan espectaculares sobre el papel como fallidas en la pr¨¢ctica. Lo suyo era ejercer como torturador y pistolero, m¨¢s que como James Bond galo. A Watin
nunca le importaron demasiado las vidas de los 25.000 soldados franceses muertosen Argelia ni las de los 5.000 europeos asesinados all¨ª. Esa estad¨ªstica la resolv¨ªa con la de los 140.000 partidarios del FLN muertos en combate,o los 16.000 ¨¢rabes que gente como ¨¦l contribuyeron a hacer desaparecer. Lacabeza de De Gaulle, con un balazo en lasien, hubiese podido equiparar la contabilidad mortuoria.
La buena pel¨ªcula que Fred Zinnemann rod¨® en 1973 sobrela historia de Watin y sus del obvia, como la novela Forsythe, la dimensi¨®n pol del caso para convertirlo todo un asunto de suspense y terrorismo internacional en la l¨ªne,?qu¨¦ habr¨ªa pasado si Hitler biese muerto en 1944, Leni 1950 y la guerra civil espa tuviese a los republicanos c ganadores? Para Forsythe 1 ci¨®n permite plantear otro de interrogantes que la reafl como el preguntarse por q pod¨ªa estar interesado, en un no internacional, en la desa ci¨®n de De Gaulle, un perse que era mirado con recel muchas canciller¨ªas.
En otro orden de cosas, la pel¨ªcula supone tambi¨¦n la primera aparici¨®n en una cinta de espect¨¢culo de Delphine Se una mujer que hasta entonces hab¨ªa reservado para el p¨²blico de Arte y Ensayo. Ese s¨ª e buen recuerdo y una pregunta sin respuesta.
Babelia
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