Los obispos, divididos ante una eventual ampliaci¨®n de capital en la Cadena COPE
La radio episcopal ha perdido 4.000 millones de pesetas en dos a?os
Los obispos est¨¢n divididos ante una futura ampliaci¨®n de capital de la Cadena de Ondas Populares Espa?olas (COPE) para hacer frente a las p¨¦rdidas de 4.000 millones en los dos ¨²ltimos a?os. Seg¨²n el secretario de la Conferencia Episcopal, Jos¨¦ S¨¢nchez, "al mes de febrero no se contempla la ampliaci¨®n, pero habr¨¢ que esperar al verano". A los ¨²ltimos malos ejercicios se une la queja de obispos catalanes y vascos por el tratamiento que reciben sus comunidades aut¨®nomas en las emisoras en las que la Conferencia Episcopal, junto con di¨®cesis y ¨®rdenes religiosas, tienen mayor¨ªa accionarial.
Ante esta situaci¨®n, algunos obispos se plantean la desconexi¨®n parcial de sus emisoras, y otros, la venta de la cadena. Una tercera postura ve en la l¨ªnea agresiva de la COPE el objetivo de incomodar a la Iglesia hasta forzar a medio plazo su salida del accionariado y dejar la cadena en manos de su consejero delegado, Eugenio Gald¨®n.Un Mercedes azul, con su ch¨®fer, permaneci¨® dos horas delante de la sede de la Conferencia Episcopal durante la reuni¨®n de su ¨²ltima permanente, del 15 al 18 de febrero. En el interior del edificio, el consejero delegado de la COPE informaba a los obispos de las ¨²ltimas emisoras asociadas a la cadena y de sus ¨²ltimos n¨²meros (rojos). Gald¨®n, con sus cuentas en la mano, tranquilizaba a los obispos asegur¨¢ndoles que, de momento, no se contemplaba una ampliaci¨®n de capital.
Hace dos a?os, la COPE tuvo que ampliar capital en 1.750 millones. La Iglesia no fue a la ampliaci¨®n, por lo que permiti¨® la entrada de accionistas laicos. El dinero de la ampliaci¨®n pr¨¢cticamente se ha fundido con las p¨¦rdidas de los a?os 1992-1993: unos 4.000 millones de pesetas. Es decir, que dos a?os despu¨¦s la Iglesia se enfrenta al mismo problema, pero, adem¨¢s, con un cisma entre sus obispos por la l¨ªnea de la cadena.
A las nueve de la noche del mismo d¨ªa, el que esperaba en el vest¨ªbulo de la Conferencia Episcopal era el presidente de la COPE, el ex ministro de UCD Salvador S¨¢nchez Ter¨¢n. Durante m¨¢s de media hora, se reuni¨® a solas con el presidente de los obispos, El¨ªas Yanes, y con el presidente de la comisi¨®n de medios de comunicaci¨®n social, Antonio Montero. A la salida de la reuni¨®n, Montero no quiso hacer declaraciones y s¨®lo coment¨®: "Yo no entiendo. Dicen que tenemos m¨¢s audiencia que nadie, pero perdemos dinero. Nuestro consejero delegado dice que es normal y yo, tengo que creerle".
L¨ªnea agresiva
Pero, aparte de la situaci¨®n econ¨®mica, lo que m¨¢s preocupa a los obispos es la l¨ªnea que ha seguido la COPE desde que Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa y Antonio Herrero se incorporaron a ella. Los comentarios de este ¨²ltimo, sus invitados, las tertulias, son conflicto permanente en la Conferencia Episcopal. Los obispos catalanes y vascos son los que m¨¢s abiertamente critican a su propia cadena radiof¨®nica, por los comentarios despectivos hacia sus comunidades aut¨®nomas.La revista del arzobispado de Barcelona, Catalunya Cristiana, publicaba un editorial en octubre en el que escrib¨ªa sobre la COPE: "La cadena se sit¨²a a la vanguardia de los ataques contra Catalunya. Cada d¨ªa son m¨¢s los cat¨®licos que expresan su malestar a causa de ello y que, por descontado, abandonan e invitan a abandonar su conexi¨®n". Y acababa: "Aun tomando nota del ¨¢mbito de autonom¨ªa de que gozan algunos destacados profesionales de la radio, nos gustar¨ªa ver alg¨²n gesto clarificador de sus m¨¢ximos responsables".
En espera de ese gesto, los obispos catalanes aguardaron hasta ver la reuni¨®n de la Conferencia Episcopal de mediados de febrero. No sucedi¨® nada, aparte de las visitas de Gald¨®n y S¨¢nchez Ter¨¢n. Y Catalunya Cristiana volvi¨® a la carga con el editorial titulado Todav¨ªa la COPE, que dec¨ªa: "Al cabo de cuatro meses, el gesto no se ha producido". Y tras recordar que la Conferencia Episcopal tarraconense ya expres¨® su preocupaci¨®n en este tema, concluye: "La desmesura contin¨²a donde estaba. Desmesura porque no es cierto que se trate del ejercicio normal de la cr¨ªtica a opciones pol¨ªticas discutibles. Se practica la deformaci¨®n de los hechos, se fomenta la animosidad sistem¨¢tica, se insin¨²a la desconfianza en el ordenamiento auton¨®mico. Y a¨²n nos quedamos cortos".
Catalanes y vascos
La guerra ya es abierta. El habitual lenguaje sibilino de la c¨²pula eclesial da paso a declaraciones contundentes. El arzobispo de Barcelona -cuya di¨®cesis no tiene participaci¨®n en la COPE- declar¨® el d¨ªa 21 en La Vanguardia: "Desautorizo la actitud de la COPE en Catalu?a" ( ... ). "Se da una campa?a que va m¨¢s all¨¢ de la cr¨ªtica y se convierte en una actitud hostil". Y el d¨ªa anterior, el abad de Montserrat, Cassi¨¢ M. Just, dijo en Radio Sant Cugat: "La Conferencia Episcopal comete una negligencia evidente al no controlar ciertos contenidos de dicha cadena".Los obispos catalanes tienen a su lado a los vascos por id¨¦ntico motivo; entre medios eclesi¨¢sticos vascos, la COPE es "espa?olizante" y "centralizante". El obispo Seti¨¦n es uno de los blancos favoritos de la COPE, sobre todo por el tema del terrorismo.
La sensibilidad de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica vasca y catalana es compartida no s¨®lo por sus feligreses, sino tambi¨¦n por la ciudadan¨ªa de estas dos comunidades. Mientras que, en Madrid, la emisora convencional de la Iglesia tiene la mayor audiencia, en Barcelona ocupa la cuarta plaza, a 4.000 oyentes de la s¨¦ptima posici¨®n; en Vizcaya ocupa el quinto puesto.
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