Occidente y la marea Isl¨¢mica en Argelia
Las capitales occidentales m¨¢s relacionadas con el Magreb se van haciendo a la idea e incluso prepar¨¢ndose a una toma del poder por los integristas en Argelia, aunque en sus an¨¢lisis discrepan sobre los plazos y las modalidades. Los titulares de Asuntos Exteriores de Espa?a, Javier Solana, y Portugal, Jos¨¦ Manuel Durao Barroso, la c¨²pula de sus ministerios y sus embajadores en el norte de ?frica iniciaron ayer en Madrid un seminario de dos d¨ªas de duraci¨®n sobre la regi¨®n en el que la reflexi¨®n sobre las consecuencias del auge del islam ocupar¨¢ un lugar preponderante.En un primer seminario ministerial sobre el Magreb, celebrado en septiembre de 1992 en Salamanca entre ministros franceses y espa?oles, la delegaci¨®n francesa puso sobre el tapete un documento de trabajo en el que se alentaba una "reflexi¨®n conjunta sobre las consecuencias en t¨¦rminos migratorios de un acceso hipot¨¦tico al poder de los islamistas y sobre las situaciones de crisis ( ... )". Francia teme que cerca de dos millones de argelinos intenten emigrar.
Desde entonces, la situaci¨®n de Argelia se ha agravado. Vive ahora una guerra civil con un centenar de muertos semanales, m¨¢s que en Bosnia. El poder se tambalea y la oposici¨®n gana terreno. En las c¨¦lulas de prospectiva de los Gobiernos occidentales se vislumbran tres escenarios sobre c¨®mo asumir¨ªan el poder los islamistas.
Hip¨®tesis optimista
El primero, el m¨¢s optimista, prev¨¦ que la incipiente negociaci¨®n entre el presidente Liamin Zerual y la direcci¨®n encarcelada del FIS d¨¦ frutos. Un Gobierno de transici¨®n, del que podr¨ªan formar parte los islamistas, se encargar¨ªa entonces de reanudar el proceso electoral.
La mayor¨ªa de los analistas diplom¨¢ticos duda, sin embargo, de que el actual r¨¦gimen argelino sea capaz de hacerse el haraquiri. Prev¨¦n que, ante el bloqueo de las conversaciones con los islamistas, un grupo de j¨®venes oficiales y de suboficiales podr¨ªa dar un golpe de Estado e instaurar a continuaci¨®n un aut¨¦ntico di¨¢logo con la oposici¨®n armada.
La tercera hip¨®tesis, la m¨¢s temida, consistitir¨ªa en una derrota psicol¨®gico-militar de un Ej¨¦rcito argelino en el que se est¨¢n produciendo, seg¨²n fuentes norteamericanas, deserciones y robos de armas masivos. Los islamistas tomar¨ªan el poder sin negociaci¨®n previa y los m¨¢s radicales, el Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA), estar¨ªan en posici¨®n de fuerza con relaci¨®n a sus rivales algo m¨¢s moderados del Movimiento Isl¨¢mico Armado (MIA), cercano a la direcci¨®n pol¨ªtica del FIS.
Ante estas perspectivas, Gobiernos como el de Estados Unidos han considerado oportuno mantener contactos informales con elementos moderados de la oposici¨®n isl¨¢mica ilegal. Par¨ªs y Madrid, las dos capitales europeas que han creado una c¨¦lula de coordinaci¨®n para seguir m¨¢s de cerca la evoluci¨®n argelina, no han secundado los pasos dados por Washington, pero s¨ª han modificado algo su lenguaje con relaci¨®n a Argelia.
Tras la interrupci¨®n, en enero de 1992, del proceso electoral argelino que hubiese otorgado la victoria al FIS, y la toma del poder por una junta c¨ªvico-militar, espa?oles y franceses manifestaron su compresi¨®n. Resumiendo una opini¨®n generalizada, el anterior titular de Exteriores, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, afirm¨® en febrero de 1992 que el golpe de Estado hab¨ªa evitado "un mal seguro", y su sucesor en el cargo no dudaba en afirmar en octubre de ese mismo a?o: "Argelia va por buen camino".
La incapacidad del poder argelino de lograr la estabilidad incit¨® a los occidentales a rectificar su actitud. Los vagos llamamientos en los que se instaba al "retorno a la normalidad institucional" se convierten, a partir del verano, en exhortaciones, por parte del Gobierno franc¨¦s, al di¨¢logo y a la reconciliaci¨®n de todos los argelinos. El ministro franc¨¦s para Asuntos Europeos, Alain Lamassoure, llega incluso a condenar el 7 de diciembre ante el Senado de su pa¨ªs la violencia de ambos bandos (r¨¦gimen e islamistas) y reitera su apego al respeto de los derechos humanos.
Madrid sigue su ejemplo, absteni¨¦ndose, sin embargo, de mencionar los derechos humanos. Con motivo de la visita de su hom¨®logo argelino, Salah Dembri, Solana le alent¨® en p¨²blico, el 12 de enero, a emprender un di¨¢logo lo m¨¢s amplio posible con la oposici¨®n laica y religiosa.
Con la perspectiva que le da su alejamiento geogr¨¢fico, el Departamento de Estados cree que Europa no tiene casi nada que temer de un islam argelino, carente de la agresividad antioccidental del iran¨ª, si se except¨²a, la masiva emigraci¨®n que provocar¨¢. Cuando est¨¦ en el poder hay que evitar a toda costa echarle en brazos de Ir¨¢n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- GIA
- V Legislatura Espa?a
- Opini¨®n
- FIS
- Ministerio de Asuntos Exteriores
- Gobierno de Espa?a
- Peregrinaciones
- Argelia
- Embajada espa?ola
- PSOE
- Portugal
- Incidentes
- Embajadas
- Magreb
- Legislaturas pol¨ªticas
- Ministerios
- Francia
- Relaciones internacionales
- Estados Unidos
- Guerrillas
- ?frica
- Elecciones
- Partidos pol¨ªticos
- Islam
- Pol¨ªtica exterior