Un tercer ataque con morteros del IRA causa un enorme colapso en Heathrow
Un nuevo atentado del Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s (IRA), el tercero en cinco d¨ªas, sembr¨® ayer el caos en el aeropuerto londinense de Heathrow, que hubo de ser parcialmente cerrado al tr¨¢fico a¨¦reo durante toda la ma?ana. El ataque, realizado, como los anteriores, con granadas de mortero de fabricaci¨®n casera, se produjo sobre las ocho de la ma?ama (las nueve, hora peninsular espa?ola), y afect¨® sobre todo a la terminal 4. Anoche, el aeropuerto de Heathrow, y tambi¨¦n el de Gatwick, el segundo en importancia de la capital brit¨¢nica, tuvieron que ser cerrados durante dos horas y media tras recibirse nuevas amenazas de atentados. Los pasajeros fueron trasladados a lugares seguros, aunque no se dispar¨® ninguna granada esta vez.
Un portavoz de Scotland Yard atribuy¨® esta nueva amenaza, formulada por tel¨¦fono por alguien afirmando hablar en nombre del IRA, a un "intento c¨ªnico de provocar la confusi¨®n y el miedo in¨²til en el p¨²blico".Tal intento fue tanto m¨¢s eficaz cuanto que la amenaza de la ma?ana hab¨ªa sido bien real, aunque ninguno de los cuatro proyectiles disparados entonces lleg¨® a explotar, ni tampoco se produjeron heridos ni da?os materiales apreciables. Sin embargo, la osad¨ªa de los terroristas del IRA ha ido un poco m¨¢s lejos que en anteriores ocasiones: uno de los cuatro proyectiles disparados aterriz¨® en el tejado de la terminal 4, destinada a vuelos transoce¨¢nicos. Esta misma zona sufri¨® tambi¨¦n los efectos del se,gundo atentado terrorista el viernes por la ma?ana.
Las granadas de mortero del IRA no parec¨ªan tener otro objetivo que sembrar la inquietud entre los viajeros y colapsar lo m¨¢s posible el aeropuerto m¨¢s importante del mundo, en cuanto al n¨²mero de vuelos. Por Heathrow transitan cada d¨ªa 100.000 pasajeros, adem¨¢s de las cerca de 20.000 personas que trabajan en sus instalaciones.
Poco despu¨¦s de las ocho de la ma?ana, la polic¨ªa localiz¨®, semienterrada y camuflada entre la maleza en el per¨ªmetro exterior del aeropuerto, en el sur, en una zona conocida como Bedfont Road, la lanzadera, con cinco brazos, desde la que se dispararon las cuatro granadas. Para entonces al caos del aeropuerto hab¨ªa que a?adir el provocado en las carreteras de los alrededores, cortadas por, la polic¨ªa. Los accesos a Heathrow ofrec¨ªan el mismo aterrador aspecto de coches atrapados y viajeros desesperados.
A trav¨¦s de los informativos de radio y televisi¨®n, las autoridades recomendaron a los viajeros que llamaran a las compa?¨ªas respectivas para conocer el estado de los vuelos antes de trasladarse a Heathrow. A la una de la tarde, la terminal 4 qued¨® de nuevo abierta.
El ataque del IRA motiv¨® la condena del cardenal primado de la Iglesia cat¨®lica de toda Irlanda, Cahal Daly, que oficiaba la misa dominical para la comunidad de irlandeses residentes en Londres en la catedral de Westminster. El primado lament¨® que un pu?ado de irlandeses ponga en peligro la vida de inocentes viajeros, al tiempo que manifestaba sus dudas respecto a la actitud del Sinn F¨¦in (rama pol¨ªtica del IRA), en relaci¨®n con las conversaciones para lograr la paz en Irlanda. Para Daly est¨¢ claro que un partido que considera que la violencia "tiene un mayor efecto acelerador en el proceso de paz", no puede ser tomado en serio en cuanto a sus deseos de que ¨¦sta se alcance.
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