El sue?o de un velero para el Auditorio y otros proyectos artísticos inacabados
"Espacios públicos, sue?os privados" o las obras que nunca vieron la luz

Tenía que medir 11 metros de altura. Tres arcos, hechos con ca?a de bambú y unidos por un cable de acero, sonarían al vibraron el viento y se convertirían en música de fondo del Auditorio. ?ste es el proyecto que Adolfo Schlosser so?ó para el Auditorio Nacional, en 1990. Problemas de infraestructura impidieron su realización, y la maqueta es lo único que queda de su sue?o. La exposición Espacios públicos. Sue?os privados recoge éste y otros proyectos de intervención de artistas. Proyectos que, por una u otra razón, nunca vieron la luz.
El velero de Sclilosser no pasó de ser un proyecto. La estructura de ca?a de bambú debía estar asentada en un bloque de piedra ubicado sobre una superficie de agua. La humedad haría crecer un musgo que iba a ser fiel reflejo de las distintas estaciones del a?o. "En el Auditorio el proyecto entusiasmó, pero era difícil de realizar", dice Mercedes Buades, galerista que propuso la idea al Auditorio y encargó el proyecto al artista de origen austriaco.El velero estaba pensado para uno de los vestíbulos del Auditorio, pero la necesidad de agua para la instalación fue disuasoria. El velero refleja la obra de Schlosser, afincado en Bustarviejo desde 1967, que se inspira en la naturaleza. "Me gusta el clima duro de la sierra madrilefia", dice, "el musgo, el grariito... ".
Fue precisamente en Bustarviejo donde se le ocurrió Primera nieve, una obra para el teatro Campoamor de Oviedo realizada por encargo del Ayuntamiento en 1989. La inspiración llegó una tarde mientras miraba el paisaje tras la ventana. De repente bajó la vista y vio sus pies cruzados. Y así decidió que cruzaría un eucalipo, en un amplio pasillo de la planta superior del edificio.
Proyectos "censurados"
El objetivo de la muestra es examinar cómo se enfrenta el artista a su obra cuando tiene que concebirla para un espacio público.
"Ofrecemos material de ultimísima hora", dice Manuel Navarro, comisario de la expo-. sición. "El 90% de lo expuesto es absolutamente novedoso, son proyectos inéditos".
Además de maquetas y bocetos, la exposición permite ver el proceso de trabajo del artista. Junto a un proyecto de Susana Solano para el aeropuerto de Sevilla, un televisor muestra a la artista con una camiseta, un pantalón corto y unas alpargatas, trabajando cigarro en mano. Con una pala, arena y unas estructuras metálicas, reproduce en el suelo lo que los pasajeros de un avión verían desde el cielo de Sevilla.
Soledad Sevilla pasó tres noches de mayo de 1992 recreando el destruido palacio de Vélez Blanco. Tras conseguir la documentación existente sobre el palacio, lo fotografió, y utilizó transparencias y potentes proyectores para recrear ópticamente el antiguo edificio erigido entre 1505 y 1515 por Pedro Fajardo.
Junto a obras no realizadas por motivos económicos o por problemas de infraestructura figuran los proyectos censurados o tachados de inconvenientes. Es el caso de Rogelio López Cuenca, al que encargaron unas placas de se?alización con breves textos para la Expo.
El artista fue autorizado a utilizar el dise?o oficial, y sus placas estaban destinadas a ser ubicadas en el recinto ferial. "Mis placas de se?alización no daban respuestas, hacían preguntas. Pretendía crear un cortocircuito en la mente del espectador", afirma el artista. El que paseaba por el recinto ferial y se encontraba con una de las se?ales realizada por el artista malague?o quedaba perplejo: acostumbrado a obedecer ciegamente a las se?ales, no sabía qué hacer. Las se?ales no duraron más de dos días.
Espacios públicos... hasta abril en Sala de Exposiciones Plaza de Espa?a (plaza de Espa?a, 8). Martes a sábados, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.30 horas. Domingos y festivos, de 11.00 a 15.00 horas. Entrada libre.
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