No al cambio de hora
Estamos en v¨ªsperas de primavera y como en todos los equinoccios tenemos encima la variaci¨®n horaria. Empez¨® este baile de reloj all¨¢ en la ¨¦poca tardofranquista de los L¨®pez; primero fue una hora, que en el oto?o volv¨ªa al redil del Sol.?ramos entonces los punteros, despu¨¦s se han agregado los imp¨ªos capitalistas de todo el continente. En EL PA?S de fin de la primera semana de marzo, he le¨ªdo los mismos t¨®picos y medias verdades sobre la conveniencia de esta medida: que si el ahorro de energ¨ªa, que si el petr¨®leo, el carb¨®n, etc¨¦tera. Y uno piensa: y de las personas, ?qu¨¦?
Voy a intentar dar la versi¨®n de un ciudadano de a pie que no entiende de macroeconom¨ªa, pero s¨ª de sociedad y de calidad de vida. Quiero que estas letras sirvan de est¨ªmulo a tantos profesionales que habr¨¢n visto, sentido y experimentado lo mismo que yo. Hablo de asistentes sociales, pedagogos, psic¨®logos, logopedas, psiquiatras, profesores y maestros, toda esta caterva de profesionales sin voz, pero con voto. En principio dudo que con esta modificaci¨®n de la hora se ahorre energ¨ªa, hay economistas que piensan que es m¨¢s costosa econ¨®micamente, de lo que en cambio tengo plena seguridad es de los males que ocasiona.
El ser humano lleva miles de a?os viviendo y siguiendo los ciclos de la naturaleza, el cambiar tan bruscamente el horario le produce trastornos en sus constantes vitales, se adapta al cabo de un tiempo, est¨¢ somnoliento y sin reaccionar durante d¨ªas.
Todo ello se ve ampliado en el ni?o. Este ser que es todo sensibilidad, curiosidad, movimiento y naturaleza. Es en el ni?o en quien los ciclos naturales del Sol, de la Luna y de las estaciones influyen con m¨¢s intensidad, es en el ni?o y en el adolescente en quienes estas modificaciones horarias afectan m¨¢s.
Las horas de acostarse son inadecuadas, las de levantarse m¨¢s, las comidas a destiempo, y si a todo esto le a?adimos el cambio estacional, nos da una mezcla que puede ocasionar, adem¨¢s de un bajo rendimiento escolar, un malestar que se traduce en irascibilidad, produciendo irritabilidad y protestas incontroladas.
Desde estas l¨ªneas pido que no se modifique la hora y que cuando llegue el oto?o se reduzca la hora que tenemos de m¨¢s sobre el horario solar.
Haciendo esto ganaremos en calidad de vida y seg¨²n algunas teor¨ªas ahorraremos energ¨ªa, nos acercaremos a los ciclos naturales y seremos un poco m¨¢s felices o menos infelices. Tambi¨¦n quiero a?adir que, seg¨²n los ¨²ltimos estudios, est¨¢n ocasionando problemas ps¨ªquicos por el deseo de ver ¨¢rboles y vida, lo que ocasiona una angustia especial.
Y terminamos diciendo: "Cambio de hora, no". No beneficia econ¨®micamente y perjudica ps¨ªquica, moral y naturalmente a los ciudadanos.- Maestro.
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