'S¨®ldados maltratados'

En su peri¨®dico del d¨ªa 3 de marzo leo un art¨ªculo del general Francisco L. de Sep¨²lveda titulado Soldados maltratados. Ser¨ªa mi deseo no contestar y guardar silencio, pero significar¨ªa mostrar mi conformidad con algunos de los conceptos que el citado general -en la reserva- expone. Si a su nombre, al firmar el art¨ªculo, no se a?adiese su categor¨ªa de general podr¨ªa callarme, pues ser¨ªa una opini¨®n m¨¢s, de las muchas que los medios de comunicaci¨®n nos hacen llegar por escrito o verbalmente. Pero al ser escrito dicho art¨ªculo por un mando elevado del Ej¨¦rcito, quiero contestar, pues no comparto los criterios del general Sep¨²lveda, y como yo s¨¦ que opinan muchos otros miembros del Ej¨¦rcito. Avalan mi punto de vista el mando continuo de unidades: dos a?os en la Legi¨®n, treinta en paracaidistas, cinco en unidades de monta?a y tres en la divisi¨®n acorazada.Dice el general Sep¨²lveda que en muchas unidades se sit¨²an oficiales subalternos no tan preparados como los de carrera. Todos los oficiales son de carrera (art¨ªculo 63 de la Ley de R¨¦gimen del Personal Militar Profesional), excepto los militares de empleo, que prestan servicio con una relaci¨®n de car¨¢cter profesional no permanente; no se refiere el general a estos ¨²ltimos, pues su n¨²mero es m¨ªnimo y no est¨¢n relacionados con el incidente que da base al art¨ªculo.

Por ello se deduce que el general Sep¨²lveda, al dudar de la preparaci¨®n de los oficiales subalternos, lo hace de aquellos que ya se integran en la escala media (as¨ª lo han entendido mis oficiales y yo mismo). Se est¨¢ dudando de la competencia de unos cuadros de mando magn¨ªficos. La escala media cumple sus misiones con brillantez, pues poseen unos conocimientos t¨¢cticos-t¨¦cnicos profundos; f¨ªsicamente son extraordinarios, lo que compruebo diariamente al ser profesor de educaci¨®n fisica y haber compartido y compartir con ellos muchas actividades; en lo que respecta a la moral -¨²ltima cualidad que la doctrina exige para un jefe-, ni el general Sep¨²lveda ni nadie puede dudar de su elevado nivel, que, mientras no se demuestre lo contrario, es similar a la de los generales u otros mandos del Ej¨¦rcito. Su entrega diaria, su sacrificio y buen hacer son fruto de una vocaci¨®n castrense sincera.

El general Sep¨²lveda tambi¨¦n duda de la eficacia de nuestros suboficiales de la escala b¨¢sica. Los suboficiales antiguos fueron y son leales y competentes: hacia ellos mi admiraci¨®n y respeto. Pero aquellos que hoy son mayor¨ªa en el Ej¨¦rcito (17 promociones) y constituyen la escala b¨¢sica son magn¨ªficos y en su defensa (si la necesitasen, lo que no es cierto) podr¨ªa emplear argumentos similares a los que empleo para la escala media de oficiales. El general Sep¨²lveda prefiere el procedimiento anterior; es muy libre de ello, pero su opini¨®n es discutible y no puede dudar -como oficial general- de la eficacia de nuestros suboficiales actuales.

Por fin, sobre el incidente de la COE 7 de Palma de Mallorca. La depuraci¨®n de responsabilidades -de existir- est¨¢ en manos de la justicia. Pero en vez de echar la culpa a oficiales subalternos o a los suboficiales, ser¨ªa deseable que el general Sep¨²lveda y yo mismo nos consider¨¢ramos moralmente responsables de los fallos y defectos que pueda presentar nuestro querido Ej¨¦rcito. Ya est¨¢ bien de culpar siempre a nuestros subordinados.- General de Divisi¨®n, jefe de la Divisi¨®n de Navarra n¨²mero 5.