El D¨ªa Mundial del Teatro se celebra en Espa?a entre el ¨¦xito de p¨²blico y la crisis creativa
"Si este mundo no quiere terminar mal, debe defender la escena", dice V¨¢clav Havel
"Si este mundo no quiere terminar mal, debe defender el teatro y cultivarlo", asegura el dramaturgo y presidente de la Rep¨²blica Checa, V¨¢clav Havel, en su mensaje del D¨ªa Mundial del Teatro, instituido por la Unesco, que se celebra ma?ana. Pero, por primera vez en muchos a?os, son mayor¨ªa los profesionales que niegan que el teatro est¨¦ en crisis. "Nunca hab¨ªamos tenido ¨ªndices tan altos de p¨²blico", dicen los responsables de las salas alternativas y el director de Els Joglars, Albert Boadella. La ¨²nica crisis es de creadores y de una manera de hacer teatro que implica derroche y funcionariado art¨ªstico.
El p¨²blico parece avalar esta teor¨ªa acudiendo masivamente, en t¨¦rminos relativos, a locales y espect¨¢culos que han pasado de tener un 15 o 17% de ocupaci¨®n en 1990, a un 80% en el pasado a?o. Juan Echanove, actor que triunfa en cine y televisi¨®n, pero que no deja de hacer teatro, se r¨ªe cuando se le habla del tema: "Crisis, ?qu¨¦ crisis?". ?l solito, con un mon¨®logo duro y descamado -El cerdo- est¨¢ logrando que los teatros en los que act¨²a se llenen hasta un 95%. S¨®lo en Madrid, el a?o pasado se recaudaron 276,6 millones de pesetas en taquilla, tres millones menos que 1992, aunque esto no significa que las cosas vayan peor, ya que se han producido un menor n¨²mero de funciones y ha aumentado considerablemente el p¨²blico en las salas donde las localidades son m¨¢s baratas.
Giras y estrenos
En la capital de Espa?a se estrenaron la pasada temporada 125 producciones. Antes, los montajes que quer¨ªan plantearse una gira por diferentes comunidades, ten¨ªan que estrenar previamente en Madrid, o en su defecto en Barcelona, para estar avalados por ¨¦xitos de p¨²blico y cr¨ªtica y poder ser contratados en otras ciudades. Ahora no es necesario, y de hecho llegan a estos n¨²cleos urbanos, a veces, con el aval de una exitosa gira. A ello ha colaborado la Red Espa?ola de Teatros y Auditorios de Titularidad P¨²blica que coordina la programaci¨®n de m¨¢s de 60 teatro a los que acuden espect¨¢culos privados. Algunos creadores se quejan de que si no entras en esta red las cosas se ponen muy feas para un espect¨¢culo, pero la mayor¨ªa de ellos afirman que este es el papel que debe ejercer el Estado y que las administraciones se deben poner al servicio de los creadores y del p¨²blico y no al rev¨¦s: "Deben facilitar la infraestructura donde podamos trabajar, nosotros ya nos encargaremos de hacer cosas que interesen al p¨²blico y como este es tan ecl¨¦ctico como la sociedad y como los propios creadores siempre habr¨¢ un roto para un descosido", dicen varios actores y directores de escena.Albert Boadella afirma que ahora el teatro es un arte puramente terap¨¦utico: "Pero no para el p¨²blico, sino para la gente que lo practica", dice el actor y director: "Yo trato de curarme directamente en el Ampurd¨¢n con los campesinos de aqu¨ª, que son muy terape¨²ticos, trato de hacer mi oficio que es de miembro de la Sanidad P¨²blica". ?l y otros profesionales afirman que que no hay crisis de p¨²blico, sino de creaci¨®n y de rigor en el trabajo, "como en tantas otras profesiones". Tanto Boadella como Luis Miguel Climet, presidente de la Coordinadora Estatal de salas alternativas afirman: "Jam¨¢s hab¨ªamos tenido unas medias de p¨²blico tan altas, no es que nosotros no tengamos crisis, sino que en este momento hay muchos compa?eros, con otros estilos esc¨¦nicos, o con teatro comerciales dignos, con aut¨¦nticos ¨¦xitos".
Adolfo Marsillach afirma que el pesimismo en el teatro es una impertinencia: "Me resulta dif¨ªcil hablar de crisis desde mi perspectiva personal, sobre todo cuando un montaje m¨ªo de Cervantes, desconocido y en espa?ol, est¨¢ triunfando en Londres". El sindicato de la Uni¨®n de Actores se queja, sobre todo, de que en Espa?a se han perdido cuarenta teatros en menos de una d¨¦cada. Y desde las salas alternativas, Luis Miguel Climent dice: "Estamos muy optimistas, sobre todo desde la experiencia de los ¨²ltimos a?os de nuestras salas alternativas, [cerca de una treintena en toda Espa?a); lo que est¨¢ en crisis es el monumentalismo, pero no el teatro como hecho comunicacional y social".
Al margen de los fondos que dedican al teatro las distintas comunidades aut¨®nomas y los municipios, el Ministerio de Cultura, a trav¨¦s del Instituto Nacional de las Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica (INAEM), invirti¨® 2.863 millones de pesetas en el a?o 1993, de los que 519,5 fueron a parar a empresas privadas, (montajes, giras, salas y compa?¨ªas concertadas, infraestructuras, circo); 45,5 a asociaciones teatrales; 108 a corporaciones locales; 38,1 a giras internacionales; 17 a becas y ayudas; 287 al Centro Nacional de Nuevas Tendencias Esc¨¦nicas; 665,4 al Centro Dram¨¢tico Nacional; 730,7 a la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico y otras partidas.
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