Una paz insegura
LOS PASOS dados en esta segunda mitad de marzo de 1994 hacia la paz en Bosnia han sido trascendentales. Al principio era dif¨ªil creer que el ultim¨¢tum de la ONU a los serbios para que retiraran su artiller¨ªa pesada de las cercan¨ªas de Sarajevo pudiera tener los efectos que ha tenido. En el nuevo clima, la presi¨®n de EE UU sobre croatas y bosnios ha conseguido que ¨¦stos formen una federaci¨®n entre s¨ª y se confederen, a la vez, con Croacia: el 24 de marzo tuvo lugar la firma solemne en Washington de esos acuerdos.Con ello, el paisaje del conflicto en la antigua Yugoslavia ha cambiado: el hecho decisivo es que los combates han cesado y los acuerdos de alto el fuego se mantienen, lo que representa una especie de milagro si se recuerdan las decenas de firmas de alto el fuego que han sido violadas a las pocas horas en los ¨²ltimos a?os. En Sarajevo circulan los tranv¨ªas, s¨ªmbolo de esta nueva situaci¨®n. En Mostar, los musulmanes, despu¨¦s de meses encerrados en los s¨®tanos, empiezan a salir a las calles.
Sin embargo, lo logrado ni hace desaparecer las amenazas ni ofrece una perspectiva clara de soluci¨®n. La idea de EE UU es que los serbios de Bosnia se incorporen a la confederaci¨®n ya establecida. Pero ¨¦stos, en su reuni¨®n del 24 de marzo en Pale, la han rechazado de plano. Su prioridad es la fusi¨®n con Serbia y, de momento, exigen que se reconozca su independencia como rep¨²blica serbia de Bosnia. Pero hay un problema previo esencial: los serbios se hab¨ªan comprometido a ceder parte del territorio que han conquistado, y sin esa cesi¨®n, la federaci¨®n bosnio-croata no podr¨ªa tener cohesi¨®n territorial. Ahora los serbios parecen no recordar sus promesas. Por otra parte, no hay voluntad negociadora de Serbia sobre Krajina, conquistada por ellos al inicio de la guerra. Si los serbios de esa zona necesitan tener una autonom¨ªa muy amplia y efectiva, lo que no se puede es quitar a Croacia un tercio de su territorio.
En la situaci¨®n de Sarajevo, Mostar y otras localidades el tema de los refugiados cobra creciente gravedad. ?Hasta cu¨¢ndo se podr¨¢ impedir su retorno para conservar zonas de pureza ¨¦tnica establecidas a sangre y fuego? Los serbios han instalado dentro de Sarajevo una frontera de su zona propia como si fuese un Estado distinto. Un desaf¨ªo, sin duda, a la decisi¨®n del Consejo de Seguridad de confiar a la ONU la administraci¨®n de esa ciudad durante dos a?os.
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