El chicle de la taquicardia

Madrid "Desde ahora me dedicar¨¦ a hacer m¨¢s deporte". Con esta frase, P. Mart¨ªnez, una de las cuatro denunciantes del chicle adelgazante Biodel ante la Direcci¨®n General de Consumo de la Comunidad Valenciana, da por concluido su primer y desgraciado intento de acabar a golpe de pastillas con esos cuatro o cinco kilos de m¨¢s que la llegada de los calores primaverales hac¨ªan especialmente inoportunos.

A principios de marzo esta alicantina de 29 a?os, "harta de escuchar en la radio la publicidad de unos chicles adelgazantes milagrosos", se decidi¨® a llamar por tel¨¦fono al n¨²mero 900 que deb¨ªa facilitarle junto a los chicles, unas pastillas, un gel adelgazante y dos casetes con las instrucciones de uso. Los resultados terape¨²ticos de la versi¨®n multimedia de la purga benito no pudieron ser m¨¢s desalentadores: "A la semana de tomarlo empec¨¦ a padecer diarrea, flojedad y un estado de ansiedad que me produjo una taquicardia".

P. Mart¨ªnez apenas puede contener la risa cuando declara abiertamente que le han tomado el pelo: "Pensar que me he gastado 17.000 pesetas, cuando mi situaci¨®n no es para nada desesperada. Hago deporte, controlo el peso y no me considero una persona obesa", dice a la vez que no oculta que se dejo seducir por una soluci¨®n de entrada tan c¨®moda al problema del sobrepeso. "El hechode que no hubiera ning¨²n tipo de prospecto en la caja me hizo desconfiar al principio; sin embargo, nunca pens¨¦ en que un simple chicle con un sabor exagerado a sacarina pudiera tener efecto secundario alguno".

Jos¨¦ Mar¨ªa M¨²gica, experto de la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU) no tiene ninguna duda de que "todos los productos que prometen ayudar al consumidor a adelgazar sin esfuerzo constituyen un riesgo para la salud adem¨¢s de ser un timo en cuanto a resultados pr¨¢cticos". La raz¨®n, dice, estriba en su tendencia a contener diur¨¦ticos, laxantes o tranquilizantes y, en algunos casos, todos estos elementos a la vez.

Las organizaciones de consumidores coinciden en que un proceso sancionador obsoleto favorece la inacci¨®n administrativa en este campo. Para los expertos de Sanidad el primer paso para activar este proceso es el de la denuncia de efectos perjudiciales en el consumidor. Seg¨²n asegura Carmen, Collado; asesora de la direcci¨®n de Farmacia, en casos como la taquicardia producida por Biodel, la denuncia deber ir acompa?ada por un informe m¨¦dico que certifique la dolencia.

"En cualquier caso, en Espa?a es muy frustrante denunciar" recalca M¨²gica al concluir: " El mismo d¨ªa que se ha logrado la retirada de Biodel otro producto de caracter¨ªsticas similares lo ha reemplazado en la publicidad de los medios".