Maestro absoluto
La expectaci¨®n rodea la aparici¨®n de la ¨²ltima novela de Garc¨ªa M¨¢rquez. Desde la consagraci¨®n mundial que supuso Cien a?os de soledad (1967), viene ocurriendo siempre as¨ª. Y desde entonces casi nunca esa expectaci¨®n ha sido defraudada.Como novela, Del amor y otros demonios sigue, dentro de la producci¨®n de Garc¨ªa M¨¢rquez, a El general en su laberinto (1989), donde el escritor narr¨® los ¨²ltimos d¨ªas de Bol¨ªvar. Privilegiado lector temprano de Del amor... puedo adelantar que tampoco esta vez las expectativas del lector van a ser defraudadas. Es un nuevo hito en la excepcional carrera literaria de este hombre, que, tras escribir esa obra que es para algunos el Quijote del siglo XX, Cien anos de soledad, sigue empe?ado en deslumbrar nuestra imaginaci¨®n con el renovado milagro de su inventiva, conmover nuestra alma con una f¨¢bula de amor y sumergirnos en las aguas lustrales de un castellano pur¨ªsimo, esta vez en el tiempo hist¨®rico del XVII colonial y de nuevo en el ¨¢mbito del Caribe.
Una tradici¨®n
Escritor mayor, lo es Garc¨ªa M¨¢rquez por la conjunci¨®n de la visi¨®n del mundo, la originalidad de la expresi¨®n y la destreza magistral en el arte de contar. Su realismo m¨¢gico es el resultado de la tradici¨®n literaria espa?ola -desde los libros de caballer¨ªas y el Quijote hasta Jorge Luis Borges y Juan Rulfo, sin olvidar la gran poes¨ªa castellana-, pero tambi¨¦n de la Biblia, Las mil y una noches, Rabelais, Julio Verne, Kafka y los grandes escritores norteamericanos de la generaci¨®n perdida, todo ello puesto en contacto y fundido y ligado a la realidad americana.
Am¨¦rica, la Am¨¦rica hispana, no vive en literatura, como tal expresi¨®n americana de valor universal, hasta los grandes maestros contempor¨¢neos. Si Borges nos da espacios arrabaleros y universales de geometr¨ªas, sue?os y delirios, Rulfo desciende al mundo de los muertos y de los traicionados y Onetti f¨¢bula un desorden s¨®rdido, triste y de pesadillas urbanas, Garc¨ªa M¨¢rquez introduce el prodigio en el coraz¨®n mismo de la realidad.
Siempre nos acordaremos de Remedios la Bella subiendo al cielo de Macondo. O del ¨²ltimo Buend¨ªa con cola de cerdo. La Am¨¦rica de Garc¨ªa M¨¢rquez es exuberante y barroca, pero es ante todo universal. Porque en Remedios vive el mito cristiano de la Virgen Mar¨ªa y el ni?o con cola de cerdo expresa la vieja maldici¨®n del incesto. Macondo es el mundo, el Caribe es el mundo.
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