"Reconozco la Rep¨²blica de Grecia"
Constantino de Grecia, de 53 a?os, recibi¨® ayer a EL PA?S en su domicilio de Hampstead, al norte de Londres, a las pocas horas de que el Parlamento griego decidiera desposeerle de su nacionalidad. El antiguo monarca est¨¢ indignado, aunque no resignado, ante una decisi¨®n que considera arbitraria, ilegal e injusta. No obstante, reconoce que Grecia es una rep¨²blica.
La casa, no exageradamente lujosa, est¨¢ repleta de retratos, vasos con reproducciones de bajorrelieves griegos, libros, y tel¨¦fonos, muchos tel¨¦fonos. El ex rey Constantino de Grecia vive, como si fuera un hombre de negocios, pendiente de las llamadas. "Soy una persona muy ocupada", dice sonriendo. Al menos aparentemente, Constantino no presta demasiada atenci¨®n al tratamiento que se le da, pese a la insistencia de sus representantes en que lo correcto es dirigirse a ¨¦l con el t¨ªtulo de Majestad.Pregunta. ?C¨®mo ha acogido la decisi¨®n del Parlamento griego?
Respuesta. No me siento muy feliz, desde luego; no es algo agradable que le retiren a uno su nacionalidad.
P. ?Cree que esta medida del Gobierno de Papandreu es una venganza por sus vacaciones del verano pasado en las islas griegas?
R. Lo es, pero no s¨®lo por eso. El Gobierno griego se empe?a en que yo tengo que tener presente que Grecia es una rep¨²blica y que debo reconocer este hecho. No he dejado de repetir que reconozco la rep¨²blica. Es un hecho inapelable. Es una decisi¨®n tomada por el pueblo, yo respeto la Constituci¨®n y las leyes de mi pa¨ªs. Estoy seguro de que si no hubi¨¦ramos tenido un recibimiento tan cari?oso, con gentes de todas las edades saliendo de sus casas para saludarnos a m¨ª y a la Reina y a mis hijos, el Gobierno no se habr¨ªa tomado la menor molestia con nosotros. Pero como nos demostraron tanto afecto, la clase pol¨ªtica ha reaccionado de esta manera. Como si yo fuera una amenaza, aterrados ante mi presencia. Y lo curioso es que todos tenemos pasaportes griegos. Y quiere que le diga una cosa, esos pasaportes nos los entreg¨® un Gobierno de Papandreu, y nos han sido renovados por un Gobierno de Papandreu, y en ese pasaporte yo consto como Constantino, antiguo rey de Grecia. Lo que soy. No utilizo ese nombre por diversi¨®n, es que la cruda realidad es que soy el rey Constantino y no puedo cambiar esa realidad. No puedo cambiar de nombre.
P. Si recuerda, la declaraci¨®n del primer ministro griego dejaba una puerta abierta. Papandreu dijo que usted podr¨ªa conseguir un pasaporte siempre que fuera a nombre de Constantino Glucksburg.
R. No puedo aceptar eso. Ese no es mi nombre. Yo soy Constantino de Grecia, nada m¨¢s. Nuestra familia carece de apellido. Glucksburg es el nombre de un sitio, solamente. Durante a?os hemos estado negociando con Papandreu. Por fin llegamos a un acuerdo, que no se pudo firmar porque Papandreu sufri¨® un ataque al coraz¨®n. Durante todas esas negociaciones, Papandreu no me dijo nunca: "De qu¨¦ habla usted, esas propiedades son del pueblo". Tampoco discuti¨® mi identidad como rey Constantino. No puedo entender la reacci¨®n de ahora. Porque haya pasado. unos d¨ªas de vacaciones en Grecia, porque el Gobierno tenga problemas internos, o problemas externos, no pueden retirarme la nacionalidad. Es una violaci¨®n de la Constituci¨®n, del Tratado de Roma, de la Declaraci¨®n de los Derechos Humanos. Adem¨¢s me impiden que acuda a un tribunal griego, me lo proh¨ªben.
P. ?Qu¨¦ opina su hermana, la Reina de Espa?a?
R. Toda mi familia en Europa comparte, la misma consternaci¨®n, todos opinan que no es forma de comportarse en sociedades democr¨¢ticas. Es bastante indignante que le quiten a uno el pasaporte, adem¨¢s de bastante inc¨®modo.-
P. No dudo de las manifestaciones de afecto del pueblo griego; sin embargo, en 1974 vot¨® masivamente a favor de la rep¨²blica. ?No cree que su actitud en 1967, cuando durante meses convivi¨® con el Gobierno de los coroneles, ha da?ado su imageni?
R. No, yo estoy muy orgulloso de esa etapa. No creo que me haya causado el menor da?o ante el pueblo. S¨®lo los antimon¨¢rquicos han pretendido utilizarlo contra m¨ª. Lo que pas¨® en Grecia en 1967 no tiene nada que ver con el intento de golpe de Estado que ocurri¨® en Espa?a en 1981. De hecho, en Grecia exist¨ªa un plan especial elaborado por los pol¨ªticos, incluido Papandreu, a comienzos de los a?os cincuenta, debido a la guerra civil; una especie de plan de intervenci¨®n en previsi¨®n de una escalada de los comunistas. Tengo que reconocer que yo no ten¨ªa la menor idea de la existencia de este plan, nadie me lo hab¨ªa contado, yo era bastante joven adem¨¢s, ten¨ªa 27 a?os, y s¨¦ que se trataba de un plan secreto. Ese a?o, un grupo de oficiales decidi¨® poner en marcha dicho plan. Fue algo tremendo. En menos de dos horas, m¨¢s de 5.000 personas fueron detenidas. Se interrumpieron las comunicaciones, el Gobierno fue detenido, mis colaboradores detenidos tambi¨¦n, mi casa rodeada... Ante esta situaci¨®n, yo intent¨¦ discutir con los militares la ilegalidad de los hechos, pero enseguida me di cuenta de que si no hac¨ªa algo Grecia se precipitaba hacia la guerra civil. As¨ª es que, a toda prisa y como pude, consegu¨ª formar un Gobierno con civiles y logr¨¦ que me dieran tiempo para intentar una retirada del Ej¨¦rcito. Cosa que no se consigui¨®. Durante esos meses, tengo que decir que fui la ¨²nica persona que se resisti¨® a los militares en Grecia. As¨ª que nadie puede pedirme cuentas por lo ocurrido en esos meses. No existe un solo documento de esa ¨¦poca que yo haya firmado que constituya una violaci¨®n de la Constituci¨®n.
P. Lleva 17 a?os viviendo fuera de su pa¨ªs. ?No constituye un hecho pintoresco, en el mundo de hoy, ser un rey en el exilio? ?No parece m¨¢s propio de un personaje de opereta?
R. No la comprendo.
P. Quiero decir que es algo un tanto irreal.
R. No lo creo, es enormemente real. He sido el rey de los helenos desde 1964 hasta 1974, en que se aboll¨® la monarqu¨ªa. Ahora estoy en el exilio, pero soy el rey Constantino. No hay nada de comedia en esto. Los ¨²ltimos 27 a?os he vivido en el exilio, primero Roma, luego aqu¨ª, todo es muy real. No se puede cambiar lo que uno es.
P. ?Es ser rey algo esencial en su persona?
R. No es esencial, es simplemente lo que soy como ser humano. Ser rey es una funci¨®n, es la funci¨®n que yo ten¨ªa. Si el pueblo griego ha pasado a ser una rep¨²blica, yo soy el antiguo rey de los helenos. Grecia paga pensiones a los antiguos mandatarios, ?por qu¨¦ tengo yo que recibir un trato diferente? Sin embargo, nadie me ha dicho en ning¨²n momento: "Usted ha sido el jefe del Estado griego durante 10 a?os, aqu¨ª tiene su pensi¨®n, su coche oficial".
P. ?En qu¨¦ trabaja ahora en el Reino Unido?
R. Nunca he trabajado en este pa¨ªs.
P. Entonces, ?c¨®mo vive?
R. Vivo en esta casa, tengo una oficina, tres secretarias. Recibo miles de cartas; los griegos me consultan, hombres de negocios que vienen al Reino Unido. Soy un hombre sumamente ocupado, aparte de tener otros muchos intereses. Por ejemplo, soy miembro del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional.
P. En su intervenci¨®n ante la prensa internacional del martes se refiri¨® reiteradamente a la situaci¨®n de inestabilidad en los Balcanes. ?Cree que los reyes tienen un papel que jugar en estos momentos?.
R. No lo s¨¦, de momento no veo que haya ning¨²n rey en los Balcanes. Creo que los reyes s¨®lo pueden sobrevivir en una situaci¨®n de monarqu¨ªa constitucional. Los reyes no somos pol¨ªticos intentando conseguir un puesto como sea. No estoy haciendo el menor esfuerzo por restaurar la monarqu¨ªa en Grecia, hay muchas otras cosas que me interesan en la vida. Tengo que velar por mi familia. S¨®lo si el pueblo renunciara a la rep¨²blica y quisiera restaurar la monarqu¨ªa, yo aceptar¨ªa volver a ser el rey, pero si no lo hacen, no pasa nada. A lo ¨²nico que aspiro es a que me dejen vivir tranquilo. A poder ir a mi pa¨ªs con mis hijos, tener una casa, y hacerlo siempre que quiera. Por eso recurrir¨¦ ante los tribunales griegos, y si no me hacen caso, entonces ir¨¦ a Estrasburgo.
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