Aclaraci¨®n de Antonio Garrigues Walker

Cuando salieron las noticias con respecto a la cuenta que tuve en su d¨ªa con el agente de Cambio y Bolsa Manuel de la Concha, y posteriormente con Ibercorp, una agencia de noticias, me pidi¨® mi punto de vista, y yo manifest¨¦ que esta informaci¨®n ya hab¨ªa sido publicada y aclarada por m¨ª hace algunos a?os, y que aunque no ten¨ªa en ese momento los datos concretos (era el viernes 6 de mayo a las siete de la tarde) pod¨ªa garantizar que todas las operaciones de la cuenta fueron declaradas a las autoridades fiscales, y que yo era de las personas que no s¨®lo no se hab¨ªa beneficiado, sino que hab¨ªa perdido en esa cuenta, y muy en concreto con las acciones de Sistemas Financieros.Como esta respuesta inicial m¨ªa no fue publicada ni comentada en ning¨²n medio de comunicaci¨®n, y como en alguno de esos medios la informaci¨®n sobre mi cuenta se present¨® de tal forma que pudiera derivarse o presumirse una actuaci¨®n si no ilegal, al menos incorrecta por mi parte, yo le agradecer¨ªa que tuviera a bien publicar esta carta o su contenido esencial, que es el siguiente:

1. A efectos de posibles irregularidades, se considera como "periodo cr¨ªtico" de Sistemas AFSA el periodo que va de marzo a junio de 1990. Pues bien, ni durante ese periodo ni durante todo el a?o 1990 yo vend¨ª una sola acci¨®n de Sistemas AF. Ten¨ªa al comienzo de ese a?o 1.460 acciones y comenc¨¦ el ejercicio de 1991 con 1.460 acciones.

2. En 1991 vend¨ª las 1.460 acciones de Sistemas AFSA por 2.069.150 pesetas, con una p¨¦rdida fiscal de 6.358.720, y cancel¨¦ la cuenta en Ibercorp, cuenta que el ¨²ltimo d¨ªa del a?o 1989 ascend¨ªa a 11.052.985 pesetas y que el 1 de enero de 1991 se redujo a 6.279.680 pesetas.

3. La cuenta que tuve con Ibercorp era gestionada por esta entidad "sin necesidad de ¨®rdenes previas de compra y venta", y por tanto dicha entidad, si por alguna raz¨®n hubiera querido beneficiarme, podr¨ªa haberlo hecho vendiendo las acciones de Sistemas AF en el periodo cr¨ªtico.

?sta es la triste historia, en t¨¦rminos de rentabilidad econ¨®mica, de mis ¨²nicas relaciones financieras con Manuel de la Concha e Ibercorp. En aquel entonces me molest¨® el detrimento patrimonial. Ahora incluso me alegro de la p¨¦rdida en alguna medida, porque en esta ¨¦poca de sospechas generalizadas y de mucha confusi¨®n y desconcierto es mejor no tener que dar explicaciones de unas ganancias aun cuando hubiesen sido enteramente l¨ªcitas.

Como todo el mundo, valoro en mucho mi propia dignidad, y por ello le agradecer¨ªa muy sinceramente que atendiera mi petici¨®n de publicaci¨®n. Ser¨ªa espe-

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