"La censura recupera toda su fuerza en China"
?Vivir! es el quinto largometraje de Zhang Yimou, director revelado en 1988 con Sorgo rojo -premio en Berl¨ªn- y que luego ha sido candidato al Oscar por Ju Dou (1990). Sus pel¨ªculas han topado con graves problemas de censura en su pa¨ªs, pero el ¨¦xito internacional y una extremada prudencia a la hora de hacer declaraciones le han servido de base para poder seguir trabajando.P. Su pel¨ªcula presenta la guerra civil, el gran salto adelante y la Revoluci¨®n Cultural como cat¨¢strofes naturales.
R. No he querido dar una interpretaci¨®n pol¨ªtica de los hechos ni acusar a nadie. La historia es una suma de muchas circunstancias, casi una fatalidad. El trasfondo es pol¨ªtico, pero no se formula una opini¨®n al respecto. Los cineastas de la llamada quinta generaci¨®n nos distinguimos por realizar pel¨ªculas sin h¨¦roes positivos, por explicar lo que vive o ha vivido la gran mayor¨ªa. Nuestros protagonistas no son l¨ªderes pol¨ªticos o intelectuales; la acci¨®n, muy a menudo, no transcurre en grandes ciudades. Los personajes se comportan de acuerdo con la mentalidad china tradicional, que pasa por no intentar ir contra corriente, por dejarse llevar por ella como una hoja en un r¨ªo. Hay que esperar que la corriente cambie de sentido e intensidad. En nuestros filmes se hace un elogio de la valent¨ªa desplegada para asegurar la mera supervivencia de la familia.
P. La censura china amenaza con cortar la pel¨ªcula.
R. Estoy inquieto al respecto, porque en China la censura est¨¢ recuperando toda su fuerza.
P. Mientras, los franceses le han propuesto convertirse en sus futuros productores.
R. He hablado con una productora rancesa sobre una historia que transcurrir¨ªa en el Shanghai de los a?os 20 y he empezado a escribirla, pero no hay nada en firme. La situaci¨®n en mipa¨ªs es muy complicada y no s¨¦ si se dar¨¢n las condiciones para llevar a cabo el proyecto.
P. En ?Vivir! cuando empieza la guerra civil un soldado rasga la pantalla en la que el protagonista daba sus funciones de sombras chinescas y, al mismo tiempo, la ni?a pierde la voz. A partir de ese momento no hay derecho ni a la ficci¨®n ni al pensamiento no ortodoxo.
R. La interpretaci¨®n de las im¨¢genes, el si tienen o no un contenido simb¨®lico, es algo que el espectador debe decidir. En cualquier caso, todo mi inter¨¦s est¨¢ focalizado en contar lo que ocurre entre los miembros de una familia. No es una elecci¨®n que se deba a limitaciones pol¨ªticas sino al hecho de haber elegido el melodrama corno forma.
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