La batalla del busto
Sujetadores en clave feminista
La lucha no es a pecho descubierto, sino con un nuevo modelo de sujetador muy armado que est¨¢ causando furor en Estados Unidos. Dos marcas, la Super-Lift Bra, brit¨¢nica, y la Wonderbra, estadounidense, libran ahora una batalla entre continentes. Antes del pasado 10 de mayo, en que se puso a la venta en Nueva York el Wonderbra el ¨¦xito fue todo de la empresa brit¨¢nica. Vendi¨® por valor de ocho millones de d¨®lares de sujetadores Super-Lift desde el mes de marzo.La revolucionaria invenci¨®n de la empresa brit¨¢nica consiste en una suerte de cruzado m¨¢gico por atr¨¢s que, en combinaci¨®n con unos rellenos y cables frontales, consigue vivificar y abultar los pecho! en las actrices de los a?os cincuenta. No importa de manera absoluta la condici¨®n f¨ªsica de la que se parta. El provocador interludio en el escote est¨¢ asegurado y el busto abastecido.
La fabulosa acogida del modelo brit¨¢nico, capaz de crear aglomeraciones en los departamentos de lencer¨ªa de la cadena -Saks Fith Avenue a lo largo de todo Estados Unidos, ha impulsado a la firma Sara Lee Foundation al lanza miento de una r¨¦plica. El cuidadoso dise?o de este ¨²ltimo sujetador ha empezado a distribuirse en Nueva York y al canzar¨¢ cobertura nacional en oto?o; puede solicitarse tambi¨¦n por tel¨¦fono al n¨²mero 1 800 4 Newbra, de Estados Unidos. La llamada es gratuita. El precio de la pieza oscila entre los 25 y los 29 d¨®lares (4.200 pesetas). Los ingleses son algo m¨¢s caros: 39,50 d¨®la res (unas 5.600 pesetas).
Que las mujeres hayan respondido de esta forma espectacular a una proposici¨®n de lencer¨ªa en la que abunda el artificio ha constituido una sorpresa para el marketing, pero no tanto para las feministas de la nueva ola.
Ya lo estaban diciendo: en la tendencia social, la moda de vestir sin sujetador o con sujetadores sin forma est¨¢ asociada a un feminismo adolescente y de tiempos ingenuos. Lo que ahora se lleva, seg¨²n los an¨¢lisis que capitanea Camille Paglia y sus correligionarias norteamericanas, es una actitud de mujer, segura. Seg¨²n Paglia, profesora de humanidades en la Universidad de Artes de Filadelfia, famosa tras la difusi¨®n de un par de libros (Sexual personae y Sex, art and american culture, Random House, 1990 y 1992, respectivamente), el feminismo acad¨¦mico ha temido hasta ahora al hombre aut¨¦ntico. Como consecuencia, requiere que todos los hombres pierdan una parte de su car¨¢cter viril y se conviertan en una segunda edici¨®n de inu er. Bajo su solicitud, ser¨ªan preferibles hombres fr¨¢giles, dubitativos, vulnerables, t¨ªmidos. Con ellos, el feminismo convencional enconder¨ªa no s¨®lo el miedo al hombre-hombre, sino tambi¨¦n el miedo a la mujer-mujer. Fuerte, sexual, sensualizada, Madonna ser¨ªa el prototipo her¨¢ldico de esta nueva ¨®ptica. "Madonna posee una concepci¨®n m¨¢s profunda del sexo de la que tienen las feministas convencionales... Madonna es el futuro del feminismo", ha escrito Paglia.
La feminidad que creci¨® en los a?os sesenta dec¨ªa: "?No m¨¢s m¨¢scaras!" las chicas sal¨ªan a la calle sin sujetador bajo los vestidos, y el feminismo que crece en los a?os noventa dice: "No somos otra cosa que m¨¢scaras". La mujer debe procurarse los atributos para ser atractiva. Debe ser sensual, y ambiciosa, y agresiva, y en¨¦rgica, y divertida..., al tiempo.
Esta es la nueva ideolog¨ªa. Paralelamente est¨¢ la lencer¨ªa. De hecho, los fabricantes convienen en que Madonna, con sus pr¨®tesis, ha hecho m¨¢s por la nueva lencer¨ªa que todas las campanas de publicidad un?das; Los anuncios, por su parte, se acompa?an de esl¨®ganes tan agresivos como le gustar¨ªa leer a las partidarias del feminismo nuevo. En la campa?a brit¨¢nica de los Super-Uplift Bra se lee: "Lock up your sons!" ("?Encarcela a tus hijos!"). El mensaje del Aronderbra dice as¨ª: "Who cares if it's a bad hair day?". Que significa: "?A quien le importa que sea un d¨ªa con el pelo hecho un desastre?".
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