La Junta Electoral dominicana aplaza la difusi¨®n de los resultados tras las denuncias de irregularidades

La Junta Electoral de la Rep¨²blica Dominicana aplaz¨® a mediod¨ªa de ayer la difusi¨®n de los resultados de las elecciones generales, celebradas el lunes, despu¨¦s de que el candidato presidencial del Partido Revolucionario Dom¨ªnicano (PRD), Jos¨¦ Francisco Pe?a, pidiera formalmente la repetici¨®n del escrutinio, esta vez acta por acta. Con un 86% de las mesas contabilizadas, Pe?a se encuentra a s¨®lo un punto del presidente Joaqu¨ªn Balaguer, lo que significa una diferencia de 36.000 votos. Los observadores internacionales han repaldado las denuncias de irregularidades y el Ej¨¦rcito ha establecido controles en todo el pa¨ªs.El PRI) y sus aliados, que forman el llamado Acuerdo de Santo Domingo, pidieron ayer a la Junta Electoral la suspensi¨®n del escrutinio y exigieron que una comisi¨®n de expertos independientes lo iniciara de nuevo.. No se sabe si la Junta atender¨¢ la solicitud pero al menos sus miembros tuvieron a bien reunirse para pensarlo. El recuento, no obstante, fue aplazado. En ese momento, a falta de escrutar el 14% de las mesas, la distancia entre ambos candidatos se hab¨ªa reducido a poco m¨¢s de un punto: 42,5% para Balaguer y 41,1% para Pe?a. El c¨®mputo del Distrito Nacional (¨¢rea de la capital), congelado por la Junta hasta el ¨²ltimo momento, iba a aupando al candidato opositor.

Esto ocurr¨ªa despu¨¦s de que una delegaci¨®n de observadores del Instituto Nacional Democr¨¢tico de Estados Unidos emitiera un informe demoledor en el que denunciaba la existencia de serias irregularidades que afectaron, sobre todo, a votantes de los partidos de oposici¨®n. "Dada la magnitud de la cifra de personas que no pudo votar y su distribuci¨®n, es posible que estas irregularidades hayan cambiado el resultado de la elecci¨®n. Quisiera dejar esto claro", afirm¨® Stephen Solarz, ex congresista estadounidense. Las conclusiones eran id¨¦nticas a las de la representaci¨®n de la Internacional Socialista.

Carn¨¦s falsif¨ªcados

Las irregularidades m¨¢s importantes se refieren a los listados electorales: los registros recibidos por los partidos pol¨ªticos antes de los comicios no coinciden con los enviados a las mesas electorales, de los que se han excluido a numerosos votantes unos 100.000, seg¨²n el PRD- que en muchos casos han sido sustituidos por otros nombres. En algunas localidades el n¨²mero de votos escrutados supera con mucho al de los electores registrados. A ellos se une la existencia de carn¨¦s falsificados.

Un antiguo alto cargo, que prefiere mantener el anonimato, reconoci¨® tambi¨¦n la existencia de anomal¨ªas: "Por lo que he podido ver, creo que s¨ª hubo intenci¨®n de trastocar los listados y parece que se han sacado de ellos a opositores reconocidos. Lo que habr¨¢ que ver, es si eso es porcentualmente significativo". A pesar de ello, un delegado de la Junta Electoral afirmaba sin pesta?ear que no hab¨ªa existido ning¨²n problema con el censo.

As¨ª las cosas, el octogenario l¨ªder del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Joaqu¨ªn Balaguer, da ya por conseguido su s¨¦ptimo mandato despu¨¦s de declarar a la prensa extranjera que las elecciones "han sido las m¨¢s limpias de la historia dominicana". Pero Pe?a no deja de reiterar que no permitir¨¢ "que roben unas elecciones". 'Tos culpables son personas cercanas a Balaguer", advierte.

La situaci¨®n es muy semejante a la vivida en las elecciones de 1986. Entonces Balaguer fue proclamado presidente con una diferencia de 30.000 votos cuando, entre otras cosas, hab¨ªa otros 80.000 sufragios en disputa.

Numerosos militantes se concentraron en la tarde de ayer ante la sede del PRD. Sin embargo, el candidato opositor quiso aplacar la tensi¨®n reinante y afirm¨® que no lanzar¨¢ "al pueblo a aventuras" y que su partido actuar¨¢ dentro de la legalidad.

Mientras tanto, el Ej¨¦rcito se ha desplegado por todo el pa¨ªs. Los controles salpican las carreteras. En Santo Domingo los soldados est¨¢n apostados por todas las calles, registran veh¨ªculos y decomisan armas, incluso las que tienen licencia.