Los pa¨ªses ricos han duplicado en 30 a?os la distancia que les separa de los pobres
Espa?a mantiene su puesto 23? en el ¨ªndice mundial que mide la calidad de vida
Los desequilibrios entre los pa¨ªses ricos y pobres y las grandes diferencias internas entre la poblaci¨®n de algunos pa¨ªses son bombas de tiempo que siempre terminan haciendo explosi¨®n. En los ¨²ltimos 30 a?os, los pa¨ªses industrializados han duplicado la distancia que les separa del Tercer Mundo en los ¨ªndices m¨¢s importantes para la vida cotidiana: ingresos, alimentaci¨®n, cuidados m¨¦dicos, formaci¨®n cultural y expectativa de vida. La se?al de alerta se recoge en el Informe sobre el Desarrollo Humano 1994, elaborado bajo el patrocinio de la ONU.
En el ¨ªndice de Desarrollo Humano, Espa?a ocupa el puesto 23 entre los pa¨ªses m¨¢s desarrollados, el mismo que el a?o pasado (PNUD). El informe clasifica a los pa¨ªses conforme al denominado Indice de Desarrollo Humano (IDH), que engloba, entre otros, datos como la esperanza de vida, la tasa de alfabetismo en adultos, el promedio de a?os de escolaridead, el ¨ªndice de escolaridad y la renta per c¨¢pita. A Espa?a la precede inmediatamente Italia y la sigue Hong Kong.Espa?a es segunda en acceso del ciudadano a los m¨¦dicos. Sin embargo, es el pa¨ªs con mayor ¨ªndice de sida en Europa, 8,7 casos por 100.000 habitantes. A nivel econ¨®mico, en la d¨¦cada de los 80 la tasa espa?ola de crecimiento del Producto Nacional Bruto fue del 3,3%, la tercera de Europa junto a Portugal.
Canad¨¢ y Guinea son el cielo y el infierno del desarrollo humano, los pa¨ªses que ocupan los puestos 1 y 173 en la lista internacional que compara la calidad de vida de los ciudadanos de todo el mundo. El IDH, una tabla que empez¨® a elaborarse por primera vez en 1990 como alternativa a las clasificaciones de los pa¨ªses por su Producto Interior Bruto, tiene tres componentes b¨¢sicos: longevidad, conocimientos y nivel de vida.
Su principal utilidad, sin embargo, no reside en saber que Canad¨¢, Suiza y Jap¨®n son los tres pa¨ªses en los que se vive mejor o que Afganist¨¢n, Burkina Fasso y Guinea est¨¢n en la cola del mundo. Lo m¨¢s interesante es que el ¨ªndice recoge las diferencias internas en un pa¨ªs y puede ayudar a sus dirigentes a detectar posibles conflictos si se preocupan por las disparidades.
El Informe de 1993, por ejemplo, denunciaba las exageradas desigualdades entre Chiapas y los estados m¨¢s acomodados de M¨¦xico. En su edici¨®n de 1994, el informe llama la atenci¨®n al primero de la lista, a Canad¨¢, porque los inuits, los esquimales del norte y otras poblaciones ind¨ªgenas, viven casi 6 a?os menos que el resto de los canadienses y sus ingresos son una tercera parte menores.
Sur¨¢frica, reci¨¦n incorporada a la civilizaci¨®n democr¨¢tica, encierra un tremendo espejismo: la media de Desarrollo Humano coloca al pa¨ªs en el puesto n¨²mero 93, pero si se atiende s¨®lo al nivel de vida de los blancos, la clasificaci¨®n le llevar¨ªa al puesto 24, justo despu¨¦s de Espa?a.
En el otro extremo, las condiciones de vida de la poblaci¨®n surafricana negra se acomodar¨ªa en el lugar 123, despu¨¦s del Congo. "El IDH es el espejo de una sociedad, y obliga a los responsables pol¨ªticos a tomar nota de los escandalosos desequilibrios entre las diversas regiones, los grupos ¨¦tnicos y las clases sociales", seg¨²n Mahbub ul Haq, ex ministro de Econom¨ªa y Planificaci¨®n de Pakist¨¢n y coordinador del informe.
Lo ocurrido en Somalia era previsible y pod¨ªa haberse evitado, seg¨²n el PNUD. La operaci¨®n de paz de la ONU cost¨® m¨¢s de 2.000 millones de d¨®lares en 1993. Una inversi¨®n similar en el desarrollo de este pa¨ªs, hace diez a?os, hubiese evitado la ahora imparable espiral de violencia. Nigeria, por ejemplo, adquiri¨® al Reino Unido dos buques de guerra por un importe que podr¨ªa haber bastado para vacunar a dos millones de ni?os, y suministrar planificaci¨®n familiar a m¨¢s de 20 millones de parejas.
El IDH indicaa otros casos en los que, en palabras de Mahbub ul Haq, "s¨®lo una r¨¢pida intervenci¨®n puede evitar la tormenta en ciernes". El gigante Brasil ocupa el puesto n¨²mero 63 en el mundo, pero el 20% de los brasile?os m¨¢s acomodados ganan 32 veces m¨¢s que el 20% de los m¨¢s pobres, un desequilibrio que s¨®lo supera Botswana.
No todo tiene tintes tan sombr¨ªos. El informe de 1994 recuerda que ha habido progresos: en 1960, un 73% de la poblaci¨®n mundial viv¨ªa en niveles de desarrollo humano bajos. Hoy, esa calificaci¨®n se aplica al 35% de los habitantes del mundo.
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