El l¨ªder neofascista italiano cree que Europa perdi¨® su identidad con el desembarco

Gianfranco Fini, secretario del Movimiento Social Italiano (MSI) y l¨ªder de Alianza Nacional (AN), la formaci¨®n de extrema derecha que tiene cinco ministros, tres de ellos neofascistas, en el Gobierno de Silvio Berlusconi, reiter¨® ayer, en una entrevista publicada por el diario La Stampa, que el fascismo fue positivo hasta 1938, y estim¨® que "el D¨ªa D, con el desembarco de los norteamericanos, fue tambi¨¦n el d¨ªa en que Europa perdi¨® su identidad cultural".

Fini salud¨® el jueves por la noche al presidente norteamericano, Bill Clinton, durante la cena que le ofreci¨® Berlusconi. Tambi¨¦n Giuseppe Tatarella, el ministro neofascista de Correos y Telecomunicaciones al que su colega belga se neg¨® a saludar hace unos d¨ªas en Bruselas, estuvo en la cena restringida celebrada en el Palacio Madama, una bella villa romana ligada a la familia Farnesio, y brind¨®, como los dem¨¢s invitados con Clinton."Me pareci¨® que Clinton se encontraba perfectamente a gusto. Si tuviera que resumir en una palabra lo que no fue la cena [del jueves] dir¨ªa que no fue inc¨®moda. No hubo nada de embarazoso y s¨ª mucha cordialidad", coment¨®, ayer Fini.

"Todo ha ido bien. Se ha creado una buena relaci¨®n humana con Clinton y su se?ora", dijo, por su parte, Berlusconi, evidentemente satisfecho por los resultados de esta visita y porque la generalidad de la prensa italiana ha entendido que el presidente de EE UU ha dado un claro voto de confianza al nuevo Gobierno.

A la cena del jueves asistieron tambi¨¦n el secretario del Partido Dernocr¨¢tico de la Izquierda, Achille Occhetto; el presidente de la Confindustria, la patronal italiana, Luigi Abete, y el modisto Valentino. Pero no Umberto Bossi, el l¨ªder de la Liga Norte, aliado aunque no amigo de Berlusconi, que se disculp¨® porque ten¨ªa un mitin para las elecciones al Parlamento Europeo.Buena relaci¨®n personal

"A rn¨ª me llamaban el amerikano, con k, porque me he identificado con las posiciones de Estados Unidos en los tiempos en que eso no estaba de moda y era dif¨ªcil", dijo Berlusconi a Clinton, seg¨²n cont¨® un portavoz del presidente del Gobierno italiano, que afiadi¨® que esa frase "permiti¨® que se creara inmediatamente una relaci¨®n personal entre Cl¨ªnton y Berlusconi".

A¨²n siendo el aliado m¨¢s fiable de Berlusconi, Fini se mueve en otra longitud de onda: "No creo hacer apolog¨ªa del fascismo si expreso la duda de que, con el desembarco americano, Europa perdi¨® una parte de su identidad cultural. Transferido a nuestro continente, el modelo de la sociedad americana, que yo mismo aprecio, ha generado seguramente muchos problemas".

Pero m¨¢s pol¨¦mica a¨²n que esta opini¨®n poco cort¨¦s para con ilustre invitado norteamericano que anoche todav¨ªa segu¨ªa en Roma, ser¨¢ esta otra afirmaci¨®n de Fini: "Creo que, hasta 1938, es decir, hasta un minuto antes de la firma de las leyes raciales, resulta muy dif¨ªcil juzgar el fascismo como un fen¨®meno globamente negativo".?A pesar de la supresi¨®n de la libertad?, le pregunta el entrevistador a Fini. "Depende del valor que se asuma al formular el juicio", responde. "Si se asume el valor de la libertad de asociaci¨®n, es claro que el juicio es negativo, porque el fascismo la hab¨ªa suprimido. Si asume el valor del progreso social, desafi¨® a cualquiera a que diga que la Italia del 38 estuviera en condiciones sociales peores que la del 22", cuando accedi¨® al poder Mussolini.