El r¨¦gimen chino vive al margen de Tiananmen
Cinco a?os despu¨¦s de que los tanques aplastasen la protesta estudiantil, nada ha cambiado pol¨ªticamente en Pek¨ªn
Aprovechando que el presidente de Camboya, Norodom Sihanuk, visita Pek¨ªn, el Gobierno chino ha sembrado de polic¨ªas la capital, que hoy se ve de nuevo obligada a llorar en silencio la matanza que cost¨® la vida a centenares de personas. Fue en la madrugada del 3 al 4 de junio de 1989. Han pasado cinco a?os y la sangre que corri¨® para democratizar el r¨¦gimen no ha logrado hacerle ceder un ¨¢pice. China en este quinquenio ha profundizado su apertura econ¨®mica, pero pol¨ªticamente no ha dejado que la m¨¢s m¨ªnima brizna de aire fresco sople sobre su empolvada gerontocracia.Pek¨ªn no quiere ni oir hablar de Tiananmen. De hecho, en los ¨²ltimos meses se ha mostrado m¨¢s firme que nunca en cuanto a permitir que Occidente ose record¨¢rselo. El presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, visit¨® China y tuvo que tragarse una mayor represi¨®n de los disidentes durante su estancia. Con Estados Unidos ha sido aun mas humillante. El duro pulso entre ambos pa¨ªses sobre la renovaci¨®n por la Administraci¨®n norteamericana de la cla¨²sula de naci¨®n m¨¢s favorecida a China se sald¨®, sin contrapartidas aparentes, a favor de Pek¨ªn. El enorme empuje econ¨®mico de ese pa¨ªs tuvo m¨¢s peso a la hora de decidir que todas las advertencias del presidente Bill Clinton en que para renovar esa cl¨¢usula se exig¨ªa un mayor respeto del Gobierno chino a los derechos humanos.El pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo, con 1.200 millones de habitantes, tiene un crecimiento sostenido superior al 10% y esto le convierte en la gran potencia del nuevo siglo. Pocos son, empezando por sus vecinos: Jap¨®n, Corea del Sur, Tailandia, Malaisia, Singapur o Filipinas, los que est¨¢n dispuestos a sacrificar sus relaciones bilaterales por recordar Tiananmen.
Sobre aquella penosa madrugada siguen planeando miles de preguntas sin contestar. Lo primero es la lista definitiva de quienes perdieron la vida. Las grandes cadenas de televisi¨®n norteamericanas que hab¨ªan seguido de cerca la protesta en la Puerta de la Armon¨ªa Celestial desde que se inici¨® a finales de abril, estremecieron el mundo con la terror¨ªfica cifra de 10.000 muertos. El impacto llev¨® al Gobierno -siempre remiso a dar explicaciones- a cifrar las v¨ªctimas en cerca de 400, y a la Embajada norteamericana en Pek¨ªn a situarlas entre 500 y 800.S¨®lo una mujer a lo largo de todo este tiempo se ha atrevido a desafiar al Gobierno e investigar sobre lo ocurrido. Se trata de Ding Zilin, una profesora de la Universidad del Pueblo, cuyo ¨²nico hijo de 17 a?os muri¨® aquella noche. Ding, contra viento y marea, y con el ¨²nico apoyo de su marido, ha recorrido barrio a barrio la capital buscando los hogares que como el suyo se cubrieron de luto. Su lista incluye ya 84 nombres. Ding y su marido iniciaron ayer una huelga de hambre para protestar por el tremendo acoso policial que sufren estos d¨ªas.En un informe titulado Las violaciones de los derechos humanos en China cinco a?os despu¨¦s de Tiananmen, la organizaci¨®n humanitaria Aminist¨ªa Internacional publica los nombres de 75 v¨ªctimas de Tiananmen y hace un llamamiento a las autoridades chinas para que liberen a los "miles de personas" que sufren condena por participar en aquella protesta.Tal vez sea necesaria la muerte del. anciano dirigente Deng Xiaoping para arrojar algo de luz sobre aquellas semanas en que la vida de Pek¨ªn se impregn¨® de una fragancia de libertad jam¨¢s disfrutada. Ni tan siquiera durante la llamada Primavera de Pek¨ªn (1978-1979) que finaliz¨® con la supresi¨®n del Muro de la Democracia. Es cierto, que el movimiento casi se restringi¨® a Pek¨ªn pero lleg¨® a participar en ¨¦l una buena parte de la poblaci¨®n capitalina.
Fuentes occidentales dijeron en su d¨ªa que una de las principales revelaciones de la protesta estudiantil fue la incapacidad del Gobierno para hacerle frente. "En cualquier pa¨ªs de Occidente la revuelta se habr¨ªa acabado mucho antes con la sola intervenci¨®n de las fuerzas antidisturbios".
Hasta ahora la ¨²nica v¨ªctima pol¨ªtica de lo acontecido fue el entonces primer ministro Zhao Ziyang. Tal vez si un d¨ªa finalmente el r¨¦gimen chino se abre pol¨ªticamente Zhao sera capaz de hacer p¨²blicas sus memorias.
De momento hay pocas esperanzas de apertura. El Gobierno ha obligado a todos los hoteles que reciben la cadena norteamericana CNN a suspender la emisi¨®n de ¨¦sta durante el d¨ªa de hoy para que los recuerdos que la cadena haga de Tiananmen no lleguen a la poblaci¨®n.
La consigna es olvidar Tiananmen para que todos aquellos que estaban en el poder entonces y siguen ahora dejen de sentirse avergonzados.
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