'Blues' de la incertidumbre
Los estertores de la campa?a socialista que recorre Espa?a son confusos y discordantes, pero aguzando el o¨ªdo se puede escuchar un cansino blues de la incertidumbre. Mientras Gonz¨¢lez insiste en que no adelantar¨¢ las elecciones si gana Aznar, Josep, Borrell reconoce que un voto de castigo al PSOE "puede poner en peligro la estabilidad del Gobierno", aunque, para Narc¨ªs Serra, es Ia estabilidad y el progreso econ¨®mico que estamos logrando" lo que resultar¨ªa da?ado. Fernando Mor¨¢n y Manuel Chaves piden el voto de la otra izquierda, y las mujeres -m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n- son cortejadas con mimo por el presidente andaluz y por Gonz¨¢lez.Los socialistas echar¨¢n el ¨®rdago oratorio en Sevilla, en una grande finale que reunir¨¢, por primera vez en esta campa?a, a Gonz¨¢lez y Guerra, con el morbo de la participaci¨®n junto a este ¨²ltimo, tambi¨¦n por primera vez, de Carmen Hermosin,. la secretaria provincial del PSOE renovadora, surgida tras la ca¨ªda de los guerristas.Parece que ning¨²n flanco se deja por cubrir, y que el "vamos a ganar" repetido hasta la saciedad, as¨ª como el otro estribillo machac¨®n -"la ¨²nica encuesta definitiva es la del d¨ªa l2"- s¨®lo se lo creen los militantes, que salen de los m¨ªtines con la fe del carbonero reforzada. De puertas adentro es distinto. Esta desinteresada cronista ha tenido que reconfortar a alg¨²n cuadro medio y alg¨²n cargo t¨¦cnico con un "no os preocup¨¦is, que vais a ganar" m¨¢s basado en la consideraci¨®n del peso del miedo que en datos concretos. "?T¨² crees?", contestaban. Y juro, con la mano derecha puesta en los techos de la Capilla Sixtina, que su tono era infinitamente m¨¢s esc¨¦ptico que el de servidora.Chaves reconoce en privado que "el PP e IU han hecho muy buena. campa?a". Ello equivale a admitir que la propia no ha tenido esplendor. En Andaluc¨ªa ni siquiera han sacado a Felipe m¨¢s de lo habitual, como era previsible si se tem¨ªa que los rivales pusieran toda la carne en el asador. Chaves no ha citado extraordinariamente a Gonz¨¢lez -en Huelva, el mi¨¦rcoles, le nombr¨® una vez-, porque prefiere que se le valore por su peso espec¨ªfico como presidente auton¨®mico.
Ya no estamos en 1990, en que a Chaves se le conoc¨ªa s¨®lo como ministro de trabajo y tuvo que meter la cara del presidente del Gobierno junto a la suya, en los carteles, para reforzar su tir¨®n. Pero este hombre que renunci¨® a un cargo, en el que no ten¨ªa m¨¢s enemigos que los sindicatos, para ser presidente auton¨®mico se enfrenta ahora con la posibilidad de perder. "Ni ¨¦l ni los suyos", seg¨²n una fuente cercana al palacio de San Telmo, "est¨¢n preparados para bajar, de 50 esca?os. Con 55 justos -mayor¨ªa absoluta raspada, siete menos que en 1990- se quedar¨ªan l¨ªvidos, pero si se consiguen menos de 50, eso les descalabrar¨ªa por completo".De la suma de la notas surge una melod¨ªa sentimental que tiene mucho de blues depresivo, aunque en los escenarios se cante otra cosa. En Algar (C¨¢diz), sin ir m¨¢s lejos, la orquesta espect¨¢culo Guadalete despidi¨® a Serra con una versi¨®n electoral de la sevillana Macarena, de Los del R¨ªo, cuya letra improvisada para la ocasi¨®n dec¨ªa as¨ª: "Dale tu voto a mi amigo Felipe que el tarao de Aznar no te lo quite, ay, mi Felipe".
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