La OTAN mantendr¨¢ informada a Rusia sobre Europa
Los ministros de Exteriores aliados, reunidos en el Consejo Atl¨¢ntico semestral, acordaron rechazar todas las exigencias presentadas por el ministro de Defensa ruso, general P¨¢vel Grachov, como corolario a su aceptaci¨®n de la Asociaci¨®n para la Paz, el marco de relaciones de cooperaci¨®n ofrecido por los 16 aliados a los pa¨ªses del antiguo Pacto de Varsovia. Pero, a la vez, la OTAN ofreci¨® a Mosc¨² un tipo de consulta que en la pr¨¢ctica lleva a mantener permanentemente informadas a esas autoridades de los asuntos que afectan a la seguridad de Europa. Una frase del jefe de la diplomacia brit¨¢nica, Douglas Hurd, se ha convertido en el lema del dificil equilibrio que busca la Alianza: "Ni veto ni sorpresas: transparencia".
Rusia no podr¨¢ actuar como la superpotencia que fue en su d¨ªa y deber¨¢ permitir que la Alianza Atl¨¢ntica se ampl¨ªe hacia el Este bajo el liderazgo occidental. Pero los occidentales se comprometen, aunque s¨®lo verbalmente, a que no se repita una actuaci¨®n como el lanzamiento del ultim¨¢tum contra los serbios bosnios en Sarajevo, el pasado 9 de febrero, sin consulta a Mosc¨². El marco de consultas que se ofrece debe permitir, seg¨²n los aliados, que el ministro de Exteriores, Andrei K¨®zirev, conceda su visto bueno hoy en Estamb¨²l y fije incluso una fecha para la firma -en igualdad de, condiciones con los dem¨¢s pa¨ªses- de la Asociaci¨®n para la Paz.Las frases del comunicado final del Consejo Atl¨¢ntico han buscado el perfil m¨¢s suave posible, para evitar el nerviosismo entre los antiguos sat¨¦lites sovi¨¦ticos y no herir el orgullo ruso. "Reafirmamos nuestro firme apoyo a la reforma pol¨ªtica y econ¨®mica y reconocemos las contribuciones importantes que Rusia puede aportar a la estabilidad y a la seguridad en Europa", asegura el texto. Y a?ade: "Las buenas relaciones de cooperaci¨®n entre la OTAN y Rusia ser¨¢n un elemento clave para la seguridad y la estabilidad en Europa. Deseamos pues que se establezca con Rusia un amplio di¨¢logo centrado en los objetivos comunes en los que Rusia tiene una contribuci¨®n espec¨ªfica o particularmente importante".
La OTAN no quiere que los pa¨ªses del antiguo bloque socialista puedan sentirse marginados y rechaza toda idea de condominio ruso-atl¨¢ntico sobre el continente y m¨¢s a¨²n la idea de un nuevo Yalta, que efect¨²e otro reparto y fije una nueva frontera en dos ¨¢reas de influencia.
En su visita a Bruselas hace dos semanas y en clara disonancia con las posiciones mucho m¨¢s flexibles de K¨®zirev, el ministro de Defensa ruso asegur¨® que aceptaba la Asociaci¨®n para la Paz sin condiciones, pero a la vez entreg¨® un memor¨¢ndum plagado de exigencias "inadmisibles por la Alianza".
Grachov, considerado como el l¨ªder del grupo de presi¨®n militar ruso, pretend¨ªa contar con derecho de veto sobre la ampliaci¨®n de la OTAN, exig¨ªa una consulta permanente y sistem¨¢tica y propugnaba el refuerzo de la CSCE (Conferencia para la Cooperaci¨®n y la Seguridad en Europa) en detrimento de la Alianza, que quedar¨ªa pr¨¢cticamente amputada y diluida, mientras que el actual CCAN (Consejo de Cooperaci¨®n del Atl¨¢ntico Norte), el primer foro creado por la OTAN para trabajar con los pa¨ªses del disuelto Pacto de Varsovia, se convertir¨ªa en una instituci¨®n de mayor protagonismo. Grachov pretend¨ªa tambi¨¦n que el marco de consultas quedara formalizado antes de la firma de la Asociaci¨®n para la Paz.
La respuesta de la OTAN permite seguir la cooperaci¨®n con Rusia y avanzar en el camino de la ampliaci¨®n. Se compromete s¨®lo con el actual inquilino del Kremlin, Bor¨ªs Yeltsin, cuyas reformas apoya abiertamente. Si dentro de un a?o hay otro presidente en Mosc¨² poco proclive a aceptar el papel que Occidente ha reservado a Rusia, no habr¨¢ entonces ning¨²n compromiso escrito que obligue a los aliados a mantener las consultas garantizadas ahora
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