Aires de cambio en la pol¨ªtica exterior de Estados Unidos

La actividad favorita de los c¨ªrculos diplom¨¢ticos en Washington estos d¨ªas es la de las apuestas sobre los cambios que, seg¨²n un rumor largamente extendido, el presidente Bill Clinton har¨¢ en su equipo de pol¨ªtica exterior para dar consistencia a un ¨¢rea en la que la Administraci¨®n ha ofrecido hasta ahora una imagen de indecisi¨®n y fragilidad. Las quinielas m¨¢s frecuentes mencionan al actual embajador en Jap¨®n, Walter Mondale, como posible sustituto de Warren Christopher en la secretar¨ªa de Estado.La Casa Blanca ha tenido que salir al paso de los comentarios para asegurar oficialmente queno se prev¨¦ ning¨²n relevo por el momento. Pero eso no ha apagado los rumores. El diario The Washington Post, que publicaba el lunes un reportaje sobre el clima de cambios que se vive en el Departamento de Estado, asegura que "hay una fuerte especulaci¨®n de que la Casa Blanca podr¨ªa reemplazar a Christopher, un hombre t¨ªmido e introvertido, porque no ha conseguido convertirse en un vigoroso portavoz de la pol¨ªtica de la Administraci¨®n".

Un diplom¨¢tico extranjero con varios a?os de servicio en Washington asegura que "todo el mundo aqu¨ª habla de ese tema". "Unos creen que los cambios ser¨¢n inminentes y al m¨¢s alto nivel, y otros opinan que Christopher goza de la confianza de Clinton", dice.

Bill Clinton ha reconocido en varias entrevistas que su Administraci¨®n ha fracasado hasta ahora en la labor de comunicar los aciertos que se consiguen en pol¨ªtica exterior. De esta manera, tanto Bosnia como Hait¨ª y Somalia han sido habitualmente mencionados como errores del Gobierno, pese a que la Casa Blanca considera que la pol¨ªtica norteamericana en esos pa¨ªses tiene varios aspectos positivos.

Algunas fuentes consultadas consideran que el problema de la pol¨ªtica exterior norteamericana no es de c¨®mo se transmite o de qui¨¦n la hace, sino de c¨®mo la entiende el propio presidente, quien se ha negado hasta ahora a dedicar a los conflictos internacionales el tiempo y el esfuerzo que sus asesores le ped¨ªan. Un diplom¨¢tico citado por The Washington Post afirma que "Christopher ha tratado de luchar contra la tendencia de Clinton a mariposear sobre los asuntos de pol¨ªtica exterior".

En la lista de posibles relevos est¨¢ tambi¨¦n el consejero nacional de Seguridad, Anthony Lake, uno de los puestos claves en el manejo de la pol¨ªtica exterior. Lake, a quien se tiene como un hombre gris y dubitativo, tampoco ha conseguido transmitir una imagen de coherencia en su ¨¢rea. Lake ha aumentado ¨²ltimamente sus contactos con la prensa en un intento de demostrar que est¨¢ al frente de los problemas, pero su popularidad no ha mejorado por eso.

La especulaci¨®n m¨¢s repetida apunta a que Christopher podr¨ªa pasar al cargo de jefe de Gabinete de la Casa Blanca, un puesto de m¨¢s bajo perfil donde sus cualidades podr¨ªan ser mejor aprovechadas, y que Lake dejar¨ªa la Administraci¨®n. El actual jefe de Gabinete, Thomas McLarty, tampoco est¨¢ en una posici¨®n fuerte actualmente.

El segundo nivel

A un nivel m¨¢s modesto, los cambios en el equipo de pol¨ªtica exterior empezaron ya hace meses con la sustituci¨®n, en noviembre pasado, del n¨²mero dos del Dapartamento de Estado, Clifton Wharton, por el responsable de la pol¨ªtica hacia Rusia, Strobe Talbott. Talbott es hoy uno de los nombres que m¨¢s se escucha como candidato para ascender hasta la secretar¨ªa de Estado.Los cambios han continuado en la ¨²ltima semana con la salida de Stephen Oxman, secretario de Estado Adjunto para Europa -que ser¨¢ sustituido por Richard Holbrooke, actual embajador en Alemania-, y la responsable de Asuntos Europeos de la Casa Blanca, Jennone Walker -para cuyo reemplazo podr¨ªa ser nombrado Alexander Vershbow, que lleva el tema de la antigua Yugoslavia en el Departamento de Estado.

Un diplom¨¢tico de un pa¨ªs europeo muy vinculado a Estados Unidos cree que "estos cambios son el s¨ªntoma, no la enfermedad", y que ser¨¢n seguidos pr¨®ximamente por relevos m¨¢s profundos.

Uno de los pocos funcionarios aparentemente seguros en su puesto actualmente es Dennis Ross, quien sigue como responsable de Oriente Pr¨®ximo en el Departamento de Estado, cargo que ya tuvo durante la anterior Administraci¨®n. Winston Lord, el encargado de Asia, un hombre de gran prestigio que lleg¨® a sonar anteriormente como secretario de Estado, se ha visto perjudicado por los problemas suscitados en relaci¨®n con la renovaci¨®n del tratado de naci¨®n m¨¢s favorecida para China.