El giro la sociediad
Cuando hemos- visto no afeitar sino arrancar las barbas de cuajo a los compa?eros socialistas franceses, e incluso cuando Achille Occhetto, reci¨¦n llegado a la Internacional Socialista, ha sufrido un afeitado en seco con un tomahawk, conviene que los socialistas espa?oles pongamos nuestras barbas a remojar. Nada m¨¢s lejos de la tradici¨®n del PSOE que esperar a que el barbero vaya a su casa. Lo que hizo que el pueblo espa?ol concediera la hegemon¨ªa al partido de Pablo Iglesias en una situaci¨®n bastante m¨¢s dif¨ªcil que la que atraviesa en estos momentos el pa¨ªs no fue precisamente la falta de iniciativa y de ideas.En el, debate que mantuvimos los diputados y senadores del PSOE con la Ejecutiva federal el martes 21 se dio con. la clave de la recuperaci¨®n del partido que permite retomar la iniciativa en la pol¨ªtica espa?ola. No se trata de cambiar de pol¨ªtica y de girar a la izquierda o a la derecha, sino de propiciar un giro a la sociedad.
Pero nada m¨¢s vac¨ªo de contenido y lleno de buenas intenciones que esta idea de dar un giro a la sociedad. La hemos o¨ªdo cada vez que un partido no ha obtenido el apoyo que esperaba en unas elecciones, pero el giro a la sociedad se interpreta como que es preciso mejorar la explicaci¨®n de la pol¨ªtica realizada. En algunos casos, realmente, se agradecer¨ªa que el Gobierno hiciera un mayor esfuerzo en este sentido, explicar la acci¨®n realizada, pero en otros muchos casos no 'ser¨ªa suficiente.
Para explicar el acuerdo con CiU bastar¨ªa que el partido resaltara que en el programa electoral de -1993 el PSOE prometi¨® el traspaso de las materias pendientes a todas las comunidades aut¨®nomas. Es l¨®gico que para llevar adelante esta pol¨ªtica se quiera contar con el apoyo de los partidos nacionalistas moderados y que el cierre del proceso auton¨®mico implique una mayor participaci¨®n de ¨¦stos en la gobernabilidad del Estado, y viceversa, que la desaparici¨®n de las ambig¨¹edades hacia el Estado auton¨®mico favorezca el entendimiento que posibilite la cesi¨®n de materias auton¨®micas.
No aparece as¨ª ante la opini¨®n p¨²blica. La mayor¨ªa cree -dej¨¢ndose llevar por los an¨¢lisis de comentaristas, tertulianos y l¨ªderes de otros partidos pol¨ªticos que el acuerdo con CiU no es sino el resultado de la fr¨ªa aritm¨¦tica parlamentaria que obliga al PSOE a pactar con los nacionalistas de Pujol, y eso cuando no est¨¢ convencido de que no es sino una forma de mantenerse en el- Gobierno a cualquier precio.En otros casos, sin embargo, para recuperar el electorado progresista, joven y urbano, que abandona o no se in tegra en el, electorado socialista, no basta con explicar mejor la pol¨ªtica. Al contrario, el giro a la sociedad implica m¨¢s bien la necesidad de llevar a cabo una pol¨ªtica que sea posible explicar a la sociedad. Y uno de los temas que precisa un nuevo planteamiento es la cuesti¨®n del servicio militar. Es m¨¢s necesario que nunca llevar a cabo una reformulaci¨®n menos esencialista de la que se plantea generalmente desde el partido. Es cierto que el servicio militar obligatorio fue un avance democr¨¢tico y un logro de la izquierda a comienzos de siglo y una de las conquistas irrenunciables, sobre todo si se compara con la situaci¨®n anterior, en la que s¨®lo quienes contaban con dinero para red? mirse de las cuotas se libraban de la mili.Pero actualmente el Estado no es s¨®lo el recaudador de impuestos y el monopolizador de la violencia. Existe todo un Estado de bienestar que hay, que democratizar. Es m¨¢s, contamos con un Estado de bienestar en crisis financiera que s¨®lo puede mantenerse si voluntariado social. Y no olvidemos que en el programa electoral del a?o pasado -nuestro ¨²ltimo compromiso con los electores que nos dieron su apoyo- promet¨ªamos una ley de voluntariado social. Esta ley deber¨ªa otorgar un nuevo rango al servicio social, que en ning¨²n caso deber¨ªa ser sustitutorio y excepcional, sino normal y habitual, porque no es menos digno y necesario para la sociedad organizar colonias para ni?os y j¨®venes, cuidar ancianos y vigilar bosques y playas que cumplir el servicio militar. Pero, m¨¢s que una respuesta puntual a problemas concretos, lo que el' partido socialista precisa es una reflexi¨®n sobre el rotundo fracaso del socialismo en los pa¨ªses vecinos y el retroceso experimentado en las pasadas elecciones europeas. Una de las causas indudables es que las relaciones entre el partido y los sectores sociales que le apoyan con su voto son muy d¨¦biles. Es imprescindible generar un di¨¢logo que potencie la autoorganizaci¨®n y la movilizaci¨®n de la sociedad civil. Es necesario un mayor desarrollo de la experiencia democr¨¢tica, participativa y cr¨ªtica de los ciudadanos. Para lo cual es imprescindible generar expectativas de que sus planteamientos y reivindicaciones vayan a ser atendidas.Marlo Onaind¨ªa es vicepresidente del PSE-EE.
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