Elaborada la primera carta magna de la asistencia sanitaria europea
La Convenci¨®n logra no poner cortapisas al aborto
La lucha ha sido a brazo partido. Pero al final, y pese a las fuertes presiones de pa¨ªses de influencia cat¨®lica, la Convenci¨®n Europea de Bio¨¦tica ha logrado evitar la definici¨®n de ser humano, de inmediatas consecuencias sobre el aborto en las naciones que lo permiten. El texto, que ser¨¢ presentado el pr¨®ximo jueves en Estrasburgo, ha sido elaborado por el Comit¨¦ de Bio¨¦tica del Consejo de Europa, que dirige el m¨¦dico espa?ol Octavi Quintana. Sus normas ser¨¢n de obligado cumplimiento para todos los pa¨ªses que lo ratifiquen.
La Convenci¨®n Europea de Bio¨¦tica, primera de estas caracter¨ªsticas en el mundo, crea unas reglas generales de actuaci¨®n en los campos de la investigaci¨®n y la asistencia sanitaria que deber¨¢n cumplir, con prevalencia sobre sus leyes nacionales, todos los pa¨ªses que la ratifiquen. Est¨¢ previsto que lo hagan las 32 naciones que integran el Consejo de Europa; entre ellas, Espa?a, adem¨¢s de Australia, Canad¨¢ y Nueva Zelanda."Despu¨¦s de tres a?os de discusiones a brazo partido hemos sacado un texto consensuado", explica Octavi Quintana, presidente del Comit¨¦ de Bio¨¦tica del Consejo de Europa y asesor en el Ministerio de Sanidad. "Me parece muy importante el hecho de que nos pongamos de acuerdo en unas reglas que afectan a la dignidad del ser humano".
La ¨¦tica en la investigaci¨®n cient¨ªfica ha suscitado los mayores y enconados debates entre los redactores. de la convenci¨®n. Muchos pa¨ªses entre ellos, Italia, Irlanda, Polonia, Portugal y Alemania- lucharon por conseguir una definici¨®n de ser humano. "Yo me he negado insistenteinente", reconoce Quintana. A su juicio, compartido con colegas de varios pa¨ªses, este concepto est¨¢ hoy m¨¢s relacionado con consideraciones morales y religiosas que con evidencias cient¨ªficas. Los pa¨ªses acordaron finalmente apostar por el concepto de dignidad humana, estableciendo, eso s¨ª, coto a la experimentaci¨®n con embriones.
Al igual que ya establece la nueva ley de bio¨¦tica de Francia, s¨®lo se permitir¨¢ la intervenci¨®n en embriones de desarrollo inferior a 14 d¨ªas; las manipulaciones en el material gen¨¦tico humano quedan limitadas a motivos de estricta ¨ªndole terap¨¦utica, y nunca tocando la l¨ªnea germinal (las c¨¦lulas reproductivas humanas). De esta forma quedan proscritas posibilidades como la selecci¨®n del sexo, excepto en casos de enfermedades ligadas a ello, o de determinadas caracter¨ªsticas gen¨¦ticas del futuro ser.
Cobayas profesionales
En el aspecto sanitario, el documento define que el acceso a la sanidad debe ser equitativo para todos los ciudadanos; que ning¨²n ser humano podr¨¢ ser sometido a intervenciones ni a experimentaci¨®n sin su previo consentimiento por escrito, y que tampoco podr¨¢ existir transacci¨®n econ¨®mica alguna con el cuerpo humano y sus partes. Esto no s¨®lo prohibe tajantemente el tr¨¢fico de ¨®rganos y -tejidos para trasplantes, sino tambi¨¦n la compensaci¨®n econ¨®mica a las personas que se sometan voluntariamente a ensayos cl¨ªnicos."En Espa?a no est¨¢ permitido, pero tampoco prohibido expl¨ªcitamente, y yo quiero que se impida la existencia de cobayas profesionales", indica Quintana.
La Convenci¨®n de Bio¨¦tica garantiza la absoluta confidencialidad del historial cl¨ªnico de los ciudadanos y limita los casos en que se puede obligar a un trabajador a verificar su estado de salud. En opini¨®n M m¨¢ximo responsable del documento, esto es de suma importancia para impedir el tr¨¢fico de datos cl¨ªnicos entre compa?¨ªas de seguros, o el uso de las pruebas gen¨¦ticas y sanitarias por parte de las empresas con fines de selecci¨®n de personal".
La nueva normativa ha previsto, no obstante, una excepci¨®n a la confidencialidad, que se podr¨ªa violar cuando sus consecuencias afecten gravemente a un tercero.El Consejo de Europa no tiene previsto crear un tribunal espec¨ªfico para salvaguardar el cumplimiento de esta convenci¨®n, como sucede en el caso de los derechos humanos con el Tribunal de Estrasburgo. Pero cualquier ciudadano tendr¨¢ el derecho de acogerse a los principios de esta convenci¨®n en sus tribunales nacionales.
Por el momento, el ¨²nico mecanismo de control previsto ser¨¢ el ejercido por el propio secretario general del Consejo de Europa, quien podr¨¢ solicitar a los Estados informes peri¨®dicos sobre la aplicaci¨®n del documento y hacerlos p¨²blicos con todas sus consecuencias.
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