"Su religi¨®n no afecta al trabajo del equipo"
Este argentino de 53 a?os, antecesor de Jorge Valdano en el Tenerife y veterano del Mundial de 1966, est¨¢ triunfando por donde menos lo esperaba. A trav¨¦s de la meritoria campa?a de Arabia aud¨ª.Pregunta. ?Hace falta repartir monedas entre la selecci¨®n de los petrod¨®lares?
Respuesta. Eso de las primas es un mito. El f¨²tbol de Arabia sigue siendo aficionado. Dir¨ªa que sus jugadores son los que menos cobran en este Mundial. No tengo todos los datos, pero la selecci¨®n argentina, por ejemplo, cobra 20 veces m¨¢s. Veinte veces.
P. Pero usted...
R. Acept¨¦ este trabajo porque el Rey de Arabia habl¨® con Carlos Menem [presidente de Argentina] y ¨¦ste me recomend¨®. No conoc¨ªa a Menem antes. Le conoc¨ª despu¨¦s de su recomendaci¨®n, y por eso le dediqu¨¦ nuestra victoria sobre Marruecos. Yo no trabajaba, y se trata de un Mundial que es importante vivirlo dentro. La experiencia que se puede ganar es importante. La recomendaci¨®n del presidente era otra obligaci¨®n m¨¢s, pero a m¨ª me agrad¨®. Vino conmigo mi hermano Eduardo Miguel y mi hijo Jorge para colaborar en la preparaci¨®n del equipo, junto con el hijo de Artime, Javier. Mi hermano trabajaba en Estudiantes de La Plata y tuvo que rescindir contrato para venir. Ya trabajamos juntos en Colombia; hablamos de f¨²tbol y, trat¨¢ndose de un contrato corto con una plantilla de 30 futbolistas, era importante llegar con un grupo homog¨¦neo de trabajo para dividir el plantel y realizar trabajos espec¨ªficos. Ya ve que ha sido un trabajo de media familia.
P. ?Antes de aceptar, habl¨® con los dos t¨¦cnicos cesados, C¨¢ndido y Beenhakker?
R. No, y ya s¨¦ por d¨®nde va la pregunta. Nosotros ponemos las normas en la cancha, en el vestuario y en la concentraci¨®n. El d¨ªa que alguien quiera hacer el equipo, renunciamos. Eso s¨ª, hablo con el Pr¨ªncipe y tiene todo el derecho a interesarse por la selecci¨®n. Pero sigo pensando que resulta m¨¢s dif¨ªcil trabajar en Suram¨¦rica. El dirigente, como es de paso, no tiene mucho respeto a los t¨¦cnicos. Quiere interferir, quiere tomar decisiones, quiere hacerlo todo.
P. Ha tenido m¨¢s tiempo para preparar su selecci¨®n que varios t¨¦cnicos europeos...
R. Estuvimos tan s¨®lo 20 d¨ªas en Arabia. Despu¨¦s, un mes en Francia y un mes en EE UU.
P. ?Dos meses lejos de casa, y los europeos gritan al cielo si pasan una semana sin ver a mujeres y novias!
R. Parece que no es problema para ellos. Es una cultura distinta ya que a la mujer s¨®lo la ven la cara el marido y los hijos. Ni siquiera el cu?ado. Pueden tener hasta cuatro mujeres. Por eso algunos hombres tienen 15 o 20 hijos. Pero la larga ausencia no les crea problemas. Adem¨¢s, aqu¨ª no pueden tener relaci¨®n alguna. La religi¨®n no se lo permite. Bueno, yo soy cat¨®lico y nuestra religi¨®n tampoco nos lo permite. Pero ellos son m¨¢s creyentes.
P. ?Interfiere con el trabajo?
R. No, para nada. Hacen cinco rezos por d¨ªa, pero son de unos diez minutos y no coinciden con los entrenamientos. Lo que influye mucho m¨¢s es la gran diferencia de costumbres, de clima y de alimentaci¨®n.
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