Los animales dom¨¦sticos alivian a los enfermos y mejoran la calidad de vida de los sanos
Una ciencia nueva analiza los efectos terap¨¦uticos de perros o gatos en los humanos
Los animales de compa?¨ªa empiezan a ser utilizados cada vez m¨¢s como un apoyo en las terapias para mejorar los trastornos f¨ªsicos y ps¨ªquicos de los humanos. Hasta el punto que hoy se habla abiertamente de una "ciencia nueva" que estudia los efectos positivos de un animal de compa?¨ªa, sea un perro, un gato, un caballo o un p¨¢jaro, que a los sanos les acrecentar¨ªa la calidad de vida y a los enfermos les aliviar¨ªa. De ah¨ª que se multipliquen esas terapias no s¨®lo en las familias, sino tambi¨¦n en c¨¢rceles, hospitales o residencias de ancianos, y en an¨¢lisis de psic¨®logos, psiquiatras y pedagogos.
Los pioneros en este campo han sido norteamericanos y brit¨¢nicos, pero desde hace cinco a?os est¨¢ tomando cuerpo tambi¨¦n en Espa?a, gracias sobre todo al empe?o puesto por la Fundaci¨®n Purina, que la organizado ya dos congresos internacionales sobre el tema.Carlos Ball¨²s, catedr¨¢tico de Psiquiatr¨ªa de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, ha dicho a EL PA?S que, aunque con 20 a?os de retraso, "tambi¨¦n en Espa?a se est¨¢ despertando una nueva con ciencia acerca de la importancia terap¨¦utica de la relaci¨®n entre las personas y los animales de compa?¨ªa". Y ha calificado de sensata, aunque inesperada, a primera sentencia que la juez italiana Cristina Bellentani acaba de emitir, por la que se condena a la c¨¢rcel a un individuo que, habiendo atropellado a un perro que rod¨® despu¨¦s hasta su finca, le dej¨® morir horas despu¨¦s sin haber permitido, a la due?a del animal entrar a socorrerlo. La sentencia sanciona la importan cia psicol¨®gica en la relaci¨®n en tre un ser humano y su animal de compa?¨ªa, y Ball¨²s subraya que dicha sentencia "crea una jurisprudencia muy importante".
Inter¨¦s
Al igual que Ball¨²s, tambi¨¦n Fernando Angulo, director del Programa de Salud Mental de Barcelona, y que ha, sido jefe de Psiquiatr¨ªa. Infantil del San Juan de Dios durante 30 a?os, ha manifestado su agradable sorpresa por el inter¨¦s que est¨¢ despertando en Espa?a el tema de las ventajas que para la salud f¨ªsica y mental pose en los animales de compa?¨ªa. Y ambos subrayan el inter¨¦s despertado por el ¨²ltimo congreso mundial organizado por Purina, al que acudieron grandes estrellas internacionales como el psiquiatra A. Catcher, de la Universidad de Pensilvania; MacCulloch, de la de Oreg¨®n, y Juan Or¨®, el catedr¨¢tico de Bioqu¨ªmica de la Universidad de Houston (EE UU), al que acudieron de Espa?a no s¨®lo psic¨®logos y psiquiatras, sino tambi¨¦n cient¨ªficos varios, m¨¦dicos, veterinarios, industriales, y hasta abogados y juristas.
Los primeros estudios de campo realizados en Espa?a, y que est¨¢n siendo muy apreciados en los mismos Estados Unidos, son esencialmente tres: el que se est¨¢ realizando en el Departamento de Atenci¨®n Especializada (DAE) de la c¨¢rcel de La Roca del Vall¨¦s, en Barcelona, en colaboraci¨®n con el Departamento de Justicia de la Generalitat de Catalu?a y dirigido por el psic¨®logo Ricard Sanchis.
Se est¨¢ estudiando el efecto positivo en j¨®venes reclusos por problemas de droga de la presencia de dos perros boxer de los que se responsabilizan completamente. Seg¨²n Sanchis, lo que ya se aprecia en los reclusos es que les rompe el bloqueo emocional.
Seg¨²n un estudio realizado por la psic¨®loga David Lee durante un a?o, en un pabell¨®n "sin perros" del hospital estatal de Lima para criminales dementes hubo 123 peleas y tres intentos de suicidio, mientras que en otro en el que se permit¨ªa poseer un perro hubo s¨®lo una pelea y ninguna tentativa de suicidio.
Otro experimento espa?ol ha sido realizado en Murcia por el psic¨®logo Mariano Soriano con un muchacho hipoac¨²stico, con graves trastornos de car¨¢cter, usando un perro pastor catal¨¢n como coterapeuta, apoyado por la familia. La experiencia, presentada en el ¨²ltimo congreso mundial de la Fundaci¨®n Purina, revela c¨®mo en menos de un a?o el muchacho ha adquirido. su equilibrio y recuperado sus estudios con normalidad. Seg¨²n Soriano, un animal de compa?¨ªa como coterapeuta en los trastornos ps¨ªquicos es usado desde hace 20 a?os en EE UU, por el 32% de los psiquiatras. El pionero hab¨ªa sido Boris Levinson, que descubri¨® por azar que la presencia de su perro en la sala de espera serv¨ªa para desbloquear la comunicaci¨®n con un paciente grave.
El tercer experimento en Espana -en Palma de Mallorca, entre mayores de 60 a?os que hab¨ªan adquirido un perro de compa?¨ªa-, fue realizado por el psiquiatra Miquel Roca y la psic¨®loga Margalida Gifi, quien ha confirmado a este periodista que en s¨®lo seis meses hubo una mejora de la calidad de vida, sobre todo en salud mental, disminuci¨®n de la ansiedad y de la depresi¨®n.
Seg¨²n la psic¨®loga, lo importante es que estos estudios van a hacerse ahora tambi¨¦n en otras ciudades como Madrid, Barcelona y Tenerife porque, dice, "quedan muchas- inc¨®gnitas por desvelar en la relaci¨®n persona-aniinal". Y confes¨® estar impresionada por un anuncio de televisi¨®n en el que a un beb¨¦ de tres meses le cambian su perrito por uno id¨¦ntico de peluche y se echa a llorar desesperado. ?C¨®mo pudo distinguir enseguida la diferencia?
Cada vez m¨¢s humanizados
Miguel Sigu¨¢n, profesor em¨¦rito de la Facultad de Psicolog¨ªa de la Universidad de Barcelona, ha planteado el delicado problema de la "humanizaci¨®n" del animal de compa?¨ªa. Y, afirma que sigue siendo, un enigma c¨®mo un animal "puede llegar a adquirir formas de expresi¨®n que s¨®lo ocurren en el contexto humano, lo que permite hablar de una cierta humanizaci¨®n del anirnal".Se piensa que, puesto que el hombre proyecta sobre su perro o su gato, por ejemplo, ciertas necesidades afectivas, acaba humaniz¨¢ndolo, y que el animal responde al comportamiento que el hombre exige de ¨¦l comport¨¢ndose de alg¨²n modo tambi¨¦n como persona. Y se pregunta si todo ello no estar¨¢ ya impreso en nuestros genes tras millones de a?os de convivencia conflictiva o pac¨ªfica con los animales.
- ?No se dice que el amo acaba pareci¨¦ndose a su perro, y al rev¨¦s? Recuerdo que el escritor portugu¨¦s Jos¨¦ Saramago le dijo un d¨ªa a su perro Pepe: "Habla, por favor". Aunque enseguida se corrigi¨® y a?adi¨®: "No, mejor que no lo hagas, porque me imagino lo que dir¨ªas de nosotros". O cuando Julio Llamazares recuerda que todas las mujeres que ha tenido, cuanto m¨¢s tarde llegaba a casa de noche, peor cara le pon¨ªan; al rev¨¦s que su perra, que le hac¨ªa m¨¢s fiestas cuanto m¨¢s tarde llegaba.
La psic¨®loga Estrella Afuente realiz¨® un estudio cient¨ªfico con un muestreo de 101 sujetos y 15 ¨ªtems en L¨¦rida, y de dicho estudio result¨® que el 60% de los entrevistados prefer¨ªa la compa?¨ªa de un animal a la de las personas; el 82% consideraba que el animal ofrece un afecto m¨¢s desinteresado y gratuito, y el 89% lo consideraba un miembro m¨¢s de la familia, por el que har¨ªan cualquier sacrificio, como si fuera una persona m¨¢s.
Interrogados por EL PA?S un joven y una joven (P. y M.), de 18 y 20 a?os, que han tenido en su familia un perro desde peque?os, sobre el significado de dicha presencia respondieron:
"Para m¨ª ha sido m¨¢s que un simple animal, alguien m¨¢s leal y sincero que el hombre, que no enga?a ni se corrompe, que ama siempre y nunca traiciona ni abandona. Si tiene alg¨²n defecto es porque lo aprende de nosotros. D¨ªa tras d¨ªa sigue el pisotear de los zapatos de la raza humana, dispuesto siempre a dar y recibir afecto" (ella).
"Lo que me gusta del perro es que es siempre un compa?ero fiel mientras vive, sin que cambie nunca. La convivencia con el perro adem¨¢s, me hace sentirme importante, casi todopoderoso. Ellos poseen tambi¨¦n una vida propia. Con ellos nunca me he aburrido en mi vida. Y observ¨¢ndolos de cerca tambi¨¦n nosotros podemos aprender mucho de ellos, empezando por su sentido del agradecimiento y de su nobleza" (¨¦l).
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