Gonz¨¢lez dej¨® claro a Aznar que su intenci¨®n es seguir gobernando y agotar la legislatura

Aznar y Gonz¨¢lez libraron el jueves su ¨²ltimo gran pulso poselectoral antes de las vacaciones de verano. Con todas las cartas sobre la mesa, el presidente del Gobierno confirm¨® su juego. No tiene la menor intenci¨®n de adelantar las elecciones generales y est¨¢ decidido a seguir al frente del Ejecutivo, al menos hasta 1996. Frente a esta actitud, el l¨ªder de los populares le reproch¨® que se equivoca si intenta continuar como si el 12 de junio no hubiera perdido en las urnas.Gonz¨¢lez no dio opci¨®n a su interlocutor para pactar un calendario electoral. El jefe del Gobierno mantuvo la tesis de que las elecciones generales tienen poco que ver con las europeas y defendi¨® las atribuciones que le otorga la Constituci¨®n para decidir s¨®lo ¨¦l si se agota o no la legislatura. Aznar abandon¨® La Moncloa contrariado. "Ni siquiera acept¨® los servicios de megafon¨ªa que le ofrecimos. 'Eso lo ponemos nos otros', nos dijo. Es como si invitas a. alguien a cenar y se trae una silla plegable", coment¨® un portavoz de la Presidencia de Gobierno resumiendo el desenlace de la entrevista.

El presidente del Gobierno dedic¨® la mayor parte de las casi dos horas de la reuni¨®n, a informar a Aznar sobre los principales problemas pol¨ªticos: la sucesi¨®n de Jacques Delors al frente de la Comisi¨®n Europea, la salida de la crisis econ¨®mica y la convergencia con Europa, las l¨ªneas generales de los presupuestos de.1995 y el. desarrollo auton¨®mico. Hubo coincidencia de criterios en la forma de afrontar la pol¨ªtica europea y en la necesidad de impulsar los estatutos de autonom¨ªa de v¨ªa lenta.

"Nada nuevo, no se mueve"

Pero, tal como inform¨® ayer Aznar a algunos dirigentes del PP, de la reuni¨®n no sali¨® acuerdo alguno, ni siquiera la impresi¨®n de que el Ejecutivo va a modificar sus relaciones con el principal partido de la oposici¨®n. Aznar reuni¨® a primera hora de la ma?ana al secretario eneral del PP, Francisco Alvarez Cascos; al vicesecretario general, Mariano Rajoy, y a los portavoces en el Congreso y el Senado, Rodrigo Rato y Alberto Ruiz Gallard¨®n, respectivamente.

"Nada nuevo, que [Gonz¨¢lez] no se mueve y que va a seguir como si no hubiera pasado nada", vino a decir Aznar a sus m¨¢s inmediatos colaboradores. Tampoco hubo sorpresa en la c¨²pula del partido. La situaci¨®n era para los populares "perfectamente previsible" y por eso, al salir de La Moncloa, su l¨ªder insisti¨® una y otra vez en declararse desconcertado y desconocedor del objetivo de la entrevista, "si es que hab¨ªa alguno".

Con la impresi¨®n confirmada de que Gonz¨¢lez -arropado por Pujol y CiU, y con la expectativa de presidir la UE durante el segundo semestre del 95- "intenta seguir como si no pasara nada", el resto de la conversaci¨®n se redujo a un puro tr¨¢mite. Aznar le garantiz¨® la continuidad de su actitud de consenso en "asuntos de Estado" como la pol¨ªtica exterior o la lucha contra el terrorismo y le advirti¨® que espera lo mismo de los socialistas cuando el PP gobierne.

El ministro de la Presidencia, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, fue ayer menos negativo en cuanto al resultado de la conversaci¨®n. A su juicio, el gran objetivo de la entrevista era conseguir un clima de distensi¨®n en las relaciones con el PP, y, bajo su punto de vista, ¨¦se ha sido precisamente el principal fruto de la cumbre. El desbloqueo de los nombramientos en los ¨®rganos constitucionales -especialmente para el Consejo General del Poder Judicial- ser¨¢ la primera prueba de fuego, pero la soluci¨®n se retrasar¨¢ al menos hasta septiembre.

En cuanto a las relaciones con los partidos nacionalistas, las posturas siguen igual. Gonz¨¢lez advirti¨® a Aznar sobre los riesgos de crear tensiones territoriales y Aznar contest¨® que hay otros riesgos cuando se buscan apoyos para seguir en el Gobierno "a cualquier precio".