Romario lleva a Brasil a la final

Brasil vuelve a la final. Venticuatro a?os despu¨¦s tiene la oportunidad de conquistar su cuarta Copa del Mundo. Y de nuevo tuvo en Romario al salvador. Cuando el partido estaba predestinado a la pr¨®rroga, el delantero centro de Barca logr¨® perforar la porter¨ªa de Tafarell, que ayer lo par¨® casi todo.Suecia pareci¨® conformarse con haber llegado a semifinales. Adem¨¢s, enfrente ten¨ªa un equipo que, por lo demostrado ayer, sobre todo en la primera parte, est¨¢ capacitado para alzarse con su cuarta Copa del Mundo, siempre con el permiso de los italianos y con su suerte. Hasta cinco oportunidades tuvieron ayer los hombres de Carlos Alberto Parreira para haber setenciado el partido en los primeros 45 minutos: Zinho, a pase de Bebeto, Romario en tres ocasiones, y Mazinho pr¨¢cticamente a puerta vac¨ªa.

El gran Ravelli

Pero ayer Brasil ten¨ªa enfrente a un gran portero, Thomas Ravelli, tal vez el mejor guardameta de este Mundial. Gracias a ¨¦l fue posible que Suecia llegara a semifinales: sus dos paradas en los lanzamientos de penaltis ante Rumania, sobre todo el ¨²ltimo ante el valencianista Belodedici, le convirtieron en la estrella del encuentro. Ayer volvi¨® a demostrar por qu¨¦ a sus 34 a?os Tommy Svensson, el seleccionador, sigue confiando en ¨¦l.

La segunda parte comenz¨® como la primera: Brasil dominando el partido y Suecia a la espera de que el contragolpe les diera algo fruct¨ªfero, cosa dif¨ªcil si se pasa poco m¨¢s all¨¢ del centro del campo. A los 15 minutos, un tremendo disparo de Zinho oblig¨® de nuevo a Ravelli a realizar una espl¨¦ndida parada. Y dos minutos despu¨¦s lleg¨® la expulsi¨®n de Jonas Thern, tras una dura entrada a Dunga. A partir de ese momento, los suecos se olvidaron por completo de la ley de f¨²tbol, de la m¨¢xima del ajedrez, matar al rey, es decir buscar la porter¨ªa contraria, y se dedicaron a defender a su rey, aunque ayer Ravelli no precisaba ninguna guardia pretoriana. ?l solo despejaba una y otra vez los disparos brasile?os, que cada vez eran menos y de menor intensidad.

Y ten¨ªa que llegar, y ten¨ªa que ser Romario el que le diera a Brasil el pase a la final. Era el minuto 80, la pr¨®rroga se ve¨ªa venir. Bebeto recogi¨® un bal¨®n cerca del ¨¢rea, mir¨® a la derecha por donde entraba Jorginho. El pase de ¨¦ste fue a parar a la cabeza de Romario, que no fall¨® ante Ravelli. En esta ocasi¨®n, el portero sueco nada pudo hacer por detener el bal¨®n.