Los aliados de Berlusconi le piden que retire el decreto de excarcelaci¨®n de los corruptos
El Gobierno de Silvio Berlusconi segu¨ªa ayer a un paso de una crisis que deber¨¢ resolverse en las pr¨®ximas horas. El l¨ªder de la Liga Norte, Umberto Bossi, apoy¨® ayer a su militante y ministro del Interior, Roberto Maroni, que la v¨ªspera hab¨ªa declarado que fue sujeto a un enga?o para que diera su voto al decreto-ley que suprime la prisi¨®n preventiva para los corruptos. Bossi pidi¨® a Berlusconi que retire la pol¨¦mica norma enviada al Parlamento. Tambi¨¦n el l¨ªder de Alianza Nacional (AN), Gianfraco Fini, estim¨® ayer que el decreto debe ser modificado.
Pero Berlusconi no est¨¢ por la labor. Prueba de ello es que ayer conmin¨® a Maroni para que le env¨ªe "una carta de pleno desmentido o de dimisi¨®n", tras recordarle que "Italia es una Rep¨²blica constitucional y la dimisi¨®n se presenta al presidente del Gobierno, no al propio partido".Maroni puso el pasado s¨¢bado su cargo a disposici¨®n del Consejo Nacional de la Liga Norte, que se reuni¨® anoche para examinar el caso. El ¨®rgano supremo de la Liga reiter¨® su pleno apoyo a Maroni y pidi¨® a Berlusconi que retire el decreto ley y lo sustituya por un proyecto de ley que se tramite normalmente en el Parlamento.
Pero la actitud del ministro del Interior deja un margen pr¨¢cticamente nulo para un eventual arreglo con Berlusconi. En una entrevista publicada ayer por el diario La Stampa, Maroni precisa as¨ª su versi¨®n de lo que ocurri¨® con el decreto: "Ped¨ª una garant¨ªa de que el decreto no har¨ªa salir de la c¨¢rcel a los presuntos corruptos, y me respondieron que no. Yo insist¨ª y Biodi [Alfredo, el ministro de Justicia] me interrumpi¨®. 'Yo siempre combat¨ª la corrupci¨®n. No ten¨¦is m¨¢s alternativa que fiaros o no hacerlo', dijo. Y me fi¨¦", concluye Maroni, que dice sentirse "amargado" por el enga?o.
M¨¢s negativas, a¨²n para el Gobierno son las hip¨®tesis que el ministro del Interior formula para explicar este comportamiento de sus aliados: "Creo que no ten¨ªan alternativa. La prisa con la que han actuado es muy sospechosa. Han actuado por un principio de autodefensa. ?Por qu¨¦ precisamente ahora? Porque los magistrados hab¨ªan comenzado a moverse de nuevo", sostiene Maroni, que a?ade: "No han puesto en pie toda esta m¨¢quina s¨®lo para que salga De Lorenzo [uno de los ex ministros que figura entre los 1.165 ya excarcelados gracias el decreto], sino para evitar que los magistrados pudieran llegar al verdadero pez grueso, una perspectiva que evidentemente espantaba" al Gobierno.
Si a un italiano se le pregunta por qui¨¦n es la persona de la que habla entre l¨ªneas Maroni, lo m¨¢s probable es que responda que se trata de Berlusconi. De ah¨ª la tajante exigencia de desmentido formulada por el primer ministro.
"En mi opini¨®n, Maroni no tiene por qu¨¦ dimitir, y, en cambio, lo que habr¨¢ que hacer es pedir a este Gobierno que deje de legislar por decreto ley y que presente un proyecto legal adecuado en el Parlamento", afirm¨® Bossi al hilo de la reuni¨®n del Consejo Nacional de su partido.
La propuesta es poco acorde con el ¨¢nimo de un Berlusconi que ya hab¨ªa asegurado que el proyecto no ser¨¢ retirado y que califica de "no ajustadas a la verdad y ofensivas para ¨¦l Consejo de Ministros y su presidente" las declaraciones de Maroni. El portavoz del Gobierno, Giuliano Ferrara, sugiere que cualquier arreglo pasa por la dimisi¨®n de Maroni.
Pero Bossi a?ade un desaf¨ªo: "Si el objetivo de Berlusconi fuera crear las condiciones para la celebraci¨®n de elecciones anticipadas, que lo diga claro. Si quiere dimitir, que lo haga ¨¦l, y el pa¨ªs sabr¨¢ que el motivo de que se vuelva a votar no es otro que Berlusconi quiere que salgan a la calle los corruptos".
El l¨ªder de la Liga encuentra un aliado inhabitual en el secretario de AN, Gianfranco Fini, quien, pidiendo a "todos seriedad y reflexi¨®n", coincide en que "es claro que el decreto, tal y como est¨¢, ya no puede pasar en el Parlamento" y advierte que "tampoco se puede ir a nuevas elecciones por motivo de este decreto".
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