Emociones fuertes
A la muy poco jazz¨ªstica hora de las 12 de la ma?ana se desarroll¨® en el sal¨®n de plenos del Ayuntamiento una verdadera cumbre del jazz. Ser¨¢ dif¨ªcil superar en lo que resta de festival las emociones que depararon el concierto de Doc Cheatham y el subsiguiente homenaje que le rindi¨® el concejo donostiarra. Result¨® enternecedor contemplar los 89 a?os del trompetista agradecer con juvenil nerviosismo el reconocimiento a una carrera tan larga como fruct¨ªfera.Los primeros minutos de la noche corrieron raudos impulsados por la pujante juventud del trompetista Roy Hargrove, quien, apoyado por una extraordinaria secci¨®n r¨ªtmica, vol¨® hacia los agudos con aplomo de veterano y resolvi¨® con solvencia complicadas ecuaciones t¨¦cnicas, dentro de una versi¨®n del hard bop de los noventa.
Doe Cheatham Quartet, Roy Hargrove Quintet, Betty Carter
Sal¨®n de plenos del Ayuntamiento y plaza de la Trinidad. San Sebasti¨¢n. 23 de julio.
Quiz¨¢ no le viniera mal a Hargrove pasar una temporada en el grupo de Betty Carter. La cantante templa los ¨¢nimos m¨¢s levantiscos, inculca las m¨¢ximas aspiraciones art¨ªsticas sin despegar los pies del suelo y fulmina con la mirada a quien no llega a dar todo lo que lleva dentro.
Despu¨¦s de lecciones tan tajantes no queda m¨¢s remedio que comportarse como lo hizo el tr¨ªo que trajo a San Sebasti¨¢n. Los tres afortunados disc¨ªpulos supieron contener la respiraci¨®n en las baladas de lentitud casi insostenible y resolvieron con creativa disciplina los arreglos m¨¢s complejos. Su apoyo fue ejemplar.
Justo el que necesita una cantante exigente. Cuando la Carter se fija en una canci¨®n no es para seguirla al pie de la letra. Posiblemente tome su significado y calibre su grado de dramatismo, pero completar¨¢ el trabajo con una reformulaci¨®n arm¨®nica total y una ce?ida adaptaci¨®n mel¨®dica a su propia personalidad. As¨ª lo hizo con Lover man y You go to my head, entre otras. Ese proceso fascinante llen¨® de magia la plaza de la Trinidad
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