La tarea de Samper
?Es COLOMIBIA el pa¨ªs m¨¢s violento del mundo? Casi 30.000 homicidios y 1.400 secuestros cometidos el a?o pasado para unos 34 millones de habitantes la sit¨²an en una nada envidiable posici¨®n en el ranking del desprecio a la vida. ?Esa violencia es antecedente o consecuente de sus peores plasmaciones, como el narcotr¨¢fico, con sus guerras y la existencia de diversos grupos guerrilleros, tambi¨¦n en conflicto interno y entregados a la destrucci¨®n del Estado?El presidente electo, Ernesto Samper Pizano, de 44 a?os, que tomar¨¢ posesi¨®n el 7 de agosto, tiene ante s¨ª nada menos que el reto de repensar Colombia, pacificarla y modernizarla. Samper, l¨ªder del Partido Liberal, gan¨® la segunda vuelta de las elecciones en junio al conservador Andr¨¦s Pastran a, por poco m¨¢s de 100.000 votos, en los comicios m¨¢s disputados de la historia del pa¨ªs. Comienza ahora su mandato con la cesta llena de problemas.
Hay que reducir el bandolerismo del narcotr¨¢fico; negociar con la guerrilla su reintegraci¨®n a la vida civil; reconstruir la econom¨ªa, a la vez alimentada y desarticulada por el narcotr¨¢fico, y hacer todo ello en el contexto de una dif¨ªcil relaci¨®n con EE UU, que duda de las convicciones del presidente en su lucha contra la droga.
Las acusaciones de Pastrana en el sentido de que la campa?a de Samper hab¨ªa recibido dinero narco fueron estruendosamente desmentidas por el presidente electo. Pero nada de esto ha impedido al Senado norteamericano bloquear en julio la entrega de 40 millones de d¨®lares para combatir ese tr¨¢fico criminal. ?Por qu¨¦ se duda de Samper?
El nuevo mandatario colombiano es cauto y, seguramente, realista en sus apreciaciones. Dice que hay que reprimir con toda la potencia del Estado ese comercio encanallado, pero tambi¨¦n que hay que persuadir con la garant¨ªa de juicios justos y tal vez penas mitigadas a los que se entreguen; y a?ade que no hay que consentir que Colombia se convierta en un Vietnam de la lucha contra la droga, un territorio en el que los dem¨¢s libren sus propias batallas. Quiz¨¢ esto explique las reticencias de Washington.
C¨¦sar Gaviria, tambi¨¦n liberal y pr¨®ximo secretario general de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), ya hab¨ªa desencadenado la lucha contra ese ej¨¦rcito interior del narcotr¨¢fico y su estela de corrupci¨®n. Samper sabe que su tarea ser¨¢ el gran combate por la supervivencia de la sociedad colombiana. Y ah¨ª es donde comienzan los elementos positivos. El pa¨ªs se est¨¢ levantando contra las mortales inercias del pasado; la figura del bandido generoso, que fomentaron los Escobares de anta?o, se difumina en el horror; Medell¨ªn, capital del cartel quiz¨¢ m¨¢s poderoso, vuelve a ser una ciudad habitable; el colombiano pierde el miedo, un nuevo orgullo nacional recorre el pa¨ªs.
Colombia no es s¨®lo droga, guerrilla, criminalidad. Es muchas cosas m¨¢s -Garc¨ªa M¨¢rquez incluido-, pese a que los medios de comunicaci¨®n presentemos en ocasiones una imagen del pa¨ªs tan realista como insuficiente. Ernesto Samper es el general de un combate que no est¨¢ en absoluto ganado de antemano; pero la contraofensiva nacional ya ha comenzado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.