LAS BOLITAS DE CLEMENTE
Javi de f¨²tbol no quiere ni hablar. Recluido con la parienta y la prole en un apartamento de Puerto Ban¨²s, el seleccionador Clemente no ha abierto la boca -eso tiene m¨¦rito- durante sus vacaciones en el reino de Jes¨²s Gil. Ha dedicado los d¨ªas, desde primera hora y hasta el momento del papeo a pegarle a la pelotita de golf. Los expertos lo consideran, con cierta benevolencia, como un jugador mediano, a la hora de calificar sus aptitudes para este deporte. Clemente, que odia la playa, ha referido zambullirse en la piscina de la urbanizaci¨®n -donde un amigo le proporcion¨® alojamiento- antes que adentrarse en el mar. Hura?o con quienes le inquer¨ªan sobre la secci¨®n de f¨²tbol -todav¨ªa sue?a con Julio Salinas-, Javi lo ha ense?ado los dientes cuando las bolitas entraban en agujerito, seg¨²n los golfistas, oyo. Y se fue sin decir ni p¨ªo: a este hombre no le van a conocer en Baracaldo.-
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