UNA PROSTITUTA CON PRISAS

Un joven, que hace el servicio militar en Cartagena, present¨® una denuncia en la comisar¨ªa, de polic¨ªa por un presunto fraude. La denunciada es una prostituta a la que acusa de no prestar un servicio adecuado con la cantidad acordada -verbalmente-, 1.500 pesetas -se desconoce si inclu¨ªa IVA-. Seg¨²n la denuncia, a los 10 minutos de iniciado el servicio, la mujer empez¨® a meterle prisas al cliente, dici¨¦ndole que no dispon¨ªa de todo el d¨ªa. La cosa se precipit¨®, seg¨²n la versi¨®n del militar, que descontento intent¨® que la mujer le devolviera el dinero. Ella se neg¨® y el asunto acab¨® en comisar¨ªa, lugar donde advirtieron al amante desenga?ado de la dificultad de que prospere su demanda, ya que se trata de un incumplimiento de contrato verbal y sin testigos. Ya lo dicen las asociaciones consumidores: todo por escrito, para que luego se pueda reclamar con fundamento.-