Las quince medallas europeas
Todo comenz¨® en los Campeonatos de Europa de Praga 78. A Gerardo Garc¨¦s se le hab¨ªa ocurrido que Llopart y Mar¨ªn se fueran a M¨¦xico para entrenarse en altitud y junto a los mejores especialistas del mundo. Cuando regresaron volvieron hechos unos campeones, con una t¨¦cnica de marcha que les hac¨ªa deslizarse. Llopart conquist¨® el t¨ªtulo continental de 50 kil¨®metros y Mar¨ªn, el de los 20, cuatro a?os m¨¢s tarde, en Atenas 82.Estos campeonatos son los que marcan el list¨®n de medallas. Mar¨ªn gan¨® otra, de plata, en los 50 kil¨®metros, igual que Antonio Corgos en longitud. Jos¨¦ Manuel Abascal en 1.500 metros y Domingo Ram¨®n en 3.000 obst¨¢culos tambi¨¦n subieron al podio a colgarse sendas medallas de bronce.
En Stuttgart 86, tres medallistas: MariCruz D¨ªaz, oro en 10 kil¨®metros marcha; Miguel ?ngel Prieto, bronce en 20 kil¨®metros marcha; Carlos Sala, bronce en 110 metros vallas.
En Split 90, el atletismo- espa?ol mejor¨® la calidad, pero perdi¨® en cantidad. Dos subcampeones: Angel Hern¨¢ndez en longitud y Daniel Plaza en 20 kil¨®metros marcha.
Cambio de rumbo
Helsinki 94 marc¨® un nuevo rumbo: el ¨¦xito no tiene que proceder mayoritariamente de la marcha. Ferm¨ªn Cacho es el campe¨®n en 1.500 metros y Abel Ant¨®n en 10.000; adem¨¢s, Isaac-Viciosa, subcampe¨®n tras Cacho. Los marchadores no pod¨ªan quedar excluidos del podio y Valent¨ªn Massana, en 20 kil¨®metros, fue quien subi¨® para recoger la medalla de bronce.A los cinco campeones de Europa que van de momento se unen los dos mundiales (Massana y Garc¨ªa Bragado) y los dos ol¨ªmpicos (Cacho y Plaza). Todos ellos forman un atletismo de oro, del que Cacho es su capit¨¢n. Es el ¨²nico capaz de ganar la triple corona; s¨®lo le falta el t¨ªtulo mundial -el a?o pasado fue segundo- para lograrlo . Nurredin Morceli, el argelino que ha sustituido a Said Auita en la cumbre del medio fondo mundial, le cerr¨® el camino en los Mundiales de Stuttgart de 1993. Es una asignatura semipendiente para Cacho. En la ciudad alemana le gan¨® claramente el africano, pero de volverle la moneda no es un imposible. Le basta repetir lo de Barcelona.
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