Padres maltratados
La primera causa de violencia familiar en Jap¨®n es la que ejercen los hijos en casa cuando llegan a la adolescencia
?Qu¨¦ ocurre cuando el m¨¢s d¨¦bil se convierte en victimario y el m¨¢s fuerte en la v¨ªctima? La respuesta es la primera preocupaci¨®n de los psiquiatras infantiles en Jap¨®n, donde el maltrato por parte de los ni?os a sus padres es, seg¨²n todos los estudios, la principal causa de violencia familiar.Son ni?os tranquilos y obedientes, estudiosos y con buenas notas que, poco antes de la pubertad, se convierten repentinamente en torturadores de la familia: destrozan los muebles o atacan con gritos, pellizcos, patadas y golpes al padre, la madre o la abuela. No est¨¢n enfermos: son la otra cara de los llamados ni?os modelo, un ideal de perfecci¨®n y competitividad escolar, profundamente arraigado en la sociedad japonesa, que ha empezado a resquebrajarse.
Alrededor de un 5% de los ni?os y adolescentes japoneses en tratamiento psiqui¨¢trico lo est¨¢n por maltratar a sus padres, seg¨²n un estudio sobre violencia infantil de la Universidad de Nagoya, presentado en el ¨²ltimo congreso de la Asociaci¨®n Internacional de Psiquiatr¨ªa del Ni?o y del Adolescente, que reuni¨® a finales de julio en San Francisco (Estados Unidos) a un millar de especialistas de medio centenar de pa¨ªses sobre el tema de la violencia y el ni?o vulnerable.
"Haga algo con mi hijo porque no lo soporto m¨¢s". Es la llamada de ayuda de muchos padres que empez¨® a proliferar de forma espectacular, seg¨²n los expertos, a principios de los a?os ochenta. "El n¨²mero de casos de padres que denunciaban malos tratos por parte de su hijo a la polic¨ªa se duplic¨®, llegando a los 100 anuales", explica Shuji Honjo, psiquiatra del Hospital universitario de Nagoya y director del estudio.
El inter¨¦s de los psiquiatras en este fen¨®meno surgi¨® en Jap¨®n a ra¨ªz de dos famosos casos protagonizados, a mediados de los a?os setenta, por dos adolescentes aparentemente mod¨¦licos: en el primero, un padre asesin¨® a su hijo, seg¨²n confes¨®, porque no pod¨ªa seguir soportando sus palizas; en el segundo, el menor asesin¨® a su abuela, sin raz¨®n aparente y a pesar de ser tambi¨¦n un chaval modelo para sus vecinos y profesores.
En un 40% de los casos similares de maltratos infantiles estudiados por el equipo de Honjo, los chavales padec¨ªan alg¨²n tipo de trastorno grave. como la esquizofrenia o alg¨²n grado de retraso mental, epilepsia o autismo. Sin embargo, los casos m¨¢s comunes eran los de ni?os sin ninguna patolog¨ªa que desarrollan un comportamiento obsesivo de tipo neur¨®tico, asociado con frecuencia a un abandono brusco y total de la escuela y de los estudios.
"Los ni?os proceden de familias estables de clase media y se comportan de manera normal fuera del hogar. Son apacibles y obedientes, amables con sus compa?eros y con los profesores. Suelen tener muy buenas notas y no cometen actos de vandalismo en la calle o el colegio. Es s¨®lo dentro de la familia", explica Honjo.
Los estudios de este especialista revelan que el problema afecta tres veces m¨¢s a los ni?os que a las ni?as y su agresividad suele centrarse en un miembro de la familia: en un 65% de los casos se vuelven contra la madre, un hermano (30%) o el abuelo o la abuela (8%). En otros casos, se dedican simplemente a destrozar los muebles y otros objetos de la casa (37%).
"En los 300 casos que hemos estudiado en los ¨²ltimos 20 a?os, existen algunas caracter¨ªsticas comunes", se?ala Honjo. "Un 30% hab¨ªa sufrido alg¨²n tipo de abuso familiar, una separaci¨®n temprana por una hospitalizaci¨®n larga o se hab¨ªa sentido discriminado con respecto a otros hermanos". El ¨ªndice de abusos infantiles, sin embargo, es muy bajo en Jap¨®n, o al menos existen pocos estudios serios sobre el tema, seg¨²n reconoce Honjo. No obstante, han ido aumentando progresivamente en los ¨²ltimos diez a?os.
Una de las claves, seg¨²n Honjo, de este tipo de violencia infantil es el profundo arraigo en la sociedad japonesa, desde la II Guerra Mundial, de un modelo escolar muy competitivo, asociado a una desmedida presi¨®n familiar, convencida de las bondades de la competitividad y la disciplina en los estudios.
"En Jap¨®n, obtener un alto nivel de formaci¨®n para los hijos se convirti¨® en un objetivo social supremo para muchas familias medias", explica Honjo. "Los ni?os son encaminados desde muy temprano a una guerra por aprobar los diferentes ex¨¢menes de acceso. Aunque la ense?anza secundaria no es obligatoria, sin embargo el 90% de los escolares accede a ella y el 40%, a la Universidad", se?ala.
El precio son unos ni?os perfeccionistas y meticulosos, que suelen estar extremadamente pendientes de los dem¨¢s, hasta el punto de anticiparse a los deseos de sus padres o de realizar sus deberes escolares antes de que se los pida el profesor. Para los adultos son los perfectos ni?os modelo, pero con signos evidentes de un trastorno neur¨®tico desde el punto de vista de los especialistas: solitarios, obstinados y en ocasiones paralizados por la opini¨®n que tengan los dem¨¢s de ellos.
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